Antes de entrar en materia y aunque sea redundar en la evidencia, en esta sección vamos a hablar sobre todo tipo de cómics, ya sean novedades que acaben de salir al mercado o "viejas glorias", y ya sean, a nuestro parecer, de obligada tenencia o de necesaria amnesia.
¡Bienvenidos al apartado de "Reseñas"!
Esta reseña trata sobre el último proyecto que ha publicado Ominiky Ediciones de nuestro querido Óscar Martín, famoso dibujante y guionista de Barcelona, que ha dedicado parte de su vida a trabajar con Disney y a dibujar a los famosos Tom y Jerry. Ahora ha cambiado bastante de registro, y aunque el trazado y su calidad se mantienen intactas, el escenario ha cambiado bastante.
Solo nos sitúa en un mundo postapocalíptico, destrozado por ataques nucleares, biológicos y de todo tipo. Tan grande ha sido la mutilación del planeta y su putrefacción que los animales han sufrido mutaciones inverosímiles y monstruosas y han desarrollado una inteligencia parecida a la del ser humano. Por lo demás, es un mundo postapocalíptico tal y como nos lo han contado: miseria, violencia, superviviencia y la ley del más fuerte. Bajo este contexto, el protagonista de nuestras historias y de este universo es una rata cazadora que se hace llamar Solo.
Tras este volumen hemos dejado otros como Solo, Mundo Caníbal, Solo: Los Supervivientes del Caos I y II o la primera parte del cómic que aquí y ahora nos ocupa. El hilo argumental de Solo. Historias Caníbales, tanto del primer número como del segundo, es bastante diferente al resto, puesto que su estructura se basa en una recopilación de historias cortas que tienen como epicentro a nuestro "héroe", las cuales son desarrolladas por distintos dibujantes y guionistas. Todas ellas, en cierto modo, mantienen la estética original de la obra, pero se trata de un conjunto de colaboraciones, en las que, evidentemente, Óscar Martín está ahí supervisando, pero aporta sus bocadillos o viñetas en una o dos ocasiones, convirtiéndose en uno más del grupo.
Sobre este segundo volumen, compuesto por once mini-historietas, la diversidad de técnicas de dibujo es apabullante y la intensidad y viveza de los colores se erige como el gran protagonista de muchas de ellas. El guión, sin embargo, es decente comparado con las pocas páginas de las que gozan algunas de las mismas.
En cualquier caso, en mi humilde opinión, he de deciros, aunque me declaro un fan incondicional de la exquisita técnica de este catalán, que es un cómic que personalmente no aporta mucho. Las historias son lo suficientemente cortas como para, en la mayoría, no transmitir nada o poca cosa. Está claro que nos encontramos ante un cómic en lo que predomina por encima de todo es el dibujo y el amor al personaje y su universo. Todos los guiones guardan un aire cómico o de humor negro bastante característico de Óscar, pero no llegan a calar hondo. Es un tomo que le falta chispa. Un tomo que lees y disfrutas por el personaje, por las ocurrencias, por lo original o absurdo de la mayoría de las historias, pero que al cerrar la contraportada, te quedas con un sabor de boca...indiferente.
Has comprado un tebeo de Solo, el personaje apocalíptico de Óscar Martín. Su dibujo te apasiona y la verdad es que, aunque ya sabes que es un compendio de colaboraciones como lo era el primer tomo, esperas un cómic con sus obvios altibajos, pero que en conjunto aporte algo más que el nombre y el mundo. En mi opinión, este cómic no lo ha conseguido y, aunque las comparaciones son odiosas, el primer volumen sí que lo logra. De todas formas, es digno de admiración el apoyo y la oportunidad que Óscar Martín les ha brindado a estos artistas del género.
Por último, deciros que el álbum consta de 86 páginas a color (bueno, nueve de ellas pertenecen a una historia en B/N) y cuesta 19'90 euros.
Nada más. Como siempre, un placer.
