Kaori y Tadashi deciden pasar sus vacaciones en Okinawa cerca del mar para desconectar. Tadashi es muy aficionado al submarinismo y tras un pequeño incidente con unos tiburones durante una inmersión, la pareja decide volver a Tokio...
Pero antes de poder regresar empiezan a aparecer extrañas criaturas parecidas a peces con patas. ¿Qué son realmente estos seres? Además, un olor a muerte empieza a impregnar toda la isla. ¿Qué lo está causando? Así es como comienza un descenso en espiral a los horrores (y los hedores) del mar.
Los aficionados al terror estamos de enhorabuena, ya que la editorial ECC nos trae una nueva obra de Junji Ito, uno de esos autores indispensables para situar el manga de género en el lugar donde se merece.
‘Gyo’ nos podría recordar a esas películas de serie B en las cuales empieza a surgir una plaga de animales o insectos, rompiendo la cotidianidad reinante; para la ocasión, aquí tenemos a animales marinos con unas extrañas patas que azotan a la población, haciendo estragos allá por donde pasan.
Un detalle que no podemos pasar por alto es la empatía que se crea entre el lector y la historia creada por Ito, en la cual nos hace partícipes en todo momento de ese hedor que impregna toda la historia, provocado por unos misteriosos gases que a más de uno le arruinarán el día.
Un cóctel en el que no faltarán elementos de horror cósmico, peces podridos, bacterias, máquinas psicotrónicas y relaciones enfermizas, todo narrado de forma exponencial por un Junji Ito pletórico y desatado.
El autor no escatima en contínuas sorpresas a lo largo de la narración, lo que provoca un ansia creciente al pasar la página, manteniendo así el enganche hasta su polémico final, el cual podríamos decir que es demasiado abierto, detalle que quizás a algunos de los lectores no termine de convencerles.
Centrándonos en el aspecto visual de ‘Gyo’, es indudable que Junji Ito es un maestro en todo lo que dibuja; especialmente reseñables son el diseño de sus criaturas marinas: todo un alarde de imaginación conciso y directo que golpea en pleno rostro del lector como una bocanada de hedor putrefacto.
La edición por parte de ECC es magnífica: formato rústica con sobrecubierta de tacto suave, amén de un impecable trabajo de impresión y maquetación, el cual es digno de mención.
Concluyendo: ‘Gyo’ es una lectura en dos tomos que no puede faltar en tu colección si eres un amante del terror y de la ciencia ficción más visceral.
Me llama más la atención las historias cortas que contiene el segundo volumen que la historia principal. Vi la peli anime que hay de este manga y la historia me pareció una mera excusa para dar paso a un recital de imágenes impactantes. Con Black Paradox también me pasó igual, empezó bien, con la idea de quedar un grupo de desconocidos para suicidarse, pero ese planteamiento se perdió entre tantas imágenes rocambolescas. Por ahora me quedo con Uzumaki, de lo que he leído de Ito, a ver si ECC también lo saca.
ResponderEliminarHola, gracias por tu comentario. La peli anime la tengo en casa, pendiente de visionado, a ver qué tal xDD. Uzumaki no creo que tarden demasiado los amigos de ECC en reeditarla, viendo lo bien que están funcionando estas obras inéditas de Junji Ito. Un saludo!
ResponderEliminarCoincido con Fili en que a Ito le gusta usar la historia como un vehículo para dibujar escenas perturbadoras, que es su fuerte, para qué negarlo.
ResponderEliminarLeyendo la reseña de FJ, veo que Junji Ito está especializado en desencajar la misma cara ad nauseam en sus historias. No sé, creo que este Gyo no es para mí...
Comentáis Uzumaki, que sí he leído. Se me hizo muy repetitivo, y eso que tiene algunos tramos en los que los relatos de terror son espeluznantes y muy originales -el de Jack in the Box era bestial-. Tuve la sensación de que empezaba muy fuerte y se desinflaba progresivamente. Aparte, tiene a una de las protagonistas más insoportables y estúpidas que he visto en un manga.