¡Volvemos con un nuevo integral de nuestro aventurero y mercenario cincuentón Wayne Shelton! Dolmen Editorial publicaba este pasado junio otro tomo del personaje, que recopila los álbumes séptimo a noveno de la saga francobelga (hoy en día compuesta por doce, y subiendo).
¿Siguen a la altura estos cómics a medio camino entre James Bond e Indiana Jones?
En esta ocasión, nuestro Wayne Shelton tendrá que vérselas con un grupo neonazi que pretenderá, a través de medios, llamémosles, "ocultistas", llevar al mundo a un IV Reich y, además, también pondrá su experiencia militar al servicio de una Gran Duquesa para evitar que atenten contra su vida y corona. Tres álbumes cargados de acción que mantienen la estructura de sus predecesores: una historia más extensa que ocupa los dos primeros y otra desarrollada a lo largo de las últimas 45 páginas.
Respecto a sus aventuras anteriores, la tensión y nivel de implicación de este tercer recopilatorio guarda muchas semejanzas con la historia que pudimos disfrutar en el segundo tomo (reseñado AQUÍ), estando todavía la primera (reseñada AQUÍ) un peldaño por encima en cuanto a planteamiento y estructura. Dicho esto, el nivel de la saga en su conjunto no deja de ser sobresaliente; para mi, un verdadero adalid de la aventura francobelga, con todos sus gags, tópicos y ese ritmo frenético que te hace sentirte en la piel de un gentleman y mercenario amante de la acción y al que, muy a su pesar, le va pesando la edad.
Otro de los signos distintivos de esta saga (que es una de las cosas que le hace asemejarse aún más a las películas del famoso 007) es la aparición en cada trama de una (o dos) chicas Bond, que en este caso llamaríamos chicas Shelton. Wayne es un tipo que ha nacido para el trabajo de campo y que disfruta con una buena copa (con alcohol, por supuesto) y sintiéndose todavía en plenas facultades "viriles", cosas que le hacen sortear el peligroso avance del tiempo y los avisos de su doctor cuando le recomienda reposo. Este cóctel entre explosiones, disparos, persecuciones, mujeres, copas y habitaciones de hotel es, sin duda, el as de una saga que se mantiene (casi) tan joven como el primer día y de la que, como toda buena película de James Bond, nunca querrías leer la última aventura.
A esto hemos de sumar varios puntos que, para mi gusto, juegan a su favor en este tercer integral: La vuelta del creador y guionista original de la historia, Van Hamme, que retoma los diálogos en el noveno álbum (el último de este recopilatorio) y que, además, a día de hoy no los ha vuelto a abandonar. Con esto no quiero decir que Cailleteau sea un mal guionista, ni mucho menos; simplemente, el desarrollo y, sobre todo, la profundidad que imprime Van Hamme a sus tramas las hacen ir un paso más allá de lo esperado. Para mi gusto, Cailleteau es más "transparente" a la hora de abordar el transcurso de los acontecimientos.
El segundo punto a favor del que hablaba es común a todos los álbumes y tiene nombre propio: Denayer. Este dibujante vuelve a hacer de las suyas en lo que a vehículos se refiere (sin palabras) y he de decir que ha mejorado sobremanera las escenas de acción, una asignatura que se le quedaba un tanto grande en los primeros álbumes. Respecto a expresiones, posturas y gestos, el belga se desenvuelve entre los cánones clásicos de la bd y, aunque algunas quedan un tanto rígidas, en general borda un trabajo de notable alto.
Esto es todo por hoy, amigos. Wayne Shelton es Aventura, así que si sois del género es sin duda una lectura obligatoria para este verano. ¡Oye! Y si no vais a poder viajar muy lejos estas vacaciones, no os preocupeis, ¡que de la mano de Wayne vais a visitar casi todo el globo!
Pd. Todo un acierto por parte de Dolmen la portada escogida que, aunque pudiera parecer un pequeño spoiler, supera con creces la que los vecinos decidieron para este tercer recopilatorio de la saga.