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martes, 10 de marzo de 2015

BRIBONES, UN COMIC DE EL TORRES, JUAN JOSE RIP Y DIEGO GALINDO PUBLICADO POR DIBBUKS

Hola una vez más, amigos de JpM. Hoy os traigo la reseña de una de las novedades que nos ha dejado la editorial Dibbuks este pasado febrero: ¡BRIBONES!



Creados por El Torres y Juan José Ryp durante la que posiblemente fuera una intensa y delirante noche de rol –no descarto la presencia de alucinógenos-, Bram el norteño y Weasel La Comadreja protagonizan este cómic que me ha dejado, en líneas generales, buenas sensaciones.

Siguiendo la tradición del género de la espada y brujería, Bram y Weasel, claros herederos de Conan y Red Sonja, respectivamente, son dos pícaros que se ganan la vida en las peligrosas calles de Gerada. Como buenos exponentes de su oficio, son hábiles con la espada (o el hacha en el caso de Bram), de lengua afilada, con tendencia a meterse en problemas y rebosan un compañerismo casi fraternal. Ambos personajes son carismáticos a su manera, pero no pueden evitar quedar presos en cierto sentido del tópico, al que por otro lado rinden homenaje.


El cómic que nos trae Dibbuks recopila dos historias: La Maldición de la Gallina –la historia destacada por la propia portada- y La Purga. En ésta última interviene a los lápices Diego Galindo. Las dos historias son, como mínimo, entretenidas. La primera, con un título autoexplicativo de lo que vamos a leer, ocupa los dos primeros capítulos del tebeo. La historia que nos cuentan Torres y Ryp resulta por momentos hilarante de lo absurda que es, y aún así, me quedo con la sensación de que podría haberse sacado auténtico petróleo de la situación que nos plantean, generando una comedia fantástica que habría sido difícil de olvidar.

Por otro lado, Juan José Ryp está a gran nivel en el apartado gráfico, con un dibujo detallista que plasma perfectamente la atmósfera fantástica y a la par gamberra en la que se mueven Bram y Weasel.

Siguiendo con La Purga, el cómic me ha sorprendido gratamente. La aparición de Diego Galindo no desmerece en absoluto el trabajo de Ryp, si bien algunas páginas atraviesan altibajos, pareciendo haber sido dibujadas a gran velocidad y adoleciendo de una falta de detalle que, en general, sí se aprecia durante todo el relato.


A diferencia de La Maldición de la Gallina, donde El Torres no parece dar con el tono exacto del relato, en La Purga, desarrollada a lo largo de los cuatro últimos capítulos del tomo, el guionista nos narra una historia mucho mejor trazada, con continuos homenajes a algunos clásicos de la fantasía heroica y más situaciones extravagantes si cabe. El humor, además, está muchísimo mejor calculado y, en general, funciona mucho mejor, con alguna que otra escena que me sacó la carcajada.

Concluyendo, un cómic bastante entretenido de leer que, en mi opinión, tarda en arrancar quizás porque la primera historia no resulta redonda e, incluso, desorienta un poco sobre el tono del relato. Claro homenaje a algunos de los clásicos del género, diría que será muy disfrutable para los simpatizantes de la fantasía aventurera y, especialmente, para los amantes de los juegos de rol –¡os señalo a vosotros, Dungeon Lovers!-, ya que la historia tiene un inconfundible aroma a partida nocturna desmadrada. Su humor gamberro, las situaciones disparatadas y el innegable carisma de los protagonistas hacen muy amena la lectura, especialmente en la segunda historia.

Eso es todo por hoy, amigos. ¡Salud y un buen cómic!

J.