Hoy vamos a rendir un pequeño homenaje a aquellos tebeos o colecciones que por diversas circunstancias no llegaron a terminarse. Ahondaremos en las causas que propiciaron ese coitus interruptus y también en si hay posibilidades de ver la historia terminada.
Si hay algo en lo que coincidimos todos los aficionados a los cómics es en el completismo. Nuestro momento más feliz en nuestras vidas es cuando terminamos una colección que llevamos años comprando. El momento, casi religioso, de poner el último tomo junto a sus compañeros y verlos todos juntos y alineados no se puede comparar con nada; aunque nunca más volvamos a leerlos, no importa, lo importante es que nosotros hemos terminado nuestro trabajo. ¿Por qué seguimos comprando The Walking Dead? Pues por la sencilla razón de no dejar la colección a medias, y eso lo saben las editoriales y autores y se aprovechan vilmente de la situación.
Por lo tanto, que una obra se quede incompleta es un marrón, sobre todo por los seguidores, aunque en algunos casos también es un latazo para los autores. Pueden influir muchos factores, entre ellos de fuerza mayor que poco o nada podemos hacer, como el fallecimiento del guionista o dibujante. En este sentido, tenemos recientemente dos casos que han dejado alguna obra a medias.
Uno de ellos es el director de anime y mangaka Satoshi Kon. En sus poco más de 40 años de vida Satoshi demostró ser uno de los mejores directores de anime de la historia y deslumbró a los aficionados a los cómics en sus escasas incursiones en el medio, donde solo uno de sus tebeos está completo (Regreso al mar), a parte de la recopilación de historias cortas que se publicaron aquí por parte de Planeta. Esta editorial publicó hace poco dos mangas que han quedados inacabados: por un lado, Seraphim (una historia postapocalíptica) y por otro, Opus, que nos cuenta una historia ciberpunk en la que algunos humanos tienen poderes, aunque nada es lo que parece en este manga. Ambos títulos serían recomendables si tuvieran un final, pero al no tenerlo solo lo son para los completistas del genio japonés.
Otro de los autores que nos dejó recientemente ha sido Moebius. Hablar de la importancia de este artista en el mundo del cómic sería interminable, por lo que sólo puedo recomendar cualquier obra que haya salido de su mente. El último cómic que escribió fue Arzak el vigilante, donde retoma uno de sus personajes más conocidos. Este tebeo es el primero de una futurible trilogía, que por razones evidentes nunca tendremos el placer de degustar.
Dejando de lado los caprichos de la muerte, analicemos otras consecuencias con idéntico fin. Hay guionistas que no terminan su obra por motivos que nadie comprende y, volviendo al manga, Kentaro Miura lleva desde 1988 escribiendo sobre su serie Berserk, de la que no se ven señales de un posible final. Al escribir "Kentaro Miura" en Google la palabra que lo acompaña en la tercera búsqueda es la de "vago", y es que este autor se agobió escribiendo su serie y decidió dedicarse varios años a jugar a un juego de música de no sé qué videoconsola; mientras tanto, los millones de seguidores de Berserk siguen esperando que algún día escriba un final.
En este apartado también hay que incluir a Kevin Smith, conocido principalmente por sus películas, pero que también ha hecho sus pinitos en los cómics. Tengo que decir que me encantan los cómics de este hombre; su etapa en Arrow es probablemente la mejor del personaje, pero ha sido en Batman donde el Sr. Smith nos ha dejado colgados. En primer lugar escribió Cacofonía, una pequeña historia de tres números donde enfrentaba a Batman con el villano que él mismo creó en su etapa de Arrow. El cómic era muy entretenido y me gustó bastante, pero Kevin Smith no se quería quedar ahí y probó a escribir la mejor historia que pudiera sobre el hombre murciélago, y de este modo nos llegó Circulo sin fin, que recopila los primeros seis números de un total de doce y nos cuenta una de las historias más ambiciosas que se han escrito sobre el caballero oscuro. Este primer arco está lleno de acción y de momentos épicos hasta llegar a un desenlace que nos deja con la boca por los suelos. El tomo se publicó aquí en el 2010, en el año 2013 el propio Kevin Smith anunció que iba a concluir la historia y que iba a llevar el nombre de "Bellicosity" y a fecha actual aún no sabemos nada sobre esta obra, y es que hay que ser muy sinvergüenza para hacer esto...realizar una obra sobresaliente sobre Batman con un final que te deja sentado en la silla y cinco años después no tener noticias sobre la continuación, pese a haberla anunciado. Algo parecido hizo con su cómic de Daredevil, donde tardó mucho más de lo esperado en finalizarlo (pero lo hizo), por lo que seguimos teniendo esperanzas en que algún día nos llegué el final de esta aventura.
