¡ENTREVISTAMOS A RICARDO ESTEBAN PLAZA, EDITOR JEFE DE DIBBUKS!

Sé que aún no os lo creeis, ¡pero es cierto! Aprovechando su paso por el Salón Internacional del Cómic de Granada (hace ya unas semanas), pudimos charlar con este pedazo de crack, boss de una de las editoriales más destacadas del panorama nacional: ¡Dibbuks!

¡Estamos encantadísimos con el trato que nos dió y, sobre todo, con la magnífica entrevista que nos dedicó! Sin duda, influyó y mucho en que este fuera nuestro mejor Salón granadino hasta la época. ¡Os dejamos con él!

¡Por cierto! ¡Nos dejó algunas imágenes en exclusiva de dos de los que serán sus titulazos del año!

Bueno, en primer lugar queríamos darte las gracias por esta oportunidad que nos concedes, Ricardo. Hace bien poco que hicisteis los diez años y con más de 300 títulos a vuestras espaldas queríamos preguntarte hacia donde ves que camina el mercado español de cómics y su evolución. Sabemos que las comparaciones son odiosas, pero si nos miramos con Francia...

Hombre, Francia también está bajando mucho. Ese ciclo de venta en el que todo vendía entre veinte y veinticinco mil ejemplares ya hace mucho que pasó. Antes, si un álbum en Francia no vendía más de quince mil ejemplares, la editorial decidía no continuar la saga. Ahora, sin embargo, si vende más de cinco mil copias la cosa va como la seda. Y sí, llegar a esos números aquí en España es casi ciencia ficción en un 90% de los casos. 

Durante diez años se ve y se vive mucha diferencia, lo que ocurre que igual que cada vez hay muchos más clientes y lectores y estos mismos son cada vez más fieles, también hay muchas más editoriales. La oferta que hay ahora mismo en el mercado del cómic es una maravilla. Antes cuando salía un cómic en Francia o en EEUU, llegaba aquí al año, año y medio o incluso dos años y ahora es casi inmediato. Creo que estamos viviendo en un momento óptimo para el lector, en el que en seguida se pueden encontrar títulos de cualquier género. Pero, evidentemente, al haber más editoriales, somos más a repartirnos el pastel. Cuando hablan los viejos del lugar, muchas veces te dicen que en su época vendían lo que no estaba escrito en tebeos, pero es que se publicaban muchísimos menos cómics y los poquitos lectores que había lo compraban todo. Ahora hay tanta variedad y tanta oferta, que cuando un libro pasa de los mil ejemplares vendidos es todo un éxito.

-"Ser editor tiene una labor importantísima de descubrimiento de nuevos autores, de traer a España cosas que ningún otro traería, de investigar"-

De hecho, muchas veces con el mercado de novedades que hay, al final los títulos acaban por enterrarse unos a otros...

¡Claro! Es más, las propias editoriales se encierran unas a otras; por eso, creo que lo que tendríamos que empezar a pensar es en centrarnos en la línea editorial de cada uno y no pretender sacar de todo. Nosotros lo tenemos muy claro: francobelga, muy de aventura, muy de humor, muy de autores españoles...

Por otro lado, tenemos que ser conscientes de la cantidad de títulos que podemos asumir a lo largo de un año para poder dedicarles a cada uno su marketing, sus presentaciones a la prensa, sus firmas en las Ferias...¡Su cariñito! Porque si no, ocurre que sacas un mes tres títulos buenísimos que se comen unos a otros y, al final, siempre hay uno que relega al resto.

Es la pescadilla que se muerde la cola...La aborágine de novedades hace que se pierdan unos títulos sobre otros...

Exactamente. Y menos mal que el lector de cómics es alguien de ir todos los meses a su tienda para ver qué ha salido nuevo con sus 50 o 100 eurillos en el bolsillo. Es un cliente mucho más activo que el de novela, por ejemplo.

Nosotros también tenemos la inmensa suerte de que en estos diez años lo que es el concepto de librería especializada en cómic se ha arraigado mucho. Ya quisieran los lectores de obras de teatro, por ejemplo, tener una cadena de librerías especializadas. Esto es una ventaja muy grande, la verdad.

