LAZARUS, UN COMIC DE GREG RUCKA, LARK Y ARCAS PUBLICADO PRÓXIMAMENTE POR NORMA EDITORIAL

El mundo ha cambiado. Ahora el único poder que importa es la riqueza. Y ésta la acaparan unas cuantas familias que han establecido un régimen feudal de servidumbre con todo el que desea vivir en sus territorios. Como todo el poder, por definición, está continuamente en amenaza y temeroso de ser revocado. Para impedirlo, las familias tienen a los LAZARUS, miembros con todo el poder y los avances que sus padres, sus señores, son capaces de otorgarles.

Esta distopía es el marco de la historia, orquestada por Greg Rucka (Whiteout, reseñado AQUÍ; Gotham Central), como una interesante trama de espionaje, guerra y traiciones. El papel protagonista recae en Forever, la Lazarus de la familia Carlyle. Es la típica máquina de matar perfecta. Ha sido educada e incluso manipulada genéticamente para convertirse en un instrumento de precisión. Un arma que no puede morir, capaz de recuperarse de cualquier disparo o corte. A través de los ojos de Forever, vemos cómo es el mundo que rodea a la historia: un mundo con grandes desigualdades, en el que la tecnología genética, el espionaje industrial y la lucha por la supervivencia de aquellos que son despreciados por las familias sirven de puntos de giro para una historia que parece llevarnos a cuestionarnos qué significa la libertad y cuál es su verdadero precio (está a punto de ser publicado el número 15 en USA cerrando el tercer arco argumental). La narración parece querer abarcar todos los aspectos de un nuevo mundo, contándonos, en paralelo a la historia de lujo y poder de Forever, varias tramas secundarias de los que menos tienen.

La historia, en general, está bien resuelta. Aunque al comienzo parecen faltarle argumentos para diferenciarlas de una versión futurista de las pelis de Bourne, según avanza la historia, Forever va adquiriendo matices y las conversaciones se vuelven más interesantes. De hecho, mi recomendación es empezar directamente con el segundo volúmen para entender los acontecimientos del tercero (sin duda, el mejor, lo cual es esperanzador). En cuanto al dibujo, tengo que reconocer que me ha parecido el aspecto más flojo. Michael Lark (Terminal City, The Pulse) realiza un trabajo que dificulta la lectura y en ningún momento resulta espectacular ni un motivo para adquirir la obra. Sólo es mi opinión, pero en una historia en la que participan más de veinticinco personajes en los primeros quince números, así que necesito que el dibujo me los diferencie de una manera clara y creíble. Y eso no ocurre en esta serie. De hecho, los mejores momentos en los lápices, son los flashbacks a la infancia de Forever, en los que los personajes ganan dinamismo y personalidad.

Como conclusión, deciros que si os gustan las series de espías, os entretendrá. No os cambiará la vida, pero a los fans de Jason Bourne, siempre nos encanta un poco más de lo mismo. Eso sí, no os fiéis de las imágenes que encontréis en la red, porque no os va a entrar por los ojos. También merece la pena darle una oportunidad, porque es una serie en claro ascenso. Porque, como dijo el médico Bruce Ben-David en un artículo sobre el Síndrome de Lázaro: "Tal vez es una suprema arrogancia por nuestra parte suponer que podemos distinguir con fiabilidad el reversible del irreversible, o el rescatable del no-rescatable".

Pd. En abril Norma Editorial nos traerá el primer tomo (avance de novedades AQUÍ) aprovechando el Salón del cómic de Barcelona como telón de fondo.

Víctor Perolio Ausín.