Fourmille Gratule es una joven que se encuentra en un avión rumbo a New York cuando un preshaun (una especie de ardilla que responde al nombre de Sigisbert de Montafiume y que al parecer solo ella puede ver) le informa de buenas a primeras de que su tía Odelalie, la cual se suponía que llevaba 20 años muerta según sus cálculos, le ha dejado en herencia su “Agencia de talentos Gratule”...
Gratule debe responderle si la acepta o no en ese mismo momento y ella, ingenua, le responde afirmativamente. De repente, se ve transportada (junto a su compañero de asiento Yuri Podrov) al mundo de Ehkö, donde todo parece igual salvo por el hecho de que no conocen los modernos inventos, dragones y demás alimañas que campan a sus anchas...
¿Cómo ha llegado Fourmille allí? Y lo que es más importante,¿Cómo volverá a su mundo?
Esta especie de “Alicia en el País de las Maravillas” con un toque steampunk es la última propuesta del guionista Arleston (Simbad, Cixi de Troy) y el dibujante Barbucci (Skydoll, Gosp), del cual Norma Editorial acaba de sacar al mercado el segundo álbum: París Imperial. Se trata de una historia de misterio humorística con un ritmo de lectura muy ameno, donde el erotismo también juega un papel importante (solo hay que ver el tipo de mujer que es Fourmille) y con una ambientación muy original y tremendamente cuidada.
Además resulta muy interesante la interacción entre los protagonistas: dos desconocidos en un mundo extraño que deben aprender a convivir, o al menos, a soportarse mutuamente. El choque de unas personalidades tan distintas y esa especie de “tensión” entre ellos da lugar a situaciones de lo más divertidas.
Tal vez el único punto débil de la historia sea su estructura, que en ambos álbumes parece limitarse al planteamiento de un misterio y su resolución, haciendo que la historia avance muy lentamente.
En cuanto al apartado gráfico, Arleston ya ha preparado el guión para que Barbucci pueda lucirse con su fantástico dibujo, y el que la acción se desarrolle en una “agencia de talentos” le da carta blanca para desplegar todo su potencial en cuanto a mujeres voluptuosas en entornos bohemios se refiere; pero su buen hacer no se reduce a las mujeres exclusivamente. Es digna de mención la recreación de los lugares donde transcurre la acción, adaptando localizaciones reales al mundo de Ehkö en el caso de los dos primeros álbumes: Nueva York y París Imperial. Todo ello con la ayuda de la colorista Lebreton que para esta obra ha elegido colores cálidos y pastel que armoniza perfectamente con el dibujo y la historia. En definitiva; ambos artistas hacen del apartado gráfico una gozada visual.
Resumiendo, una obra entretenida y amena, aunque con una estructura algo típica que por desgracia no aporta nada nuevo al género, amén de un magnífico apartado gráfico que le hace sumar muchos puntos.
Como curiosidad os diré que la editorial Soleil acaba de publicar el tercer álbum, que lleva el nombre de Hollywood Boulevard.
