Hola a todos, cibernautas. Mucha ilusión tenía con los primeros números de la Liga de la Justicia Oscura (LJO), este experimento que se ha sacado de la manga recientemente DC para juntar en una suerte de hermana menor de la Liga de la Justicia de América, a un grupo de secundarios de corte mágico y enfrentarlos a amenazas de igual naturaleza. Lamentablemente, veo más sombras que luces en este singular equipo. Si es que puede dársele tal consideración…
La serie
comienza con la introducción de Madame Xanadú, -una de las integrantes al menos
inicialmente de esta LJO- que tiene una perturbadora visión del futuro en el
que el mundo ha sido devastado por una poderosa hechicera algo trastornada
llamada la Encantadora, cuya magia es de un poder abrumador a la par que
incontrolable. Cuando Superman, Wonder Woman y Cyborg reciban una paliza cortesía
de la susodicha hechicera, será el momento de llamar a los Cazafantasmas.
En los
primeros compases, Peter Milligan,
el guionista a cargo del inicio de la serie, nos presenta, con más o menos
fortuna, al grupo protagonista. La LJO nace con los siguientes personajes:
- John Constantine: uno de los pocos que no me es desconocido. Este brujo inglés, fumador empedernido, sarcástico y egocéntrico, protagonista de su propia serie en Hellblazer, no tarda en desmarcarse como el personaje más carismático del equipo y también el mejor tratado por Milligan. Sus diálogos, comparados con los de sus compañeros, son brillantes y está nominado para ser el eje central de la LJO.
- Zatanna: la maga callejera –y más callejera que nunca, cabría añadir por su look- que puede alterar la realidad pronunciando las palabras al revés. Tenía mucha intriga por verla en acción, pero al menos en los primeros números tiene un claro rol escultural, con diálogos poco afortunados y con una preocupante falta de eficacia en su magia para contener a sus enemigos. A pesar de todo, Zatanna tiene carisma y no me extrañaría que adoptase en próximos números un rol de segundo al mando tras Constantine, con el que parece haber compartido una relación amorosa en el pasado.
- Deadman: Boston Brand, alias Deadman, es el tercero en discordia. Este personaje ha sido toda una sorpresa. No esperaba altas cotas de espectacularidad en un zombi superhéroe, pero su hilarante presentación –con diferencia, la mejor de todo el grupo- y sus piques continuos con Constantine lo erigen como el tercer pilar del equipo.
- Shade: el pupas del equipo. Shade es un personaje lastimero, un hombre que depende de su chaleco alienígena –el chaleco Meta, ojo- para generar su magia, que eso sí, es bien poderosa. Claramente es uno de los más desequilibrados del plantel y eso lo paga el lector con sus constantes quebraderos de cabeza. Se me hizo bastante cansino en sus intervenciones y, por suerte, desaparece relativamente pronto. No queda claro si volverá. Rezo por que no.
- Madame Xanadú: al igual que Shade, es un personaje triste y no me ha resultado muy carismática. Tiene el rol de narradora, algo que se justifica bien dadas sus dotes de adivinación. Reúne al equipo a duras penas para hacer frente a la Encantadora, pero no tardará en demostrar que carece del liderazgo necesario para mantener al grupo unido.
- Mindwarp: Y finalmente está este tipo, el más desconocido de todos los integrantes de la LJO. Un hombre con un poder realmente raro –puede proyectar su conciencia dejando su cuerpo en trance y emplearla para atacar en un estado incorpóreo- que, no obstante, tiene poco menos que un cameo en los primeros arcos argumentales. Supongo que en adelante lo volveremos a ver.
Los tres
primeros tomos acogen los arcos argumentales de la Encantadora y el Alzamiento
de los Vampiros, acabando el tercer tomo por presentar la gran trama contra el
doctor Faust –que pinta bastante más interesante, por cierto-. Como ya dije,
esperaba más de la LJO y he quedado algo decepcionado. El primer arco, con la
aparición de la Encantadora, empieza bien, sembrando misterio y con una
antagonista muy poderosa que nos hace esperar una confrontación interesante.
Sin embargo, la historia se resuelve de forma abrupta y el grupo protagonista
no acaba de arrancar debido al marcado carácter asocial de la mayoría de sus
integrantes.
Con todo, la
trama de la Encantadora es entretenida y el apartado gráfico es más que correcto,
estando todos los héroes bien caracterizados. No ocurre lo mismo en el segundo
arco argumental, en el que una progenie de vampiros infestan nada menos que
Gotham y la historia, en mi opinión, se convierte en una sucesión de
lamentables despropósitos con Caín, señor de los vampiros, como antagonista
poco lúcido. Me ha dado la impresión de que a Milligan poco le importaba el
devenir de esta segunda historia, siendo en general una trama tópica, poco
interesante y con otra resolución poco espectacular y demasiado acelerada.
Concluyendo,
el inicio de la LJO me ha dejado ciertamente desengañado ante lo que prometía
ser una idea brillante y ha venido a adolecer de una ejecución no tan inspirada
como habría deseado. La verdad sea dicha, tengo fe en que la trama remonte y
capte mi interés, pero de momento la dejaré en stand by.