El guionista Andy Diggle y el dibujante Jock vuelven a unir una vez más sus talentos para traernos este curioso thriller lleno de giros y acción. ¿Estarán a la altura de sus anteriores obras, o por el contrario nos encontramos ante un cómic que promete más de lo que realmente ofrece?
Andy Diggle es un guionista todo terreno del que suelen echar mano los editores para que se haga cargo de colecciones en determinados momentos. De este modo escribió Daredevil entre las etapas de Ed Brubaker y la actual de Mark Waid. También fue el guionista de Hellblazer tras la corta etapa de Denise Mina y la que acabaría siendo la última etapa de la colección del británico Peter Milligan. Además, ha escrito en numerosas colecciones de personajes tan conocidos como Batman, Green Arrow, Punisher o los Thunderbolts. En todas ellas ha realizado un trabajo solvente pero sin llegar a maravillar (aunque reconozco que su Hellblazer es uno de mis favoritos, pese a que nunca se nombre entre las mejores etapas del personaje). Ha sido en sus creaciones propias donde tal vez ha gozado de mayor reconocimiento, destacando en este sentido Los Perdedores (acompañado al dibujo de Jock y que sería posteriormente adaptado al cine).
La Instantánea comienza cuando el joven dependiente de una tienda de cómics, Jake Dobson, se encuentra un móvil abandonado en el campo. Al investigarlo descubre una serie de fotos de asesinatos. A partir de ahí nuestro protagonista se verá inmerso en una conspiración en la que todo el mundo intentará acabar con su vida.
La historia tiene un punto de partida manido pero interesante, pero es en su desarrollo donde se queda flojo. La trama comienza a liarse sin que ninguno de sus giros o propuestas nos parezcan destacables y en ningún momento consigue engancharnos para querer saber cómo va a acabar la historia.
Hay cómics que funcionan mejor como películas, y creo que La instantánea es uno de ellos. Si cogiéramos esta historia y la trasladáramos al cine con un presupuesto digno y actores a la altura seguramente tendríamos un thriller que rozaría el notable. En cambio, en el mundo del cómic los típicos giros y los trucos de guionista nos suelen dejar bastante fríos y difícilmente aprobaríamos un tebeo que utilizara estas artimañas.
Mención aparte merece el dibujo de Jock, sin lugar a dudas el único que salva la función y hace que no nos arrepintamos de tener este cómic en nuestra colección. Hasta ahora no había visto un tebeo de Jock dibujado en blanco y negro, y no me ha podido dejar mejor sensación. Realiza un dibujo con un trazo nervioso y con un gran uso de la narrativa. Se nota que es un dibujante acostumbrado a dibujar en color y de ahí que rellene bastante las viñetas con negro, lo que le da un toque distinto que me ha gustado bastante.
En definitiva, La instantánea daría para una buena adaptación al cine (porque digámoslo claro, los aficionados al séptimo arte son bastante menos exigentes que los aficionados al noveno arte), pero se queda corto y un tanto fallido en su plasmación a la viñeta. La historia tiene un buen arranque pero se diluye conforme van pasando las páginas, algo que vas haciendo por el genial dibujo de Jock, que se convierte en el salvador del tebeo.