En España, por ejemplo, se publican unos setenta mil libros al año, lo que hace imposible en la mayoría de los casos no perderse en la inmensidad de oferta. En el cómic, sin embargo, al ser algo más especializado, siempre tienes garantizada una cierta visibilidad en las tiendas. Puedes durar más o menos en las estanterías, pero el lector de tebeos te va a ver, y en ese sentido también juega un papel muy importante el librero especializado, porque al final es el que mejor te va a saber recomendar una obra u otra.

¡Totalmente de acuerdo! Yo soy fiel cliente aquí en Granada de la tienda de cómics Subterránea y, la verdad es que soy de los que piensa que tener un librero es como tener un tesoro.

Claro, es indispensable alguien que te aconseje, que te diga lo que hay o no, que te haya guardado algo que sabe que te va a gustar incluso, y son esas cosas lo que hacen clientela. Nosotros, por ejemplo, hemos estado muchos años llendo a la Feria del libro de Madrid, que es una feria GENERALISTA. Es decir, que si encontrabas cómics, eran de Mafalda, Mortadelo y a lo mejor algún Persépolis, pero no había más. Ahora somos ya siete u ocho stands de cómics que nos hemos colado ahí, y te estoy hablando en un entorno de cuatrocientos puestos, y ojo, es un logro; pero lo más reseñable es que todos los stands tienen ya su esquina dedicada a la historieta, porque es en lo que estos últimos años el lector se está mantiendo fiel. De hecho, en un estudio reciente de venta de libros, todas las áreas han bajado salvo tres: los cómics, los libros de texto universitario y los cuentos infantiles, con lo cual las librerías generales están intentando de un tiempo a esta parte darle mayor empujón a aquellos sectores que venden, evidentemente.

-"Yo estoy aquí para divertirme, para hacer amigos, para cubrir gastos si se puede y para hacer algo bueno desde un punto de vista cultural" -

También te queríamos preguntar por los premios Ficómic y las nominaciones. ¿Cómo ves este año?

Bueno, nuestra editorial generalmente nunca está nominada a nada (risas). Es curioso, la verdad. Quizás nuestra línea es más complicada en ese sentido, porque nos dedicamos a hacer novela gráfica, tomo francobelga, casi un 40% de nuestra línea está destinada a obra de autores españoles...Y de hecho, eso se nota. Cuando pasamos varios meses dándole mucho tirón al cómic patrio las ventas van bajando. Seguimos siendo, en ese sentido, un país al que le gusta lo de fuera, pero aquí es donde entra otro de los aspectos que a mi juicio supone ser un editor de tebeos, y es que no es como un negocio cualquiera, puesto que tiene un aspecto cultural muy importante. Habrá otras editoriales que solo te vendan series famosas porque hay que vender y vender y vender. No les preocupa nada más, y la verdad es que yo pienso que si eres eso, es como si tuvieras una ferretería. Ser editor tiene una labor importantísima de descubrimiento de nuevos autores, de traer a España cosas que ningún otro traería, de investigar...Siempre tienes que tener tus dos o tres líneas que te ayudan a pagar todo eso, por supuesto, pero hay que saber jugar un poco con todo. El trabajo del editor tiene una parte de aventura, de riesgo. Publicar un premio como es el Desencaja, por ejemplo, a nosotros nos supone un riesgo porque tenemos una línea muy marcada. ¿Qué ocurre si el año que viene gana el certamen un manga u otro álbum que nada tiene que ver con nuestra línea? Ese componente de tener que arriesgarse en el trabajo de una editorial nosotros entendemos que es algo intrínseco y es algo por lo que apostamos y debemos asumir.

Si es que, al fin y al cabo, todo tiene su público...

¡Es que la gente está deseando descubrir cosas nuevas! Les encanta apostar, rebuscar entre los cómics para ver si encuentra uno que se había perdido...Ese espíritu nosotros entendemos que debe convivir con el de vender y, evidentemente, con el de ganarse la vida con esto.

-"Para montar una editorial necesitas tres patas: seleccionar tu línea editorial como hemos hablado antes, poner todo eso en el mercado con el menor coste posible y la mayor calidad posible y, por último, venderlo"-

Cambiando un poquito de tema, a la hora de publicar una saga o un cómic aquí en España...¿Qué te hace interesarte por él? ¿Hay detalles que te enciendan la lucecita de "¡esto pa' mi!"?

