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martes, 19 de noviembre de 2013

FAFHRD Y EL RATONERO GRIS, UN COMIC DE CHAYKIN Y MIKE MIGNOLA

Ya estamos aquí de nuevo para hablaros de otro cómic de imprescindible adquisición en nuestra colección. Se trata de Fafhrd y el Ratonero Gris, adaptado al cómic por Howard Chaykin y una leyenda viviente: Mike Mignola, allá por el año 1991. No, no os asustéis. El cómic que tenemos entre las manos y del que podemos disfrutar y encontrar todavía no data de esa fecha. 

Por aquel entonces fue cuando Epic Comics publicó la primera edición de este libro de historietas del mismísimo Fritz Leiber, protagonizadas por nuestra pareja de pícaros aventureros; pero no sería hasta diciembre de 2007 cuando este cómic viese la luz en nuestro idioma, bajo el sello de nuestra amiga Norma Editorial, la cual en 2009 sacó una segunda edición.




El cómic recopila un compendio de siete historias cortas escritas por Fritz Leiber, adaptadas magníficamente por Chaykin y Mignola. Es muy llamativo el hecho de ver a Mignola en este álbum, puesto que, como sabéis, a nuestro Hellboy todavía le quedaban varios años para salir de su cabeza. De hecho, no sería hasta 1994 cuando aparecería en Semilla de Destrucción. Digo que es llamativo porque siempre es curioso ver los pasos de un artista antes de su gran obra, y ver cómo llegó a ser lo que es hoy y en qué ha cambiado o qué rasgos siguen siendo hoy su firma. En el caso de Mike, es sorprendente ver como por aquel entonces su dominio de las sombras era ya sublime. Tengo en mi colección cientos de cómics, unos con dibujos parecidos, otros con trazados totalmente opuestos, unos de un perfilado más sucio, otros más perfeccionistas...Pero no estoy descubriendo nada al deciros que hay dibujantes (al igual que guionistas) que es como si plasmaran su firma con cada movimiento del lápiz, y entre ellos estaría mintiendo si no mencionara a Mignola. Cualquiera que haya leído o visto algo de este artista no solo es vulnerable a sus cómics, sino que sabe perfectamente cuando algo ha sido ilustrado por él o no. Lo que vengo a decir es que esa originalidad inequívoca es un rasgo que Mignola posee desde antaño. Es el maestro de las sombras, y leer este cómic ahora me ha hecho ver que lo lleva siendo desde hace mucho.

Otro rasgo que quería destacar es cómo a lo largo de su Hellboy u otras obras posteriores ha ido abandonando la expresión facial de los personajes en pos de una exagerada gesticulación corporal. En Fafhrd y el Ratonero Gris se aprecian muchísimas expresiones faciales y primeros planos de asombro, ira, dolor, desconfianza... En Hellboy, si os fijáis, sobre todo en los últimos tomos, estas expresiones o primeros planos faciales son cada vez más escasos o inexistentes.


También es de destacar todas las influencias que estas historias y personajes han hecho en Mignola y su Hellboy, pues es inevitable no ver en algunas escenas o posturas de Fafhrd la inminente sombra de nuestro héroe rojo, aunque según el artista es su padre el vivo reflejo de la personalidad del demonio.
La mayor diferencia entre Fafhrd y Hellboy, salvando época y colores, es el lenguaje. Esto tampoco fue elección de nuestra pareja de artistas, ya que el guión es, pese a ser magnífico, una adaptación de la obra de Fritz. Otro detalle que ahora viene al pego es que por aquel entonces a Mignola también le quedaban unos años más para arrancarse a escribir sus propias historias, ya que hasta entonces era solo ilustrador (no sería hasta la historia de Hellboy Los Lobos de San Augusto cuando Mike empezase a escribir sus propios guiones).


Ya entrando en materia, la historia narra las peripecias de estos dos pícaros y sus aventuras por todo un mundo de cosecha propia, cortesía de Leiber: Nehwon. Fafhrd tiene la complexión de un bárbaro norteño, alto y fornido, pero con un lenguaje poético y romántico, lo cual, la verdad, es que le da un toque original y hace que haya conversaciones entre la pareja bastante ocurrentes y un humor negro brillante, acordes con ese aire cargado de un medievo decadente y mísero. Por su parte, el Ratonero es un aprendiz de mago frustrado y reconducido a la vida de ladrón. Ambos son mercenarios que se venden al mejor postor, sin importar el alineamiento de éste. Desde el momento en que se conocen, entre los dos crece una amistad que se vislumbra inseparable desde el primer momento. Son personajes de personalidad muy parecida, salvando el carácter más rudo y osado de Fafhrd y su lenguaje romántico frente a una falsa delicadeza y sutileza del Ratonero.

Como he dicho antes, el cómic recopila siete historias, de las cuales seis fueron escogidas por Mignola y una por Chaykin. Este detalle en principio absurdo es curioso, puesto que si vuestra intención al finalizar esta reseña es comprar el cómic o al menos leerlo si tenéis la ocasión, os aconsejo que os saltéis este párrafo y descubráis por vosotros mismos cual es la que no escogió Mike, pues a poco que conozcáis su estilo es de lo más obvio. ¡Saltad el párrafo! De todas las historias, es la de Vacas Flacas en Lankhmar la que escogió Chaykin y, según reconoce Mignola, fue la más difícil de dibujar de Fritz y, para mi, no la más floja, sino la única floja.


En lo referente a las historias, también vemos muchas similitudes respecto a todas esas historias cortas de Hellboy. El estilo al ser contadas, su desarrollo, su acción, los personajes ocurrentes... Sin duda, estamos ante una obra que marcó y mucho a uno de nuestros artistas favoritos de este mundo, y es que tanto Fritz como Mignola tienen entre sus referentes al gran Howard Phillips Lovecraft. Nada más que por eso valdría la pena este cómic, pero ni mucho menos la cosa queda ahí, pues el libro se vende por sí solo. Las historias recopiladas son a cada cual mejor (salvando lo que dije más arriba), guardando un aire original y sorpresivo que te deja boquiabierto ante la imaginación de sus artistas. Hablando claro, es como si recogiésemos en un álbum de Hellboy seis de las mejores y originales historias. No hay una que sea más absurda o que te deje indiferente. Todas comparten esa esencia mágica que te hace sonreír al término de cada una y pensar (vaya pedazo de cómic me he agenciado). Es difícil quedarse con alguna de ellas, pero si tuviese que escoger, creo que os recomendaría como la mejor "El bazar de las rarezas" o "La Torre que aúlla", por la belleza de su imaginación. Un detalle llamativo ocurre en "El precio de aliviar el dolor": la máscara de la muerte es de un color rojo intenso...¿Hellboy se está gestando ya en la cabeza de Mignola?

Por último, como ya es costumbre, solo deciros que el álbum consta de 216 páginas a color y cuesta 18 euros.

Es todo por ahora blogueros,
¡¡¡Un saludo grande!!!

Dani S.