Un piloto de acrobacias deseado por todas las mujeres, un pervertido incombustible, un aviador francés en plena I Guerra Mundial y un pobre diablo abatido y naufragado en una isla "aparentemente" desierta...A partir de aquí, este cómic dará un vuelco a todo lo creíais que era...
¿Le echamos un ojo?
La Isla de las Mujeres es uno de los cómics que Dibbuks nos ha traido este pasado mes de mayo y se trata del primer tebeo como autor completo del francés Zanzim, del que hasta hoy no habíamos podido disfrutar en nuestro país. Este álbum tiene, comparada con la que a priori se podría intuir, bastante más profundidad en su relato, y es que el galo sabe esconder perfectamente su as bajo la manga hasta el final (tranquilos, esto no es Perdidos...).
El protagonista de nuestra historia es Céleste Bompard, uno de los mejores pilotos de acrobacias franceses al que, sin duda, le gusta más su profesión por la atracción que produce sobre el género femenino que por el hecho de sentirse como un pájaro. Esta habilidad suya (la de ser aviador, claro) le hará ser llamado a formar filas con su país en la Gran Guerra y su misión no podrá ser más icónica: volar sobre el terreno en conflicto para recoger todas las misivas de los soldados a sus esposas y seres queridos y hacer que lleguen a buen puerto. Sin embargo, en una de esas maniobras la avioneta de Bompard será alcanzada y derribada en mitad del mar, despertando al día siguiente a orillas de una desconocida isla. Tras esto, como os decía en la cabecera, la aventura que comienza nos aportará un poco de todo sin llegar a ser el nova más, siendo el factor sorpresa su mejor arma en una trama que a todas luces parece ya bastante trillada.
Junto al guión, los lápices de Zanzim (acompañados del color de Hubert) nos regalan unos paisajes de naturaleza exuberante y salvaje y unos personajes de trazo caricaturesco bastante expresivos y conseguidos (sin ir más lejos, Bompard posee una prominente nariz al más puro estilo Jean Reno).
Lo dicho: si os gustan los cómics de aventuras en los que nada está dicho hasta leer la última página y el peculiar estilo de dibujo de Zanzim es de vuestro agrado, creo que sabreis apreciar esta Isla de las Mujeres como una historia con "chispa".
¡La lectura enriquece el alma!