Bueno, nunca se sabe eso...Antiguamente tal vez sí se podía decir, pero ahora está todo mucho más diversificado...Yo te diría: nunca publiques nada que a ti no te guste, que no tu compraras, por mucho que pienses que puede funcionar. A mi me han ofrecido cosas muy curiosas, que sé que iban a vender y he rechazado; por ejemplo, hace poco nos ofrecieron publicar la colección de Los Minions, de Dupuis, y seguramente venderá un montón, pero ¿qué pintan eso en nuestro catálogo? Vuelvo a lo anterior, y siento ser pesado, pero hay que ser coherente con la línea que tratas de defender. Yo lo primero que veo en un tebeo que me enseñan o en el que me intereso es el dibujo y, si me gusta, me voy a por el guión. Me fijo si está cerrado, si es coherente, divertido, para qué tipo de público es...Aunque, después de diez años, es más fácil "identificar" esto por así decirlo.

Nosotros lo primero que hacemos cuando toca planificar el año es colocar las series que tenemos abiertas. Después, averiguamos si los autores que ya son de la casa y que quieres tener contentos han sacado algo nuevo o es su intención, y muchas veces la buena relación con ellos es la que te hace que sean ellos mismos los que te llamen para comentártelo. Estos son los segundos que colocamos en el calendario. Cuando tienes ya todas esas fechas cubiertas, te quedan los huecos a rellenar con obra nueva de "riesgo" o a otros autores que nunca has tenido y, al final, tienes tu plan editorial planificado. De todas formas, siempre te dejas un 10 o un 15% del espacio por si viene algo maravilloso. Yo lo tengo muy claro: Solo publico obra, española o extranjera, de autores con los que me llevo bien. Por mucho que vaya a vender un autor, si no somos capaces de entendernos, ni me lo planteo. Yo estoy aquí para divertirme, para hacer amigos, para cubrir gastos si se puede y para hacer algo bueno desde un punto de vista cultural. Y lo digo así para dejar constancia. Los autores merecen todo mi respeto e intento que estén muy contentos con nosotros, pero el editor también tiene su corazoncito. Yo procuro tener siempre relación en la editorial con gente con la que sé que después me puedo ir de cañas. Al final, esas cosas son lo que hacen piña y eso es lo que hace que ese autor quiera seguir trabajando contigo, que piense primero en ti cuando va a publicar su próximo proyecto o que venga a tu stand en una feria para firmar y que no solo venga, firme y se vaya.

Y ya que nos has sacado el tema del plan editorial y de parte de tu trabajo como editor jefe de Dibbuks, ¿cómo es tu día a día? ¿qué hace falta para crear una editorial?

Hombre, para montar una editorial necesitas tres patas: seleccionar tu línea editorial como hemos hablado antes, poner todo eso en el mercado con el menor coste posible y la mayor calidad posible y, por último, venderlo, donde entra el merchandising, las ferias, el distribuidor, las tiendas, la prensa...Las ferias, salvo las grandes donde si puedes sacar un beneficio, sirven casi exclusivamente para promocionarte y darte a conocer, y es una labor muy importanto, porque lo que nos interesa a los editores, al fin y al cabo, es fidelizar a los lectores, que cuando un cliente entre en su tienda de cómics, le pregunte al librero "¿Qué tienes nuevo de Dibbuks?" Y para eso, tienes que estar ahí. 

Y sobre el día a día, pues además de lo que ya hemos hablado, el resto de día lo pasas entre gestiones de derechos, compra de materiales, ver e investigar sobre proyectos, negociaciones con traductores, productores, imprentas, entregas...¡Follones de un par de narices! (risas)

Y en este sentido...¿Cómo consigues compaginar todo esto que nos cuentas con tu faceta como guionista?

No, bueno, eso es una tontería. Es cierto que este que hemos sacado ahora es mi séptimo libro publicado. En su día hice uno de poesía, luego otro de negocios (Venda más en su tienda) que vendió más de doscientos mil ejemplares en varios idiomas, luego dos libros infantiles, otros dos en Dibbuks (La moto de papá y Menuda es mi tía Ana) y la cosa es que hacía tiempo que no escribía. Yo todo esto lo escribo en el iphone, mientras estoy en el sofá, esperando a alguien, en la estación... En este caso, es un relato pornográfico que cuando lo acabé decidí enseñarlo por ahí y la cosa es que como soy el editor jefe, pues me dí el capricho, y además tengo el lujo de conocer a muchísimos ilustradores, así que pensé en el que me gustaba más cuando se trata de dibujar mujeres y me decidí por Sergio Bleda.

