¡Vaya portada se han marcado Jean Bastide y Robin Recht! La segunda parte de la saga del albino que está publicando Yermo Ediciones llegó a nuestras librerías hace cosa de un mes y se enfrentaba a la dura tarea de, al menos, igualar el nivelazo que había marcado el primer álbum de Elric: El trono de rubí (lo reseñamos AQUÍ).
¿Lo habrá logrado? ¡Os lo contamos!
Lobo blanco.
Campeón de Arioch.
Juguete de los dioses.
Asesino de tu pueblo.
Siglos después de tu muerte tu leyenda y tu nombre seguirán grabados en el recuerdo... Las reinas más hermosas del mundo se condenarán para morir por tu mano, como tu madre murió antes que ellas. Los soberanos más poderosos caerán a tus pies y maldecirán tu nombre, como tu padre te maldijo antes que ellos.
Elric, el último emperador de Melniboné...
El éxito de ventas y críticas del primer tomo auguraba que estábamos ante una saga memorable. El propio Michael Moorcok la reconoce como la mejor adaptación de su obra y, en este segundo álbum, ha sido nada más y nada menos que Alan Moore el que se ha unido al inglés para reafirmar esta opinión.
En primer lugar, hemos de agradecer a Carles Muñoz y a todo su equipo de Yermo Ediciones la posibilidad de haber visto este tebeo publicado en castellano, y lo cierto es que la edición es toda una delicia.
El equipo de dibujantes compuesto por Robin Recht, Didier Poli, Julien Telo, Scarlett Smulkowski y Jean Bastide firman toda una obra de arte visual y nos regalan unas splash pages para sacarlas en tamaño póster y empapelar nuestra comicteca. Creo que con las imágenes que os adjunto en la entrada no hay más que decir sobre el dibujo de este tebeo, y es que, en este caso más que nunca, una imagen vale más que mil palabras.
Al guión, los artistas Julien Blondel y Jean-Luc Cano realizan una adaptación cuasi perfecta. Ese tono oscuro y tenebroso en la narración nos mete de lleno en el relato de Melniboné y parece que a cada palabra está forjando una leyenda. En este tomo, Elric tendrá que recurrir a crueles y sanguinarias alianzas para rescatar a su amada, Cymoril, de las garras del traidor Yyrkoon. El emperador albino tendrá incluso que vender parte de su alma para ello y el precio por contar con la ayuda del dios del caos, Arioch, le saldrá muy caro.
Para colmo, el final del tebeo es de infarto y nos hace desvelarnos con lo que ha de venir. Sin ir más lejos, todavía han de hacer su aparición las criaturas por las que al Emperador se le llama El Señor de los dragones.
No tengo más que rendirme a la evidencia: la calidad de esta saga está a la altura de grandes otras como Siegfried, de Alex Alice, o Long John Silver, de Dorison y Lauffray. Elric, Tormentosa es el cómic de espada y brujería a regalar estas navidades. Recomendable para todo amante de los cómics y la fantasía, haya leído o no a Michael Moorcock.
¡Ni lo dudéis blogueros!
