Hoy os voy a hablar de la saga de Sherlock Holmes publicada por Norma Editorial desde finales del año 2012 a principios de 2013. Se trató de una tetralogía adaptada al guión por un inspiradísimo Ian Edginton e ilustrado por alguien con un arte retro muy personal y que aquí nos encanta: I.N.J. Culbard.
La saga la componen cuatro álbumes: Estudio en escarlata, El signo de los cuatro, El perro de los Baskerville y El valle del miedo, con un precio de 16 euros cada uno.
El primer álbum de la saga, Estudio en escarlata, fue la primera obra que escribió Arthur Conan Doyle sobre su suspicaz detective más famoso y, sin demasiado atrevimiento, uno de los más conocidos a nivel mundial (aunque no especialmente querido por el propio Doyle). Sería en esta obra donde nuestro querido amigo, el Doctor Watson, conocería a Holmes.
El tercer cómic de la saga adapta, posiblemente, una de las obras más famosas de Conan Doyle: El perro de los Baskerville, en el que nuestros socios se verán las caras con una leyenda que parece ser muy real. La deducción de Holmes tendrá que luchar contra lo que no puede aceptar: un ser fantasmagórico y sobrenatural decidido a acabar con la distinguida familia Baskerville.
Cada álbum presenta a nuestra querida pareja un nuevo caso por resolver, envuelto en un halo de misterio e intriga, que nuestros protagonistas tendrán que investigar con su deducción e ingenio. En todos la voz en off de Watson nos hace de guía en el transcurso de la misma y nos ilumina las averiguaciones, tal vez, algo más enrevesadas o retorcidas.
Respecto a la parte gráfica, pienso que estos trazos y colores propios de un arte retro en una historia detectivesca y policíaca casi parecen haber nacido para estar juntos. Es un estilo que no busca el realismo puro y duro, sino que la parte visual de este cómic nos introduce de lleno en esta trama tan inteligente, audaz e inspiradora de Sir Arthur Conan Doyle, creando un halo de misticismo que acompaña de la mano a cada uno de los enigmas que se nos presentan. Las expresiones faciales y los primeros planos que se recogen a lo largo de las páginas de estos cómics hablan por sí solos y nos permiten incluso adivinar los pensamientos de los personajes o sus sentimientos con tan solo un gesto o una mirada. Culbard nos deja atónitos por momentos, al observar con detenimiento como somos capaces de averiguar cuando alguno de los personajes está mintiendo u ocultando algo por su expresión facial o por la forma en la que se suceden sus gestos. Esas miradas de desconfianza, rabia o asentimiento son palpables a lo largo de las más de 130 páginas que, de media, tiene cada álbum.
Una colección imprescindible para los amantes del género.
¡¡CÓMIC HOME BABY!!
Una colección imprescindible para los amantes del género.
¡¡CÓMIC HOME BABY!!