¡Hola a todos, compañeros!
Volvemos a la carga con una novedad de hace unas semanas de Planeta DeAgostini: GRIMA, un cómic policíaco donde nuestro protagonista, Oxel, un detective con bastantes problemas de autoestima a consecuencia de una cruel enfermedad, deberá resolver un "aparente" doble suicidio.
La pareja de artistas formada por John Arcudi (guionista, entre otras, de AIDP) y Jonathan Case (dibujante de El Asesino de Green River) nos ofrecen una historia con bastante peso y un final digno de las mejores historias. A la trama tal vez se le pueda achacar una cierta lentitud en su inicio, siendo a partir de la mitad del cómic cuando vamos desgranando posibles soluciones al caso, inmiscuyéndonos en la tarea de nuestro protagonista sin poder parar de leer hasta el final.
La tarea de Arcudi es bastante sólida, haciendo de la obra en su conjunto un cómic a tener en cuenta dentro de este género de investigación y detectives. Sin embargo, no dejan de chocarnos dos puntos:
- El primero gira entorno a Oxel, el detective. Arcudi trata de darle un toque especial a la trama incluyendo en su protagonista un carácter sobrio y afligido, mermado por una enfermedad como la acromegalia, la cual conlleva la deformación de la persona conforme pasan los años, dado que la hormona del crecimiento se dispara y altera, llegando a causar profundos dolores de cabeza e incluso la muerte. Esta característica hace de Oxel un detective peculiar y atípico, amargado por la vida que le ha tocado vivir y frustrado. Sin embargo, esa rabia contenida por su situación no le hace ser irascible o un "tipo duro", sino todo lo contrario: Oxel se vale de su enfermedad para dar lástima a las personas que le rodean y sacar provecho de ello. Es una estrategia como otra cualquiera, pero para mi gusto, choca un poco con la imagen que tengo de un detective (si bien el trasfondo del personaje me ha resultado de lo más interesante).
- El segundo es netamente económico. El cómic consta de 136 páginas a color y su precio asciendo a 16'95 €. Sería un precio normal si no fuera porque el formato del cómic, de pasta dura, es más pequeño en comparación con otras obras del mismo tipo (23'5 x 15 cm más o menos). Dicho esto, es de justicia decir también que este formato más reducido no perjudica a la lectura, aunque sus ilustraciones hubieran lucido un poco más de haber sido editado en el tamaño estándar al que nos tiene acostumbrados Planeta (27 x 17 cm más o menos).
En cuanto al dibujo, Jonathan Case demuestra con estilo seguir la historia y su ritmo al pie de la letra. No vamos a decir que la ilustración sea espectacular, pero es adecuada y va de la mano del guión en todo momento, siendo expresiva y ganando, para mi gusto, bastantes puntos respecto al otro cómic de Case que hemos mencionado, El Asesino de Green River, que es en blanco y negro.
En conclusión, una trama original dentro de lo que el género nos permite ya y, sobretodo, cuidada al milímetro, haciendo del más mínimo detalle parte de la justificación final. Un cómic magníficamente bien hilvanado John, y después de escribir AQUÍ sobre él hace ya unos meses, me llevo muy buen sabor de boca, habiendo cumplido las expectativas que tenía puestas en el cómic. ¡Recomendable!
¡Gracias por leernos!