Con Sky Doll, de Barbara Canepa y Alessandro Barbucci, ocurrió algo similar. Un tebeo que comenzara por el 2000, que mezcla fantasía con aventuras espaciales y con un apartado gráfico muy llamativo y con el único inconveniente de no estar finalizada. Norma publicó un integral con todo lo que hay sobre la serie, así que esperemos que algún día la continúen.
Aparte de todo esto, a veces se nos quedan cómics sin acabar y no es por los autores. El mundo del cómic es un negocio, seguramente no sea el que más beneficios dé, pero los editores publican tebeos para sacar algo de dinero, y cuando no consiguen el esperado, hay quien no ha tenido demasiado pudor en cancelar la serie en cuestión. Generalmente, las editoriales suelen avisar a los autores que la serie no va demasiado bien para que se den cierta prisa en terminarla, por lo que si tenían pensado hacer unos doce números, al final tendrán que quitar cosas y dejarlos en nueve (como pasara con Automatic Kafka, de Joe Casey y Ashley Wood). En el mundo de las series televisivas no suele pasar esto, donde se cancelan las series al final de temporada y poco o nada les importa cómo se quedan; sin embargo, esto tampoco es ajeno al mundo de los tebeos; un ejemplo de ello fue Dolls Killer, de Nicolas Pona y del español Sergio Bleda. El tebeo sigue los derroteros de una policía que investiga unos asesinatos en los que aparecen una muñeca de porcelana, como la que tenía ella de pequeña. La historia iba a ser contada a lo largo de tres álbumes pero, debido a las bajas ventas en Francia, se canceló en el segundo. Los autores no quisieron dejar colgados a los lectores y realizaron la sinopsis del tercer álbum, acompañándolo con algunos bocetos (igual que los Srs. Miura y Kevin Smith). Por suerte, el tomo que publicó Dolmen de la obra incluye esos extras, por lo que podemos hacernos una idea del final del cómic, el cual recomiendo desde aquí y creo no defraudará a ningún amante del género policiaco.
Para ir finalizando, vamos a darle un poco de caña a las editoriales españolas, porque el último grupo de tebeos inacabados en realidad sí se han continuado e incluso finalizado en su país de origen, solo que aquí no parecen haber funcionado tan bien. Sin ir más lejos, ECC lleva años sin traernos nuevos tomos de The Unwritten de Mike Carey y Peter Gross, aunque sí nos trajeron recientemente el cruce que había con Fábulas.
Otro tebeo que nos dejaron a medias es El canto de las Estrigias de Corbeyran y Guerianeau, una mezcla de fantasía, terror, aventura y thriller que lo convirtieron en uno de los mejores cómics de 2008, año en el que Planeta publicó el volumen en que incluían los primeros seis álbumes franceses. Desde entonces, no tenemos más noticias sobre la continuidad de la obra y seguimos esperando que algún día se decidan a terminarla, porque la verdad es que el cómic merece mucho la pena.
Hemos hablado de autores que por causas irremediables no pudieron acabar su trabajo, otros que por vagos o sinvergüenzas nos han dejado colgados, editoriales extranjeras que cancelaron series por sus bajas ventas sin darle tiempo a los autores a terminar lo comenzado y, por último, editoriales españolas que nos han dejado probar las mieles pero nos cerraron el bote antes de tiempo.
A estos títulos seguramente se les podrá sumar unos cuantos más, por lo que no dudéis en dejar vuestros comentarios sobre los cómics que tenéis en vuestra estantería y que miráis de reojo sabiendo que no están completos.