-"Yo concibo la editorial como un negocio mío, personal. No es algo que vayan a heredar mis hijos. Lo hago porque me gusta, y lo entiendo como lo entiendo. El mundo del cómic es muchísimo corazón"-

Y hablando de ferias, dentro de poquito está aquí ya el Salón del Cómic de Barcelona. ¿Ese stand es más de promoción o de rentabilidad?

Bueno, en mi caso, este año el stand de tres por cuatro metros nos cuesta algo más de mil euros. Estos dos últimos años hemos estado compartiendo isla con Diábolo, pero para este 2015 tendremos nosotros dos terceras partes de isla, así que...una pasta. Pero se rentabiliza; en Madrid y Barcelona se saca económicamente y además echamos el resto en firmas. Este año llevamos a Olivier Schwartz (Spirou. El botones de verde caqui), del que hemos vendido en los quince primeros días cinco mil ejemplares y que acabamos de reeditar, Chloé Cruchaudet por Degenerado, que está nominado a los premios (¡Votad todos! porque es que realmente es el mejor), Tony Sandoval (La serpiente del agua), Jérémie Moreau (El mono de Hartlepool y Max Winson), Karim Friha (El despertar del Zélfiro), Nob (Marieta), Juan Berrio (Kiosko), Josep Busquet y Javi de Castro (La última aventura).

¡Vaya plantel que traeis! Y bueno, lo de Spirou ha sido un bombazo. ¿Fue difícil haceros con los derechos del personaje?

Hombre, siendo Dibbuks la que estaba detrás, todo ha sido coser y cantar (risas). No, ya en serio, no fue muy difícil. Dupuis tomó la decisión de cambiar de editor en España y nosotros llevábamos ya cinco o seis años preguntándoles cada vez que íbamos a Angoulême, con lo cual cuando lo decidieron y descolgaron el teléfono, a los primeros que llamaron fueron a nosotros. Sé que hubo cuatro o cinco editoriales interesadas, pero tras seis meses de negociación se decidieron por nosotros. Reconozco que nosotros manifestamos un alto grado de motivación por el personaje, estudiaron mucho nuestro catálogo y la verdad es que iba como anillo al dedo, hicimos una muy buena propuesta de publicación y dejamos claro desde el primer momento que nuestra intención era sacarlo exactamente igual que en Francia (repito ese cariño a los editores): Mismo tamaño, buen papel, precio muy agresivo, mismos extras...

Esta pregunta es obligada (de hecho, oigo a nuestros lectores detrás de mi oreja gritándome "¡pregúntaselo ya!"): ¿Qué nos puedes contar de vuestros próximos lanzamientos? ¿Hay alguna obra de esas "maravillosas" para las que guardais el 10% del calendario que nos puedas confesar? ¡Cuéntanos tu secretos Ric!

¡Si es que yo no tengo nada escondido! ¡Yo todo lo cuento! De hecho, todos los meses de enero hacemos una rueda de prensa con desayuno en la que comentamos el plan editorial de todo el año. Este pasado enero, además, pusimos a todos a hacer gorros de Spirou (risas). Y novedades así fuertes, la verdad es que después de lo de Spirou es muy difícil alcanzar el mismo nivel, pero sí, alguna habrá por ahí...

Por ejemplo, el tercer número de Solos sale después de verano, ¿no?

Exactamente. Tenemos material para un tercero y un cuarto todavía, al contrario que con  Los niños del otro lado, que también era muy parecido y del que no hay más material aún. Me da pena que los dibujantes no sigan con ella por ahora, pero qué le vamos a hacer (han dicho que su intención es continuarla, pero no se sabe cuando...). De Solos sí que hay buenos visos. De hecho, se va a hacer la película ahora, con personajes reales y se va rodar en España, así que a ver qué tal.

