¡Clasicazo donde los haya! Hoy reseñamos este magnífico recopilatorio que publicó Astiberri por febrero de este año, en el que se incluyen todas las aventuras y desventuras que corrió nuestro protagonista creado por el argentino Jorge Zentner y el próximo dibujante de Corto Maltés, Rubén Pellejero.
Un cómic que definitivamente no puedes perderte si eres mínimamente amante del cómic francobelga.
La verdad es que en estos campos he de reconocer mi incultura, y es que todos estos clásicos del noveno arte europeo me pillaron en pañales o ni eso. Sé que no es una muy buena excusa, pero lo cierto es que no conocía a Dieter ni había oído hablar de él. ¿Me ha impedido eso disfrutar de sus aventuras? ¿De sus viajes? ¿De su libertad? ¡Ni mucho menos! El integral que publicó Astiberri recoge todas y cada una de las historias que se publicaron en su época sobre el personaje, e incluso han tenido el detalle de que las dos primeras estén a color (cosa que originalmente no fue así).
Lo segundo que tengo que reconoceros es que no soy amigo de los integrales que recopilan una amalgama de historias, y no lo digo solo por los evidentes y hasta cierto punto lógicos saltos de calidad entre unas tramas y otras, sino porque el mayor pero que tienen es que no consiguen meterme en la piel de los protagonistas (la gran mayoría de los casos, por su corta extensión). Reconozco que es un defecto que tengo (de muchos), pero no consigo sufrir, reír o asustarme cuando lo hace el protagonista si la historia que estoy leyendo tiene seis u ocho páginas. Soy muy lento, lo siento, no me da tiempo a creerme plantel.
Sin embargo, con este integral me ha pasado todo lo contrario, y es que la forma en la que está contado es espectacular. Quién me iba a decir a mí que una simple coletilla al final de cada relato corto del tipo "Después de aquel viaje por el Nilo, supe que tenía que tomarme un descanso y puse rumbo al Caribe donde conocí a un tipo oscuro...", iba a hacerme tomar el cómic como una casi biografía del personaje, más que como un compendio de historias sin más nexo común que el hecho de compartir protagonista. He de reconocer que pese a ser un recurso bastante simple a la vista, es de una genialidad abrumadora. Esto no solo consigue que las historias se difuminen un poco entre sí y se conviertan en un todo del que no sabría diferenciar calidades, sino que le dan profundidad a nuestro Dieter y nos hacen conocerlo mejor a medida que avanzamos las páginas. No hay sensación de reiteración o de haber leído algo parecido; tan solo un cómic que es, sin duda, una obra maestra.
Dieter Lumpen lo podríamos calificar como un antihéroe, aunque no me gusta mucho esta palabra. Más que eso, Dieter es un personaje que está a medio camino entre Indiana Jones, James Bond y un vagabundo (en el sentido más literal de la palabra): un tipo que no busca la aventura aunque, por suerte o por desgracia, esta siempre le está esperando allá donde va, alguien que tiene cierto éxito con el género femenino y, por último, un individuo que se dedica a vagar por el mundo buscándose la vida y, al fin y al cabo, buscándose a sí mismo. ¿Quién no ha soñado nunca con ser un Dieter Lumpen?
Si tienes ganas de leer la aventura por y para la aventura, este no es que sea tu cómic, es que TIENE que ser tu cómic. No es un tipo duro, no es un espía ni es un arqueólogo famoso; Dieter es uno de los espíritus reencarnados de la libertad: Ve allá donde quieras, vive tu vida y cuando esta te diga de cambiar de aires, déjalo todo y sigue tu camino hacia donde te lleve el viento. El resto... vendrá solo.
Un cómic para soñar despierto. Si a todo esto se le llama noveno arte, sin duda, es por tebeos como éste.
¡Un saludo blogueros!
