¡¡Hola un día más internautas!!
De nuevo venimos a la carga para reseñaros otro cómic que nos han traído estas navidades: Las Crónicas de Legión, de la cada día más conocida Yermo Ediciones.
El álbum, biblia o tochaco, como más nos gusta llamarlo, ha sido publicado en España en formato integral, puesto que nos viene de Francia, donde la historia estaba compuesta por cuatro cómics al más puro estilo europeo. Sobre esta decisión tomada por la editorial ha habido mucho debate, ya que como os podéis imaginar quienes aún no hayan oído hablar de él, el precio al que asciendo el tomo es considerable (45 euros). No es nuestra intención decantarnos por un bando u otro ni explayarnos más de la cuenta con esto (para eso están los comentarios, ¿no?), pero sí quiero decir que de haberlo publicado en cuatro tomos, para quien lo hubiese querido, le habría salido al final más caro, sin obviar el riesgo de que la serie se hubiese cerrado o no y de cuándo lo hubiese hecho. Lo bueno: a quien no le convenciese lo suficiente, se habría dejado 15 o 30 euros en darse cuenta, no 45. Por otra parte, obras de su estilo como el integral de El Tercer Testamento, Sambre o Peter Pan (antes de que las saldaran) rondan ese precio, pero suelen tener más páginas. En contraposición, son obras que aquí han sido publicadas en fragmentos y no de un solo tirón como Las Crónicas de Legión. El precio no es que sea adecuado o desorbitado. Es el que es. Todos sabemos que este hobby no es nada barato y menos aún si lo que te gusta es el cómic europeo, porque el álbum de 50 páginas no suele apearse de los 15 euros. Estamos abiertos a opiniones, críticas y debates sobre esto, así que os remitimos a los comentarios o a nuestra página de FB para seguir el tema.
Tras este inciso, y antes de entrar en materia, quisiera hacer una, aunque breve, mención al elenco de artistas que participan en esta obra: Autores de la talla de Mathieu Lauffray o Tirso Cons fueron los encargados en su día de ilustrar esta tetralogía, acompañados por Mario Alberti, Zhang Xiaoyu o Éric Henninot. En nuestro caso, Lauffray o Tirso ya nos eran sobradamente conocidos (¿leisteis la entrevista que le hicimos a Tirso?). Mario Alberti, por su parte, ha dibujado cómics que aquí han visto la luz como Morgana o Redhand; mientras que Éric Henninot ha participado en la serie XIII y es el dibujante de la saga Carthago (reseñada AQUÍ). De Zhang Xiaoyu solo tenemos noticias de un cómic titulado Futuro Oscuro, que publicó Iced Lands Books en julio de 2007 y del integral Cruzadas que también nos ha traido Yermo.
En el papel de guionista de la obra se sitúa la leyenda viviente Fabien Nury, letrista de Yo soy Legión, WEST, Atar Gull, Érase una vez en Francia, El oro y la sangre o Tyler Cross (reseñado AQUÍ).
No os voy a mentir: llevaba mucho tiempo con los ojos puestos en esta obra y deseando que algún día una editorial se interesase por ella y la publicase en castellano (aunque eso de aprender francés lo tengo en mi lista de tareas pendientes). Ahora que mi deseo se ha cumplido y he podido disfrutar de tener esta obra entre mis manos, he de decir que me ha dejado un poco frío. No sé si será por las expectativas que el tiempo había generado en mí o por la calidad de artistas que participan, pero lo cierto es que no ha alcanzado la cima que yo mismo le había impuesto.
Para mí, es una obra que adolece de dos fallos: El primero, un guión que se queda corto para tan gran dibujo; y segundo, un pequeño caos a la hora de enlazar a los distintos ilustradores.
Fabien Nury nos plantea varios relatos que giran entorno a un mismo personaje y a sus diferentes encarnaciones a lo largo de la historia: Vlad Tepes, conocido también como Drácula. Los escenarios de esas encarnaciones son el Nuevo Mundo, allá por el 1531; las estepas rusas y 1812; y la Inglaterra victoriana de 1885.
A mi entender, ninguna de las historias tiene esa profundidad suficiente que hace que un relato te entusiasme y te cautive, salvando las distancias respecto a la más reciente, la cual sí nos da parte de esa esencia que todo cómic debe tener. Uno de los principales motivos no está en la narración propiamente dicha, sino en los continuos y por momentos frenéticos cambios de época entre las páginas, ya que si bien un momento estás leyendo sobre la conquista de Napoleón en Rusia, tres páginas después estás en América luchando contra los nativos o en Londres visitando a Lord Cavendish (el gran personaje de todo el álbum). Esto es lo que no te deja entrar definitivamente en cualquiera de las historias, ya que estos flashbacks llegan a alternarse incluso en cada tres o seis páginas. Las historias apenas se relacionan salvo tímidamente en las últimas páginas, por lo que leerlo por arcos argumentales pienso que hubiese sido más beneficioso para el cómic. Me explico: empezar por la historia de América y leerla del tirón, luego hacer lo propio en las estepas rusas y, por último, acabar leyendo la encarnación de Drácula en Lord Cavendish, en la Inglaterra victoriana. Creo que así la saga hubiese ganado enteros.
Respecto al dibujo y sus diferentes artistas, hay gustos como colores y, en general, todos se miden por el mismo baremo de calidad, destacando para nuestro gusto, cómo no, a nuestro siempre grande Tirso Cons (ilustrador del relato en Inglaterra y del gran Lord Cavendish) y a Mathieu Lauffray, aunque este último solo se encarga de hacer el prólogo de la historia (10 páginas). Hemos de añadir también que, aunque cada uno en su estilo, todos mantienen un tono parecido a lo largo del álbum.
Respecto al dibujo y sus diferentes artistas, hay gustos como colores y, en general, todos se miden por el mismo baremo de calidad, destacando para nuestro gusto, cómo no, a nuestro siempre grande Tirso Cons (ilustrador del relato en Inglaterra y del gran Lord Cavendish) y a Mathieu Lauffray, aunque este último solo se encarga de hacer el prólogo de la historia (10 páginas). Hemos de añadir también que, aunque cada uno en su estilo, todos mantienen un tono parecido a lo largo del álbum.
En conclusión, se trata de un álbum que, pese a contarnos una trama bastante caótica, la belleza de sus ilustraciones y una historia que en este caso actúa de acompañante en muchos casos bien puede valer su precio para los amantes del género.
Un saludo y, como siempre, un placer.