¡Continuamos con la reseña de la saga Dos Espadas, de Kenny Ruiz (teneis la reseña de los dos primeros tomos AQUÍ)!
Después de mucho esfuerzo, Cira conseguirá participar en El Torneo del Emperador, que reúne a los mejores duelistas del Imperio. Parece que por fin ha conseguido su meta, pero tiene poco tiempo para dormirse en los laureles, ya que a los peligros que conlleva un campeonato de tal envergadura hemos de sumarle la creciente influencia de la espada del Titán.
Por su parte, Dago está convencido que Naga no aceptará la derrota de manera elegante y que si ha dado un paso atrás ha sido para coger un mayor impulso, dispuesta a todo para ejecutar su plan.
En estos dos últimos tomos presenciamos el crecimiento de la protagonista, que parece comprender al fin lo que significa ser Primera Espada.
Ambos mangas se leen increíblemente rápido, dada la cantidad de acción que contienen, pero, al contrario de lo que se pueda pensar, entre tanta adrenalina el autor ha sabido intercalar conversaciones realmente interesantes y trascendentes (como las motivaciones del ser humano o la búsqueda de la aprobación ajena), enriqueciendo mucho una historia que empezó de una manera bastante simple para, en mi opinión, madurar con el lector.
Ambos mangas se leen increíblemente rápido, dada la cantidad de acción que contienen, pero, al contrario de lo que se pueda pensar, entre tanta adrenalina el autor ha sabido intercalar conversaciones realmente interesantes y trascendentes (como las motivaciones del ser humano o la búsqueda de la aprobación ajena), enriqueciendo mucho una historia que empezó de una manera bastante simple para, en mi opinión, madurar con el lector.
Como digo, a la vez que la trama madura, también lo hacen sus personajes, especialmente Cira y Dago que, por las circunstancias que les toca vivir, experimentan un importante crecimiento personal. Es interesante también hablar sobre el tono tan directo que desprenden estos cómics: En todo momento se va al grano, la historia no se pierde en tramas alternativas o personajes secundarios y recursos como pueden ser los flashbacks dan al lector información suficiente para ubicarse dentro de la historia. A esto se le suma la capacidad del autor para entrelazar las diferentes tramas que se dan cabida e hilvanar con oficio, dando lugar a un final acorde con las expectativas. Para mi, teniendo en cuenta la extensión de la obra, esto tiene muchísimo mérito y denota el esmero con el que ha sido tratada la parte argumental.
A nivel gráfico, si ya comentamos en la reseña anterior el dinamismo de las escenas, en estos dos tomos Kenny consigue ir un paso más allá; de hecho, se desarrollan a una velocidad pasmosa ( casi cinematográfica), dando mucha agilidad al relato.
En conclusión, si bien Dos Espadas empieza con una estructura típica, esta evoluciona con sus personajes sin dejar de lado la esencia de una historia de aventuras, a la vez que trata tópicos del manga de una manera muy original. A su vez, un dibujo muy potente y dinámico le va como anillo al dedo, manteniendo en todo momento el interés del lector.
