GRANDVILLE, UN COMIC DE BRYAN TALBOT PUBLICADO POR ASTIBERRI

En 2009 el autor británico Bryan Talbot comenzó a escribir el primer álbum de esta colección titulada Grandville. Astiberri nos trajo en un primer momento los dos primeros tomos y ya están anunciados los dos siguientes para estos primeros meses de 2015, sin lugar a dudas compras obligadas para cualquier amante de las buenas historias en general. 

Bryan Talbot está en un punto de su carrera en el que está de vuelta de todo. El autor británico comenzó a trabajar a finales de los 60 realizando cómics underground, pero fue a finales de los 70 y durante las décadas de los 80 y 90 donde Bryan realizara sus obras más importantes. Empezó trabajando como autor completo en cómics como Una rata mala, en la que trata el tema de los abusos a una menor, publicado aquí por Astiberri, o Las aventuras de Luther Arkwright y su continuación El corazón del imperio (que realizara bastantes años después), donde realiza una mezcla de géneros fascinante: histórico, ciencia ficción, espionaje y sobrenatural. En los 90 dio el salto a EEUU, dibujando en colecciones como Sandman, Hellblazer, Batman o la más reciente Fábulas. Tras este bagaje Bryan tiene ya poco que demostrar, por lo que en los trabajos que ha realizado posteriormente se observa un afán por divertirse y hacer lo que le gusta, como en su Alicia en Sunderland y, sobre todo, en este Grandville.

En Grandville seguimos las aventuras del inspector LeBrock, que se desarrollan en una ucronía en la que Francia ha ganado las guerras napoleónicas y manda en Europa con mano dura, mientras en la República Socialista de Bretaña, que depende del gobierno francés, se suceden las conspiraciones en contra del Imperio. Mencionar que todo esto se desarrolla en un universo de fantasía steampunk y que todos los protagonistas son animales antropomórficos, por lo que las piezas están sobre un tablero espectacular y la diversión está asegurada.

El Sr. Talbot se divierte (y mucho) realizando esta historia. En primer lugar, se despreocupa del rigor histórico pero a la vez llena la, en apariencia, aventura detectivesca de tintes políticos, realizando una crítica a la situación actual a través de este mundo de fantasía que ha creado.

En cuanto a los protagonistas, decir que el inspector LeBrock es un tejón, corpulento y que se puede deshacer de varios enemigos a golpes sin mucho esfuerzo, por lo que se distancia un poco de los detectives que sólo usan su intelecto y que en los combates cuerpo a cuerpo poco o nada tienen que hacer. Va acompañado de su camarada Ratzi, una rata que podemos decir realiza las labores típicas de Watson. En esta primera historia se nos introduce de lleno en la acción y la aventura, por lo que desconocemos el pasado que hay detrás de estos protagonistas, a la espera que en los tomos siguientes se nos cuente algo.

En cuanto al dibujo, decir que es magistral: la ambientación, los personajes, los gadgets modernos y primitivamente mecánicos a la vez y, sobre todo, las espectaculares escenas de acción. Sería difícil crear un universo propio tan rico sin un dibujo que esté a la altura.

En definitiva, esta primera toma de contacto con este universo no puede resultar más atractiva. Grandville es una aventura detectivesca llena de acción, pero si destaca sobre los demás cómics de este género es en su genial ambientación y en el mundo en el que se desarrolla. Mencionar también la gran labor de Astiberri, que nos presenta un tomo en tapa dura con un tamaño un poco mayor de lo normal y a un precio más que razonable. Os mantendremos informados de las posteriores aventuras de este peculiar tejón.

Filisk.