Stephen Blades es el nuevo presidente de los Estados Unidos de América y su agenda está repleta de medidas que ha de tomar para solventar el precario estado en el que su predecesor ha dejado el país. Para colmo, al llegar al Despacho Oval descubrirá una carta dejada por el anterior inquilino que no solo cambiará sus planes, sino los de toda la humanidad.
De la mano de Norma nos llega el primer volumen de La Carta 44, titulado Velocidad de Escape, un cómic de Charles Soule y del dibujante madrileño Alberto Jiménez Alburquerque y que en este caso contiene los seis primeros números de la serie publicada originalmente por Oni Press. En este volumen se nos cuenta como Stephen Blades, recién elegido presidente de los Estados Unidos, descubre una carta en la que el anterior ocupante del Despacho Oval le cuenta los motivos por los que ha hundido al país en una profunda crisis económica y social, al involucrarse en numerosas guerras, aparentemente, sin sentido. Justo en este momento es en el que la obra adquiere personalidad y sube de nivel, y es que resulta que hace siete años la NASA descubrió evidencias de vida extraterrestre; en concreto, ha sido observado un extraño objeto situado en el cinturón de asteroides de nuestro Sistema Solar, es decir, entre la órbita de Marte y Júpiter, lo que en medidas astronómicas se puede traducir como ahí al lado. Como es lógico, se ha enviado una nave, con nueve astronautas en su interior, para investigar dicho objeto y que, en el momento en el que se nos empieza a contar la historia, está a punto de alcanzar su objetivo.
Este es un punto muy interesante del tebeo, ya que por un lado tenemos al Presidente Blades que ha de lidiar con este secreto y con la crisis del país y por otro lado tenemos a los astronautas que, obviamente, tienen sus propios problemas. Esto hace que tengamos dos historias separadas de un género diferente.
Charles Soule está presente en tantas obras que con solo listándolas llenaríamos varias páginas. Es un guionista todo terreno que ha trabajado tanto para las grandes (Marvel y DC) como para el mercado más independiente, con una narrativa muy concisa y sencilla y que consigue que empatices con los personajes y te introduzcas en la historia.
Charles Soule está presente en tantas obras que con solo listándolas llenaríamos varias páginas. Es un guionista todo terreno que ha trabajado tanto para las grandes (Marvel y DC) como para el mercado más independiente, con una narrativa muy concisa y sencilla y que consigue que empatices con los personajes y te introduzcas en la historia.
Para plasmar el guión de Charles Soule han elegido a Alberto Jiménez Alburquerque, un dibujante que posee un estilo muy característico. Un trazo marcado, buen dominio de las luces, gran expresividad en las caras y un gran uso de las perspectivas se combina con una cierta facilidad para imprimir dinamismo al dibujo, produciendo unas páginas sencillas de leer y unos personajes muy reconocibles que, al igual que el guión, te introducen en la historia, mejor dicho, en las historias, ya que crea atmósferas totalmente diferentes. Por un lado tenemos el estresante entorno del presidente Blades y, por el otro, el agobiante pero a la vez extrañamente relajado mundo de los astronautas.
Norma nos presenta su edición estándar, rústica sin solapas y con 160 páginas con un gramaje correcto con un precio de 17,50 euros. Cabe destacar la portada de este primer volumen, que la definiría con una sola palabra: preciosa. Sencilla pero con gran información y que, sin lugar a dudas, te introduce en el cómic. Llama la atención los brillos que la adornan, que le quedan muy bien; de hecho, cuando la ví me recordó a cuando los primeros números de Image llegaron a España con el título también con esos brillos y que supusieron una revolución en el fandom de la época.
Norma nos presenta su edición estándar, rústica sin solapas y con 160 páginas con un gramaje correcto con un precio de 17,50 euros. Cabe destacar la portada de este primer volumen, que la definiría con una sola palabra: preciosa. Sencilla pero con gran información y que, sin lugar a dudas, te introduce en el cómic. Llama la atención los brillos que la adornan, que le quedan muy bien; de hecho, cuando la ví me recordó a cuando los primeros números de Image llegaron a España con el título también con esos brillos y que supusieron una revolución en el fandom de la época.
La calidad de esta obra es innegable. Tanto es así que el canal de televisión SyFy ha comprado los derechos y ya está preparando el capítulo piloto. En este primer tomo no esperéis leer una gran epopeya espacial ni creáis que vais a ver grandes combates; la historia, de momento, es más pausada y se prima los personajes y el ambiente por encima de la propia acción. Si te gusta la ciencia ficción realista con un toque de conspiración has de echarle un ojo a este cómic, ¡seguro que te engancharás!.
Espero que disfrutéis de una buena lectura, nos leemos...o no...