¿Por qué leemos cómics? Una de las innumerables razones es porque por muchos años y por muchos títulos que hayamos leído, cada cierto tiempo surge una obra capaz de sorprendernos. Eso es lo que David B. ha conseguido con Los Sucesos de la noche: sorprenderme escribiendo una historia que desborda imaginación. Vamos a adentrarnos en este mundo para comprobar si realmente estamos ante algo grande o por el contrario todo son suposiciones mías.
David B. es un autor diferente, que ha sido capaz de crear una forma de contar historias propia. Sus tebeos están llenos de sueños que se mezclan con la realidad, creando un universo onírico que hasta ahora ha sido su seña de identidad. El autor francés siempre ha utilizado un dibujo en blanco y negro y un tanto simple para representar su particular visión, algo que puede chocar, ya que algunos pensarán que sus tramas complejas requerirían un dibujo un poco alejado de su trazo simple. Desde mi punto de vista, guión y dibujo se fusionan a la perfección, por lo que me cuesta imaginarme esta historia dibujada de otra manera.
Pero vayamos al quid de la cuestión, que no es otro que la trama: todo empieza con un sueño o una intuición, cuando David B. (el mismo autor se convierte en su propio protagonista) descubre en una librería de París una antigua revista del siglo XIX, titulada Los sucesos de la noche. En sus singulares páginas, las crónicas se entremezclan con el esoterismo. Su fundador (un coronel desfigurado del ejército napoleónico llamado Travers) ha conseguido burlar a la muerte a través de los libros. Con este punto de partida, el autor construye una historia desasosegante, entre lo onírico y lo detectivesco. Azrael (el ángel de la Muerte), la cábala judía o Ene (el dios ancestral de la exterminación y el olvido) transitan por las calles de un París fantasmagórico en la que el mismo David B. se convierte en una pieza clave en este juego de vida o muerte.
Nos encontramos ante un tebeo donde el autor se introduce en su propio universo ficticio, pero utilizando solo su nombre y prestando su rostro al protagonista. Sin llegar a ser tan meta como otras obras, en las que los autores se reúnen con sus propias creaciones, pero siendo una especie de Demiurgo para ellos. Aquí el autor francés empieza siendo un mero espectador de los acontecimientos para acabar tomando partida en el juego sin estar nunca a un nivel superior a los personajes, sino más bien al contrario.
En definitiva, Los sucesos de la noche desborda imaginación y la palabra que mejor define esta obra es "originalidad". David B. se saca de la chistera una historia llena de personajes memorables y situaciones para el recuerdo con un estilo propio y un dibujo que ha servido de inspiración a otros autores como Marjane Satrapi. Solo nos queda contar los meses hasta que Norma nos traiga la continuación de este magnífico tebeo.
Pero vayamos al quid de la cuestión, que no es otro que la trama: todo empieza con un sueño o una intuición, cuando David B. (el mismo autor se convierte en su propio protagonista) descubre en una librería de París una antigua revista del siglo XIX, titulada Los sucesos de la noche. En sus singulares páginas, las crónicas se entremezclan con el esoterismo. Su fundador (un coronel desfigurado del ejército napoleónico llamado Travers) ha conseguido burlar a la muerte a través de los libros. Con este punto de partida, el autor construye una historia desasosegante, entre lo onírico y lo detectivesco. Azrael (el ángel de la Muerte), la cábala judía o Ene (el dios ancestral de la exterminación y el olvido) transitan por las calles de un París fantasmagórico en la que el mismo David B. se convierte en una pieza clave en este juego de vida o muerte.
Nos encontramos ante un tebeo donde el autor se introduce en su propio universo ficticio, pero utilizando solo su nombre y prestando su rostro al protagonista. Sin llegar a ser tan meta como otras obras, en las que los autores se reúnen con sus propias creaciones, pero siendo una especie de Demiurgo para ellos. Aquí el autor francés empieza siendo un mero espectador de los acontecimientos para acabar tomando partida en el juego sin estar nunca a un nivel superior a los personajes, sino más bien al contrario.
En definitiva, Los sucesos de la noche desborda imaginación y la palabra que mejor define esta obra es "originalidad". David B. se saca de la chistera una historia llena de personajes memorables y situaciones para el recuerdo con un estilo propio y un dibujo que ha servido de inspiración a otros autores como Marjane Satrapi. Solo nos queda contar los meses hasta que Norma nos traiga la continuación de este magnífico tebeo.
