Sí, compañeros, yo tampoco me lo creía hasta que lo tuve entre mis manos. Fue en marzo del año 2010 (¿¡eso qué es lo que es!?) cuando Dolmen Editorial publicaba el primer número de esta epopeya de dimensiones épicas: Los Ratones Templarios. La profecía.
Muchos hemos tenido tiempo de entusiasmarnos con el primer tomo, vivir el comienzo de una saga de espada y brujería al más puro estilo J.R.R. Tolkien llena de todos esos ingredientes que tanto nos encantan, releerlo porque nos embaucó, investigar como posesos sobre la obra, sus autores y su continuación, no tener noticias de ella hasta este verano pasado y, por fin, en noviembre, tenerla en nuestras librerías y, por ende, en nuestras manos. Solo esperemos que el siguiente tomo no se demore tanto.
Las dimensiones de esta saga son equiparables al grandísimo BONE, intercambiando ese toque cómico de nuestro amigo Jeff Smith por una historia de un tono bastante más cruel y sanguinaria.
Los Ratones Templarios han bebido de muchas influencias; entre ellas, poemas épicos como Beowulf o El Señor de los Anillos. Sin duda, es una saga de fantasía y aventuras en MAYÚSCULAS.
Sobre cómo vamos a ver esta obra publicada aquí en España, parece ser toda una incógnita; pero podemos consolarnos con ver que en EEUU la obra va por el quinto tomo, que será publicado este mismo febrero, y no parece ser el último. La verdad es que, siendo cada tomo de 200 páginas mínimo, y en el formato que lo están editando, si conseguimos que la saga sea publicada en castellano en su integridad, vamos a tener una verdadera saga épica y fantástica con todas las letras en la estantería.
Sus autores son Bryan J.L. Glass y Michael Avon Oeming; y la verdad sea dicha: Talento...les sobra. Han demostrado ser unos maestros en el género y, para colmo, en este segundo tomo han fichado los lápices del español Víctor Santos, autor de Los Reyes Elfos o del cómic online Polar (que ya tiene su edición en papel en inglés).
La historia, de protagonistas antropomórficos, bebe de la mitología nórdica y celta para contarnos una trama de aventuras y conspiraciones en una Tierra dividida en El mundo brillante y La hora de las sombras. En el mundo de las sombras, antaño, el héroe ratón Khul-hem, enviado por el Dios Wotan, creó la Orden de los Templarios para proteger a todas las criaturas del mal y la injusticia. Sin embargo, tras generaciones y generaciones de "paz", las conspiraciones y ardides envenenaron la propia Orden hasta hacerla enfrentarse entre sí y autodestruirse. Fue entonces cuando las ratas y comadrejas, lideradas por un ratón traidor, el Rey Ícaro, se adueñaron de la tierra y camparon a sus anchas sembrando el caos y la destrucción. Karic, nuestro protagonista, es un pequeño ratón que sueña con ser templario algún día (aunque estos ya parecen haberse extinguido), y que se ve obligado a crecer y madurar prematuramente a causa de un ataque letal de las ratas a su pueblo, La Cañada del Grillo. Para colmo, éstas se llevan a su familia y él recibe una visión de los mismísimos dioses, en la que le llaman "el elegido por Wotan" para cambiar el curso del destino y devolverle la paz a La hora de las sombras.
A partir de aquí, preparaos para páginas y páginas cargadas de aventura, fantasía, épica, magia, espadas, oscuridad y sangre...sobretodo, sangre. Un viaje que Karic no recorrerá solo y en el que los peligros tomarán mil y un rostros.
Si Bone ocupa un lugar predilecto en vuestra estantería y en vuestro corazón; si no tenéis palabras para definir El Señor de los Anillos; si la espada y brujería es uno de vuestro géneros favoritos y, sobretodo, si la combinación aventuras-fantasía es algo que os teletransporta...Los Ratones Templarios tienen un sitio en vuestra estantería, allí donde están los más grandes. Y si mis palabras no os bastan, también os diré que la obra ha sido premiada con dos de los grandes: dos Harvey: al mejor nuevo talento (Bryan J.L. Glass) y al mejor álbum gráfico.
La historia, de protagonistas antropomórficos, bebe de la mitología nórdica y celta para contarnos una trama de aventuras y conspiraciones en una Tierra dividida en El mundo brillante y La hora de las sombras. En el mundo de las sombras, antaño, el héroe ratón Khul-hem, enviado por el Dios Wotan, creó la Orden de los Templarios para proteger a todas las criaturas del mal y la injusticia. Sin embargo, tras generaciones y generaciones de "paz", las conspiraciones y ardides envenenaron la propia Orden hasta hacerla enfrentarse entre sí y autodestruirse. Fue entonces cuando las ratas y comadrejas, lideradas por un ratón traidor, el Rey Ícaro, se adueñaron de la tierra y camparon a sus anchas sembrando el caos y la destrucción. Karic, nuestro protagonista, es un pequeño ratón que sueña con ser templario algún día (aunque estos ya parecen haberse extinguido), y que se ve obligado a crecer y madurar prematuramente a causa de un ataque letal de las ratas a su pueblo, La Cañada del Grillo. Para colmo, éstas se llevan a su familia y él recibe una visión de los mismísimos dioses, en la que le llaman "el elegido por Wotan" para cambiar el curso del destino y devolverle la paz a La hora de las sombras.
A partir de aquí, preparaos para páginas y páginas cargadas de aventura, fantasía, épica, magia, espadas, oscuridad y sangre...sobretodo, sangre. Un viaje que Karic no recorrerá solo y en el que los peligros tomarán mil y un rostros.
Si Bone ocupa un lugar predilecto en vuestra estantería y en vuestro corazón; si no tenéis palabras para definir El Señor de los Anillos; si la espada y brujería es uno de vuestro géneros favoritos y, sobretodo, si la combinación aventuras-fantasía es algo que os teletransporta...Los Ratones Templarios tienen un sitio en vuestra estantería, allí donde están los más grandes. Y si mis palabras no os bastan, también os diré que la obra ha sido premiada con dos de los grandes: dos Harvey: al mejor nuevo talento (Bryan J.L. Glass) y al mejor álbum gráfico.
