ECC sigue abriendo sus miras y ampliando sus campos de publicación. La editorial que comenzó su andadura trayéndonos las colecciones de DC ha ido aumentando poco a poco su variedad, rescatándonos mangas nunca publicados aquí como Ichi the killer, o con la creación del sello Spaceman Books, donde publica cómics europeos de tanta calidad como Lobo de mar (reseñado AQUÍ). En esta ocasión inaugura la producción propia con Vigilia, del autor español Santi Arcas.
Santi Arcas afronta su proyecto más ambicioso como autor completo con esta novela gráfica donde se nos cuenta la historia de la bella Margarita, que se debate entre sus dos pretendientes: el Duque de Sifón y el Marqués de Peñafloja. Cuando este último decide raptarla para influir en su decisión, desencadena una serie de acontecimientos que durante una extraña noche sumirán a todo el pueblo en un oscuro desconcierto.
En la contraportada del tomo aparecen referencias al arte de Goya y a la historias costumbristas de Berlanga. La verdad es que me parecieron unas referencias demasiado tochas y no esperaba que el cómic estuviera a la altura pero, una vez leído, no se me ocurre una mejor comparación, ya que tanto las situaciones como los personajes parecen sacados de una película del maestro Berlanga y las viñetas, sobre todo en su tramo final, están muy influenciadas por las pinturas negras de Goya.
La trama sucede en una sola noche, arrancando con el secuestro de la joven Margarita para dar pie a su búsqueda con la aparición de muchos personajes del pueblo que son un reflejo de la España de aquella época: la clase rica plasmada en los personajes del Duque y el Marqués, los sirvientes de estos, borrachos de taberna, mujeres de misal y rosarios, un loco preso y un ciego vagabundo. Todos estos personajes llenan las páginas y amenizan una noche en la que no pueden pasar más cosas.
La gran baza del tebeo es, sin lugar a dudas, su vertiginoso ritmo. De hecho, ese ritmo y la sucesión de escenas un tanto cómicas hacen de este Vigilia una especie de obra de teatro adaptada al mundo del cómic, de ahí también esas casualidades que se producen durante la historia y que son tan propias del teatro. Será normal que toda la lectura la hagamos con una sonrisa que no perderemos en ninguna de sus páginas.
En cuanto al dibujo, mencionar que Santi Arcas conjuga con maestría los tonos blancos y negros con los espacios cerrados, aprovechando que toda la acción sucede durante la noche. Comentar además la cuidada edición de ECC: tapa dura, con parte del lomo de tela, la excelente portada donde ya se observa el gran apartado gráfico del cómic, y las letras doradas del título y el logo. La verdad es que fue esta y su ajustado precio (bastante más barato que los que se publican en el sello Spaceman Books) los que propiciaron su adquisición, ya que no tenía referencia alguna ni del álbum ni de su autor.
En definitiva, ECC entra por la puerta grande en la producción propia. Vigilia es un cómic sobresaliente, con una historia coral y teatral que nos despertará una sonrisa durante toda su lectura, llevándonos por una España rural, costumbrista y supersticiosa que hará las delicias de todos los que se acerquen a él, recordándonos a cualquiera de las grandes películas del maestro Berlanga.
