ECC nos trae la sorpresa del mes desde mi punto de vista, y es que desconocía totalmente la existencia de este Otros Mundos escrito (aunque acompañado) por el Monty Python John Cleese y dibujado nada más y nada menos que por John Byrne, por lo que al ver anunciada esta novedad estaba deseoso de ojearla y una vez vista en la tienda no pude resistirme. ¿Merece la pena su adquisición o estamos solo ante una jugada de marketing?
Ver el nombre de John Cleese en la portada de un cómic no es algo común. La mayoría lo conocemos por ser miembro de los Monty Python, aunque ha participado en películas tan famosas como las sagas de James Bond y de Harry Potter. También ha ejercido la labor de guionista de manera más que notable en La vida de Brian y Un pez llamado Wanda. Por todo esto, al conocer que había escrito una historia para Superman dibujada además por John Byrne (para muchos el mejor dibujante de súper héroes de la historia) no cabía otra posibilidad que hacerme con al menos un ejemplar.
No es la primera vez que gente del cine participa en este mundillo. lo que me recuerda la línea que creó Virgin Comics con el nombre de Director´s Cut y publicada aquí por Panini. En ella, directores de cine escribían un argumento que era trasladado al cómic por autores del medio. Creo que fui de los pocos que siguieron esta línea y adquirí los títulos de John Woo, Guy Ritchie y de Nicolas Cage, de los cuales guardo muy buen recuerdo (en especial con el de Nicolas Cage).
Este Superman: Un auténtico hijo británico trata sobre qué hubiera pasado si el pequeño Kal-El hubiera caído en Gran Bretaña en lugar de en EEUU. Como no podía ser de otra forma, estamos ante un cómic en el que predomina el humor y nadie se toma demasiado en serio. Tiene todos los clichés sobre los ingleses que podíamos esperar: el nombre de Clark se cambia por el más británico Colin, juegan al criquet, Superman usa su mirada calorífica para calentar el té y no podía faltar la aparición de la Reina.
La premisa nos puede recordar a la de Superman: Hijo rojo, pero el tono y las pretensiones no pueden estar más alejadas. Además, no aparece ningún villano de Superman, aunque en su parte final hay una aparición especial de otro miembro destacado del Universo DC en un rol un tanto diferente.
En cuanto al desarrollo de la trama, comentar que tiene un buen arranque que me hizo sonreír en más de una ocasión. Su parte intermedia es la más floja, donde se centra demasiado en la crítica a los medios de comunicación, dando la sensación de repetirse una y otra vez sin saber a dónde ir; pero en su parte final retoma el pulso y acaba mejor de lo que preveía. Desde mi punto de vista, lo mejor de la historia son sin lugar a dudas los padres de Colin: dos ancianos que querían que su hijo fuera cartero y que no usara sus poderes por lo que puedan pensar los vecinos.
Del dibujo, mencionar que no nos encontramos ante el dibujo clásico de Byrne, ya que tiene un tono más cartoon que sienta de lujo al tono de la serie.
En definitiva, no estamos ante un imprescindible del Hombre de Acero ni mucho menos; ni ante un gran cómic del sello Otros Mundos. Nos encontramos ante una rareza para todos aquellos que les llamen la atención la incursión de figuras de otros medios en este mundillo.
