Hola, cibernautas. Hoy, en JpM, conecto los amplificadores, saco la Stratocaster y os dedico un solo cual psicópata del mástil al ritmo del rock n’ roll de Sean Murphy con su espectacular cómic: PUNK. ROCK. JESUS.
Este cómic acabó en mi estantería por una mezcla de factores, pero básicamente la fuerza de la portada y la innovadora propuesta de Murphy, autor al que he leído por primera vez con esta obra, me atrajeron sin opción a levantar las barricadas.
Punk Rock Jesus está tanto guionizada como dibujada por el propio Murphy. La trama gira en torno a un reality show, J2, creado por el magnate sin escrúpulos Rick Slate, directivo de la poderosa Ophir. El programa pretende mostrar a los espectadores de todo el mundo el nacimiento y el desarrollo personal del primer clon de Jesucristo. Sin embargo, la presión mediática sobre el niño, la tensión creciente con una división particularmente extrema del cristianismo autodenominada NCA –Nuevos Cristianos de América- y el infierno personal que vive la madre del nuevo niño Jesús no aventuran un Segundo Advenimiento pacífico...
Punk Rock Jesus tiene una historia fantástica, con tintes de ciencia ficción, cargada de crítica social y con un fuerte componente antirreligioso. Sí conviene matizar que, aunque el nuevo Jesucristo tiene un protagonismo indiscutible en la obra, pues es su conversión en anticristo punk el punto central de la historia; el verdadero protagonista del relato es Thomas McKael, estupendo personaje que Murphy presenta no exento de numerosos misterios sobre su turbio y oscuro pasado que, con acierto, va desvelando al lector según avanza la trama. McKael, un tipo con un notable parecido gráfico al Castigador, es el jefe de seguridad del programa J2, y, por tanto, una suerte de guardaespaldas del nuevo Jesucristo, algo que permite servir de enganche al lector a la trama a través de este oscuro personaje necesitado de redención. Y es que McKael es un reflejo del propio Murphy, antiguo miembro del IRA y con una fuerte devoción cristiana que verá puesta a prueba a lo largo de este trepidante relato hasta su final épico y crepuscular.
Por otro lado, si la historia es extraordinariamente adictiva, el apartado gráfico no se queda atrás. En blanco y negro, las viñetas de Punk Rock Jesus destilan fuerza y pasión del autor irlandés, que con su trazo nervioso reserva splash pages verdaderamente impactantes al lector, mención especial para las páginas que muestran las actuaciones del nuevo J.C con su banda punk, los Chalecos Antibalas. Especialmente sorprendido he quedado al comprobar el talento de Murphy para las escenas de acción, realmente bien resueltas y con muchísima espectacularidad. Queda patente la implicación del autor con su obra. Así da gusto, la verdad.
En resumen, un cómic de diez. Una historia muy intensa, con un claro y corrosivo mensaje contra la religión y el star system que imponen las cadenas de televisión y los mass media; y un apartado gráfico que sienta estupendamente a este relato que, en última instancia, viene a reivindicar que el individuo es el dueño de su propio destino. Eso sí, todo a ritmo de auténtico punk rock.
Ni lo dudéis. Compradlo.
Perjuradores saludos, amigos.
