Ya sabéis de mi debilidad por los cómics postapocalípticos, así que la reseña de éste ni os iba a sorprender ni podía faltar: Doomsday 1, un cómic de John Byrne, el cual ya se ha estrenado con Yermo Ediciones con su obra Trío.
En la Estación Espacial Internacional, en órbita alrededor de la Tierra, siete aventureros contemplan como una monstruosa ráfaga solar prácticamente aniquila la vida en la Tierra. Su única oportunidad es volver a casa y enfrentarse a lo que les espere allí.
John Byrne (Trio, Los 4 Fantásticos) nos trae un aterrador futuro postapocalíptico, la construcción de una nueva sociedad, de un nuevo orden mundial en el que la crueldad, la violencia y la necesidad son las principales monedas de cambio.
¡Una historia realizada íntegramente por el legendario JOHN BYRNE!
John Byrne (Trio, Los 4 Fantásticos) nos trae un aterrador futuro postapocalíptico, la construcción de una nueva sociedad, de un nuevo orden mundial en el que la crueldad, la violencia y la necesidad son las principales monedas de cambio.
¡Una historia realizada íntegramente por el legendario JOHN BYRNE!
Doomsday es una historia postapocalíptica en el sentido más literal de la palabra, dado que centra toda su atención en la naturaleza humana y la supervivencia post crash narrándonos en apenas diez páginas introductorias el fin del mundo sin indirectas ni splash pages.
Estamos ante un cómic tan ameno como fugaz desde el punto de vista que Byrne, tras esa brusca introducción al caos, nos deja bien clara su intención de no perder tiempo sobre el por qué ardió el cielo o se evaporaron los mares: Una explosión solar arrasó el Planeta. Punto. A partir de esta premisa, ¿Qué será de la raza humana? ¿Cómo sobrevivirán los pocos que quedan? ¿Cuál será el comportamiento de los pobladores del siglo XXI en una Tierra que parece haber retrocedido cientos de años?
Parece obvio que el inglés se distancia de otros colegas como Brian Wood con su The Massive (Saga que llevamos reseñando aquí desde sus comienzos -- Black Pacific -- Subcontinental -- Long Ship --) dándole toda la importancia de la trama al comportamiento de ese 1% de población mundial y evitando una maraña de detalles sobre qué fue primero, si la gallina o el huevo. Sin embargo, en mi opinión, hacer esto no es tan fácil como suena ni tan espléndido: A todo fan del apocalipsis le gustan esos detalles en los que se nos va desgranando cómo sucedió todo o cuál fue el origen del crash, e incluso son muchos los cómics que hacen de este dato su razón de ser.
Byrne tiene muy claro a dónde nos quiere llevar y qué nos quiere enseñar. No quiere perderse en divagaciones fútiles ni que los protagonistas pasen más de un minuto a la intemperie si hay un campamento donde encontrar la siguiente pieza del puzzle. La forma de contarnos el fin del mundo que tienen Wood y Byrne tienen tan poco que ver que parecen opuestas. El uno porque se pierde en el más mínimo detalle y al final te encuentras habiendo leído 50 páginas sin haber avanzado ni un ápice en la trama principal y el otro porque apenas se detiene en esas historias paralelas que le dan profundidad al relato y, en las que lo hace, resultan las más arquetípicas. ¿Que a quién prefiero? Yo me quedo con Wood: ese ritmo pausado y detallista del neoyorquino me hace inmiscuirme más en pleno apocalipsis y, si bien Byrne también me gusta, me deja una sensación de premura al contarme la historia que me hace más difícil ponerme en la piel de los protagonistas.
A todo esto cabe añadir que nos encontramos ante el primer número de la saga y que John nos presenta un numeroso elenco de personajes dotados de una notoria personalidad que supongo se irá perfilando conforme avancemos y nos irá haciendo más y más partícipes de su supervivencia.
En conclusión, un cómic que si bien es cierto que utiliza todos y cada uno de los clichés del género, deja entrever cómo su intención primordial es ahondar en el instinto del ser humano y observar en la propia piel de nuestros protagonistas los cambios que van experimentando en su personalidad y comportamiento, fruto de una supervivencia impuesta. Una apuesta segura para los comiqueros del género y que estoy seguro mejorará en su conjunto.
A riesgo de repetirme, ¡Que los árboles no os impidan ver el bosque!