En el pasado mayo Yermo Ediciones publicó entre sus cuatro novedades mensuales este cómic que a muchos, desde un primer momento, nos llamó la atención sobremanera. Tras su lectura hemos corroborado un hecho que a simple vista parecía obvio y hemos descubierto otro que ha hecho de una aparente obra de arte visual, un cómic a encajar entre la lectura "entretenida". Demos paso a Ella...
Al cumplir veinticinco años, el huérfano Leo Vincey recibe el legado de su padre: un misterioso cofre que contiene los restos de una vasija de barro que data de tiempos egipcios. En los fragmentos se explica la historia de una princesa de Egipto que huyó junto a un sacerdote del que se había enamorado perdidamente, y cómo su periplo los llevó hasta el corazón de África, hasta el reino de la hermosa Ayesha, Ella, la que debe ser obedecida, la que todo lo ve. Intrigado por su pasado, Leo y su tutor se embarcan en una aventura por el continente negro, en busca de la mujer más hermosa del mundo.
El director de cine Élie Chouraqui (Las flores de Harrison, Oh Jerusalén) hace una incursión en el mundo del cómic para adaptar una de las novelas de cabecera del género de aventuras, escrita originalmente por H. Rider Haggard. En el apartado gráfico, el madrileño Alberto Jiménez Alburquerque sabe reflejar perfectamente los ambientes de la Inglaterra victoriana con la espectacularidad de los paisajes de África, con una narrativa que se desarrolla con gran intensidad.
En 146 páginas la pareja de artistas formada por Chouraqui y Alburquerque nos cuenta la historia y leyenda de Ayesha, un personaje cuasi-inmortal y divino que ha enloquecido presa de un amor obsesivo y cruel no correspondido. El cómic, inspirado en la obra de Haggard, desarrolla la primera parte de la tetralogía que el escritor inglés redactó sobre este personaje femenino durante parte de su vida. ¿Habrá por tanto un segunda, tercera o cuarta parte? No he leído los libros, pero por lo que me he informado, el segundo, llamado "Ayesha, el retorno de Ella", cierra este arco argumental, dado que el tercer título nos cuenta una historia con Ella como protagonista pero en un contexto totalmente diferente y el cuarto y último relata los orígenes de esta mujer de cabello rojizo.
Dicho esto, no es que el desenlace de este cómic nos deje con la miel en los labios, pero sí podemos decir que tiene un final abierto que no exige una continuación propiamente dicha, aunque me queda un regusto un tanto amargo. De hecho, en Francia se ha vendido como el final de la saga, pero el cómic termina al estilo "La aventura acaba de comenzar".
He de reconocer que, pese a un dibujo excepcional y una paleta de colores de lo más llamativa, el guión de este cómic se queda muy corto. La narración es bastante simple y lineal, sin giros argumentales ni sorpresas que hagan del relato algo dinámico. Un argumento predecible que parece servir de excusa para el lucimiento personal de un dibujante magnífico, como es el madrileño.
Soy un amante de la aventura y me cuesta criticar este tipo de cómics, pero la verdad es que cuando leo uno de estas características no espero encontrarme un guión magnífico o superior, sino que premio la capacidad del dibujante para evocar esos paisajes oníricos y trasladarme al interior del propio tomo, dejándome acompañar por un guión elocuente y dinámico, que si bien no me cuente nada que no haya leído ya antes, me sirva para disfrutar al cien por cien del género y sentirme un Indiana Jones más, sentado en el sillón con mi sombrero y todo. Sin embargo, Ella me ha dejado bastante frío dado que las situaciones que se presentan, tal vez en pos de la originalidad o de ese toque más simplón y gracioso, son en su mayoría planas, girando alrededor de un romanticismo adolescente y perturbador, que no hace sino avanzar la historia sin pena ni gloria. Para colmo, estás leyendo el cómic a la espera de ese giro que lo convierta en un tópico final más pero, al fin y al cabo, un final cerrado y terminas el álbum quedándote con esa sensación de...¿Así acaba?
En definitiva, unos protagonistas anclados en una trama insulsa y sin esa chispa que a este género le hace brillar. Como un discurso de dos horas en el que su orador no cambia de tono, pese a valerse de una presentación fotográfica espléndida. Espero ver a Alburquerque más en nuestro país, pero con otras compañías, como en su Le Dieu des Cendres, junto a François Debois (Talismán...)
¡Un saludo!
En definitiva, unos protagonistas anclados en una trama insulsa y sin esa chispa que a este género le hace brillar. Como un discurso de dos horas en el que su orador no cambia de tono, pese a valerse de una presentación fotográfica espléndida. Espero ver a Alburquerque más en nuestro país, pero con otras compañías, como en su Le Dieu des Cendres, junto a François Debois (Talismán...)
¡Un saludo!