Tratar el tema de la adolescencia, edad en la que crees tenerlo todo muy claro, no es nada fácil y más si se empeñan en mostrarla una y otra vez desde el punto de vista de la tragedia, con jóvenes marcados, tristes y amargados.
Pero, qué pasaría si a alguien se le ocurriese la genial ideal de tratar el tema de la adolescencia desde el punto de vista del humor. Eso es lo que ha hecho Agustina Guerrero a través de Nina: crear una adolescente normal, con manías, miedos, rarezas, inseguridades…pero de una forma divertida.
A través de las fantásticas ilustraciones de Agustina Guerrero, nos adentraremos en el maravilloso mundo de Nina, conoceremos a su familia, amigos, amores...y siempre con una carcajada.
Lo que pasa con este cómic es que, al leerlo con ojos de adulto, no puedes evitar recordar la época en la que tú también fuiste adolescente y te das cuenta que por muchos años que pasen o aunque los tiempos cambien, en el mundo de la adolescencia se suceden casi siempre las mismas situaciones y momentos tontos, con lo que no podrás evitar la carcajada con cada escena que nos muestra Agustina Guerrero, sintiéndote identificado en algunas situaciones.
El tebeo es muy corto, se lee muy rápido, se hace muy ameno y, sobre todo, es muy divertido. Una vez que lo abres no pararás hasta que no llegues al final. Por otro lado, la mayoría de las páginas son ilustraciones que reflejan a la perfección anécdotas muy escuetas, sin apenas utilizar texto.
El libro está enfocado a un público juvenil, a los cuales recomiendo su lectura encarecidamente porque se verán reflejados en muchas escenas y no podrán evitar reírse de ellos mismos en esas mismas situaciones o muy parecidas. Y cómo no, también muy recomendable para los adultos que quieran desconectar de lecturas más densas y quieran pasar un rato divertido acordándose de los viejos tiempos.
La clave para comenzar a reír, es reírse de uno mismo.