-"Cuando confluyan que el que lee cómic digital tenga dinero y quiera gastárselo en ello y que los autores hagan cómics pensando en el mundo digital, el papel estará muerto o se quedará como un bien de lujo"-

Los niños del otro lado era una muy buena historia, la verdad. Ojalá la continuen sus autores. El segundo de Solos que reseñamos aquí acabó de una forma totalmente inesperada y es que el giro que da la trama es brutal...

Sí, ¡y lo que queda por pasar! También se supone que para finales de año o principios de 2016 se lanza en Francia la película de Zombillenium, con lo cual espero que llegue a España. ¡Y también estamos esperando a que acabe el film para que se ponga con el cuarto tomo ya! (risas). 

Y sobre Freaks' Squeele, sale el sexto tomo este año, y de Funeral no lo sabemos aún porque todavía no lo ha empezado, así que en eso estamos...

¿Y alguna apuesta española?

Bueno, hay dos muy gordas. Una que tengo que ver con mucho cuidado, porque son 380 páginas a color, a tamaño grande y con un cd de música. No sé si os acordais que hubo en su día un premio internacional de Planeta de Agostini de cómic y el último año lo ganó Colo con una obra preciosa que se llamaba De perros y de huesos. Bueno, pues este hombre es el creador de el cómic que se llama Hoy es un buen día para morir, sobre un apocalipsis vírico...¡y encima en Madrid!

¡Bueno, pero qué bien! Pues a mi ya me tienes ahí comprándomelo Ricardo.

¡Es brutal! Y se ven unas escenas a doble página del congreso derruido, de la Gran vía...¡El malo vive en las Torres Blancas! Es tremendo, pero tenemos que ver cómo podemos abaratar los costes de producción, porque queremos sacarlo en formato integral. A ver si en China...(risas).

Esa sería una y va a quedar muy bien, y seguramente será para después de verano. Hay una escena muy buena que ocurre en la tienda de Generación X, en la calle La Puebla, por ejemplo, en donde hay un tipo que se esconde en plan "¡No saldré de mi tienda, aquí ya tengo todo lo que quiero!" (risas). Tiene guiños muy simpáticos. Lo queremos sacar con la calidad que sacamos todos nuestros tebeos, pero no queremos que suba de los treinta y pocos euros, así que tenemos que darle alguna vuelta más.

Y otro preciso es con guión de El Torres (¡e idea mía!) y con dibujo de Jesús Alonso Iglesias (Silouette) y a color. Se llama El Fantasma de Gaudí, y está quedando espectacular. Estoy por sacarlo en español e inglés a la vez, porque es un tebeo del que ya tenemos vendidos los derechos en Polonia, en Francia...Apunta muy alto, y queremos sacarlo para la Feria del Libro de Madrid (finales de mayo o principios de junio).

Ya estamos acabando Ricardo...¿Piensas que va a llegar el día en que abandonemos el papel en favor del cómic digital? ¿Se plantea Dibbuks preparar su catálogo en formato digital?

No, no. En principio, yo no confío en el cómic digital; creo que el papel siempre va a estar. Quizás nos quedaremos editores con libros de lujo o para coleccionistas, pero solo ocurrirá eso cuando confluyan dos conceptos: que las generaciones venideras vivan digitalmente y tengan capacidad económica y voluntad para comprar su ocio vía internet y que los autores de cómics empiecen a dibujar para un medio digital. De momento, siguen haciéndolo para un medio papel, en vertical, viñetas alargadas, doble página...Cuando confluyan que el que lee cómic digital tenga dinero y quiera gastárselo en ello y que los autores hagan cómics pensando en el mundo digital, el papel estará muerto o se quedará como un bien de lujo. Tal vez la lectura digital está pensada hoy día para el manga, por el formato, el tamaño, en blanco y negro...En un manga lo que se atesora es el personaje por encima del producto físico. ¿Que llegará el día? Seguramente, pero yo concibo la editorial como un negocio mío, personal. No es algo que vayan a heredar mis hijos. Lo hago porque me gusta y lo entiendo como lo entiendo. El mundo del cómic es muchísimo corazón.

¡Bueno, pues muchísimas gracias por todo Ricardo, por tu tiempo, tu simpatía, tu sinceridad y, sobre todo, por esa más de media hora que te hemos tenido secuestrado!

¡Si es que te he dicho que me pongo a hablar y no paro! (risas)

¡Eso ha sido todo, amigos!

Gracias por leernos,

Dani S.