SOLANIN, UN COMIC DE INIO ASANO PUBLICADO POR NORMA EDITORIAL

Inio Asano (Nijigahara Holograph o La chica a la orilla del mar) se está haciendo hueco en un mundo tan extenso como el manga a base de unas historias que no se suelen ver en este campo. Solanin, su cómic más destacado hasta la fecha, realizado en dos partes y publicado por Norma en un único tomo, hará las delicias de todos los amantes de aquellas pequeñas historias que son más de lo que parecen.

"La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco nos hemos dado cuenta y estamos, muy, muy cabreados." Este monólogo de Tyler, el personaje que interpretaba Brad Pitt en El club de la lucha, define a la perfección las motivaciones de los protagonistas de Solanin, unos jóvenes que acaban de terminar sus estudios y tienen que integrarse en el mundo laboral.

La situación en Japón ha cambiado. Anteriormente, los buenos estudiantes salían de la universidad con trabajo fijo, un trabajo que consistía en estar durante el día en la oficina y por la noche con los compañeros de trabajo, y así, con el paso del tiempo, conseguir ascensos y promociones (esta situación se observa a la perfección en las figuras de los padres de Shin Chan o de Novita en Doraemon). La verdad es que esta situación laboral no es lo más llamativo visto desde fuera, pero aporta una estabilidad que para la mentalidad japonesa es muy importante. En estos momentos la situación es otra (podemos decir que se ha occidentalizado): los jóvenes japoneses van de un empleo temporal a otro y con un sueldo alejado del que han tenido sus padres.

La historia de Solanin gira alrededor de la protagonista, Meiko, y su novio Taneda. Estos viven juntos y tienen unos trabajos que están muy lejos de sus aspiraciones reales, por lo que ambos deciden dejar sus trabajos a riesgo de perder su poca estabilidad económica. Meiko está perdida y no sabe bien cuál es su lugar en el mundo y Taneda parece más plano en un principio, pero a lo largo del cómic se vuelve un personaje profundo y con el que es fácil conectar. El sueño de Taneda es triunfar con un pequeño grupo de música que ha formado con sus amigos, pero poco a poco descubre que no es tarea fácil. Estos dos personajes principales están rodeados de un elenco de secundarios que elevan la historia.

Cómo podéis ver, Inio Asano describe la situación de los jóvenes japoneses y lo perdidos que se sienten en esa etapa de transición entre la finalización de los estudios y el ingreso en el mercado laboral, ahondando en una especie de síndrome de Peter Pan donde hay que dejar de lado los pensamientos más infantiles y darse cuenta que los sueños tal vez sólo son eso. Las inquietudes, miedos y desilusiones de los protagonistas las haremos nuestras, viéndonos reflejados en más de una situación.

Pese a todo lo dicho, el tono del cómic no es para nada pesimista, sino todo lo contrario y de ahí una de las grandezas de la obra. En cada capítulo hay escenas que pueden parecer absurdas, pero que consiguen darle un aire más ligero a la obra y quitar seriedad a las situaciones tan reales que se describen. El gran número de secundarios protagonizan las escenas más cómicas de la historia y los protagonistas, pese a sufrir bajones, siguen adelante con sus metas y, aunque tomen discutibles derroteros y desvíos, no pierden la esperanza de lograr lo que siempre han pretendido.

En cuanto al dibujo, decir que me ha encantado, pocas veces he visto un manga tan bien dibujado. Nos encontramos con un dibujo limpio y realista muy por encima, desde mi punto de vista, del dibujo típico del cómic japonés.

En definitiva, Solanin es probablemente el mejor manga que se publicó el año pasado. Trata temas que a todo el mundo les parecerán familiares, de una forma realista pero ligera y optimista, con un dibujo que sobresale del típico. Si te gusta el manga no tienes excusa para no leerte este magnífico cómic y si no te gusta no se me ocurre mejor manera de entrar a conocerlo de una forma...distinta.

Filisk.