Enrique Vegas es uno de esos autores con los que es un placer tratar, quizás por eso se ha convertido en un referente para los más jóvenes lectores. La limpieza de sus trabajos hace que sea muy fácil de leer por los más pequeños y a su vez la cantidad de referencias y chascarrillos hacen que un lector adulto disfrute también. Mención aparte son sus obras más serias que demuestran como un dibujo bien usado puede servir al guión sea del estilo que sea.
Sin más os dejamos con la entrevista que nos ha concedido Enrique entre sesión y sesión de firmas:
Llevamos más de 15 años disfrutando de tus "cabezones", pero ¿Cuales fueron tus primeros pasos dentro del mundo del dibujo?
Pues justamente coincidiendo con mis primeros pasos, porque de los primeros recuerdos que tengo es estar dibujando todo el día.
En cuanto al mundo profesional, empecé en el mundo de la animación.
Tu carrera como dibujante comenzó antes de que naciera el estilo Enrique Vegas ¿cómo surgió dicho estilo?
En esa época que comentaba, trabajando en animación, explorando un poco nuevas formas de hacer las cosas, ya que hasta entonces, todas mis ilustraciones para cómic habían sido con un estilo más realista, con personajes tipo "Conan" y similares.
Arbillos y Cambotero y parodias de Alien y Depredador, fueron el desembarco en el mercado de tus "cabezones" colaborando con Carlos J. Olivares, Daniel Suárez y Juan M. Vicente; después de estos años ¿cómo recuerdas aquella época?
Con mucho cariño, fue una época de muchas esperanzas y muchas ganas de trabajar, y hoy en día, no han disminuido lo más mínimo.
Después llegaron títulos como Es-Piderman, Matrix, Star Wars, Indiana Jones... y más recientemente Cabezones Reunidos y El Jobbit; tantas obras que, de hecho, en la página web de Dolmen, tu editorial actual, se te dedica un apartado específico ¿en algún momento pensaste que tu trabajo tendría tanto recorrido y, sobre todo, tanto éxito?
No, nunca. De hecho, cada día pienso que el siguiente cómic puede ser el último, y eso hace que me esfuerce al máximo.
Volviste a las colaboraciones con la serie Bull Damn, ¿cómo surgió la idea de hacer una historia tan loca?
Con una afición común entre amigos, las pelis del oeste, y ganas de pasarlo bien.
Con Kobe diste un giro en cuanto a la temática siendo esta una obra más seria y personal, ¿qué supuso este cambio como autor y a nivel editorial?
Es algo que aún hoy sigo intentando de vez en cuando, contar historias propias alejadas de la parodia, y más que un cambio, lo veo como un complemento, una forma de mostrar lo que puedo hacer en todos los ámbitos, no solo en el humorístico, y lo seguiré haciendo en el futuro.
Diarios de Guerra, surgida de las conversaciones con David Jiménez, es tu obra más seria y cruda, ¿cuándo decidiste que querías contar esa historia? ¿por qué Panini en lugar de Dolmen, tu editorial habitual?
Fue una situación especial, fruto de mi amistad con Julian Clemente y Alejandro Viturtia. Siempre quieres hacer cosas con gente a la que aprecias y admiras, y a veces, se da la ocasión, y este fué uno de esos momentos, y estoy muy contento de cómo salió todo.
Cada vez hay más libros de arte y ediciones de artista en nuestro mercado, de hecho la editorial Ominiky te ha dedicado uno de los números de su línea de artbooks y en su momento editasteis Las Guerras Cabezón, que recopilaba bocetos de tus trabajos con Star Wars, ¿tenéis pensado sacar algún libro similar o incluso una edición de los lápices de alguna de tus obras?
Pues la verdad es que no lo sé, igual cuando llevemos 20 años (risas).
Gran parte de tus lectores son jóvenes, muy jóvenes de hecho, que se inician en el noveno arte por medio de tus obras, ¿esto te condiciona de alguna manera a la hora de introducir los chistes en tus obras? ¿qué se siente al verlos tan emocionados con tu trabajo?
Sí, sin duda, de hecho creo que se nota qué determinado trabajo va enfocado a depende qué tipo de público, ya sea por las referencias o por el tipo de chistes.
Es una verdadera gozada ver cómo los pequeños reaccionan ante algo, porque no tendrán ningún problema en decirte abiertamente si les gusta o no; los mayores somos más comedidos.
¿Cómo decides qué personajes van a protagonizar tu siguiente obra?
Depende si es una parodia o algo más personal. En cualquiera de los casos, siempre es algo que me gusta, porque son muchos meses los que pasas preparando el trabajo, y tiene que ser algo que disfrutes para hacer a la gente disfrutarlo también.
A la hora de sentarte frente a la hoja en blanco ¿cuál es tu método de trabajo? ¿alguna manía en cuanto al material, música, hora del día...?
No tengo ninguna manía, y cualquier hora es buena; de hecho, normalmente, aunque no esté en la mesa de dibujo, estoy pensando en lo que voy a dibujar mientras hago otras actividades cotidianas. Al día le saco el máximo tiempo posible.
El dibujo usando medios digitales está plenamente instaurado, en tu caso ¿cuánto hay de digital en tus obras?
Solo el color de la portada y los grises del interior. Soy un clásico.
Continuamente se está comparando el mercado español con el francés, ¿qué piensas que nos falta para que el cómic en España llegue a los niveles de Francia?
Allí tienen una industria hace muchos años, con una cultura del cómic muy arraigada, y aquí apenas estamos empezando a quitarnos el estigma de "para niños".
Tus obras no se editan en digital, ¿tenéis pensado dar el salto o es un formato que no os interesa?
Hubo un momento en el que sí se editaron digitalmente, pero no cuajó, y ahora no sé en qué estado se encuentran.
Has hecho parodias tanto de personajes de Marvel como de DC pero, si te tuvieras que decantar por una de las dos compañías ¿cuál sería?
No puedo elegir, las dos tienen personajes estupendos.
¿Confías en el trabajo de J.J. Abrams en Star Wars o tienes miedo de sufrir un nuevo Jar Jar Binks?
La verdad es que ahora mismo estoy en un momento en el que no tengo una emoción especial...quizás cuando se acerque el momento del estreno sea diferente, pero de todos modos, J.J. es un director solvente.
Hablando de Jar Jar Binks, ¿es cierto que es el único personaje que ha muerto en tus obras?
No sé si el único, pero seguro que sí es el que más veces ha muerto. Y lo volverá a hacer en el futuro.
Para terminar, cuéntanos ese cómic que no puedes dejar de releer una y otra vez.
Los de Conan entintados por Alfredo Alcalá.
Para finalizar, como no podía ser de otra forma, quiero dar las gracias a Enrique por haber encontrado un hueco para contestar a nuestras preguntas.