Este pasado enero llegó por fin a nuestras librerías el cómic que fuera premio Fnac 2013 en Francia: El lobo de mar, una adaptación libre de la novela homónima de Jack London, realizada por el artista francés Dominique Duprez.
Este tebeo es mucho más que una aventura marítima con su consiguiente mensaje libertario y esa encarnizada guerra contra la diosa Naturaleza. Esta "libre" pero fiel adaptación a la novela de London nace marcada por un fuerte carácter psicológico que profundiza en la inmortalidad del alma y la humanidad del hombre. La eterna lucha del bien contra el mal cobra vida en las carnes de nuestros dos grandísimos protagonistas: Por un lado, Humphrey Van Weyden, un crítico literario de la alta sociedad americana, refinado y educado; por otro, uno de los más grandes antagonistas que se recuerda en el universo marítimo, Lobo Larsen, capitán del barco El Fantasma. Este personaje es la viva imagen de la crueldad, autoridad y fuerza que su propio nombre despierta pero, a su vez, se trata de un sujeto culto que encarna sabiamente la otra cara de la moneda: el hombre salvaje, libre de ataduras y exento de remordimientos y moral; en pocas palabras, la personificación del diablo (apelativo con el que nuestro protagonista se refiere al mismo en varias ocasiones).
El lobo de mar narra la historia de un crítico literario (Van Weyden) que, en un viaje en ferry por la bahía de San Francisco, sufre un espantoso naufragio. Condenado a morir a la deriva en unas heladas aguas, es "rescatado" por una goleta que navegaba con destino a Japón a la caza de focas. Desafortunadamente, el capitán de dicha nave, al que llaman "Lobo" Larsen, no estará por la labor de dejar a nuestro protagonista en el puerto más cercano y lo obligará a trabajar para él hasta que lleguen a su destino.
La relación entre ambos personajes no deja de ser curiosa, puesto que, pese al claro enfrentamiento y las opuestas posturas que mantienen, la cultura y profundidad de la que gozan ambos nos hará disfrutar de tremendos debates filosóficos a la luz de la luna y las estrellas.
No penseis que este tebeo es exclusivamente un ensayo sobre la espiritualidad del ser humano y su condición como hombre. A lo largo de sus 130 páginas se sucederán motines, tremendas tempestades, cacerías salvajes y hasta habrá sitio para el amor, pero todo está tratado en pos de perfeccionar esas dos caras de una misma moneda que son Van Weyden y Larsen. La naturaleza no tendrá pudor y El Fantasma recibirá los envites de olas de más de 20 metros a lo largo de su extensa travesía, pero el verdadero enfrentamiento que hace único a este tebeo es el del hombre domesticado por la sociedad contra el salvaje y libre animal, del ángel contra el demonio, del bien...contra el mal.
Como os podeis imaginar, el cómic está cargado de frases y citas para el recuerdo, enormemente ricas y, sobre todo, que invitan a la reflexión. Cada una de ellas parece haber sido elegida tras un minucioso y laborioso estudio, encajando a la perfección en el relato. Sin ánimo de spoilear nada, os traigo una pequeña disertación de Lobo Larsen para que os hagais una idea de la riqueza de este relato...
"Mire, me gustaría pensar que todo el mundo se comporta con cortesía y educación dentro del microcosmos de sus relaciones, pero ¿ha visto cómo nuestra encantadora civilización le baila el agua a los más fuertes y ricos, y le regala la gloria a quien aplasta al otro? En el puerto de Londres he visto a los desposeídos pasar hambre y morir (...). Sepa que Europa se está armando en estos mismos momentos. Los grandes, los poderosos, preparan un conflicto que acabarán pagando los pequeños con su sangre. Así que, ¿por qué no tolera usted en mi casa lo que ya acepta en su mundo civilizado?"
El trabajo de Riff Reb's (pseudónimo de Dominique Duprez) es digno de alabanza, tanto a nivel de adaptación del guión como gráfico. Sin duda, este francés no ha querido romper en ningún momento el estilo que sucede a la novela, manteniendo fielmente esa estructura de "introducción-nudo-desenlace", la organización por capítulos, la narración en off del propio protagonista como si estuviéramos leyendo su diario y hasta la forma de expresión y el diálogo entre los personajes. Pero si el guión es sublime, el apartado gráfico es ya apoteósico. El trazo tétrico y alargado de Duprez no hace sino acentuar esa sensación de pesadilla en la que vive nuestro crítico literario y el color, como un elemento narrativo más, se convierte en un acompañante cargado de mensaje. Mención aparte merece, evidentemente, la caracterización del personaje de Lobo Larsen, retratado a la perfección hasta el más mínimo detalle y reflejando en sus ojos el horror que desprendería un monstruo grotesco y hambriento. Creo que si Jack London, allá por 1904 (año en que publicó su novela), tenía una imagen clara del capitán de El fantasma, era la que vemos ahora.
Como dato curioso, deciros que las primeras 40.000 copias de la novela que se publicaron allá por entonces se vendieron incluso antes de ponerse a la venta.
Además del premio Fnac 2013 al mejor cómic del año, El lobo de mar también puede presumir del premio Saint Michel al mejor dibujante en 2013, el premio de la revista Ouest-France y el de Marine et Océans.
Da gusto leer un cómic al que no se le pueden sacar peros (¡ni una sola falta ortográfica de traducción!), así que más que continuar dándoos razones por las que este álbum merece la pena, os lo diré así: No encuentro motivo alguno por la que, si os gusta la aventura más profunda y que ahonda en nuestra humanidad, no compreis este tebeo en cuanto podais.
Ya sabéis amigos,
¡La lectura enriquece el alma!
Pd. Mil gracias al sello Spaceman Books por habernos traido este pedazo de cómic, ya que sin ellos, esta reseña no existiría.
Pd. Mil gracias al sello Spaceman Books por habernos traido este pedazo de cómic, ya que sin ellos, esta reseña no existiría.
Dani S.
Bibliografía: