Allá por julio de 2008 la editorial madrileña Dibbuks nos trajo en formato integral este cómic que reseñamos hoy, ¡y por solo 18 euros en vez de los 35 euros que cuesta esta nueva edición de Spaceman Books! ¿Cuáles son las diferencias? Un tamaño de 17x24 frente a otro de 22x29 y un color en blanco y negro sustituyendo a la paleta del propio Meyer y de Caroline Delabie que luce este nuevo tomo, así que con esta reseña intentaré solventar dos preguntas: ¿Merece la pena Ian? ¿Merece la pena pagar 17 euros más por él?
Ian (Inteligente artificial neuromecánica) es el nombre de este cómic y también el de nuestro protagonista, un robot con inteligencia artificial, hecho a imagen y semejanza del hombre y dotado de humanidad, lo que le hace ser consciente no solo de su propia existencia y aprender de sus errores, sino de todo tipo de emociones, como el dolor o la decepción; para unos, el arma del futuro; para otros, un peligro que hay que erradicar; para él mismo, solo un niño de once años cuando es destinado a su primera misión junto a un grupo de rescate.
Velhmann y Meyer exploran en las cualidades que nos hacen humanos, en la moralidad de nuestros actos y en un modelo de sociedad estamental ya podrido y necesitado de un cambio urgente. En sus casi 200 páginas (esta edición integral recopila la saga completa, compuesta por cuatro álbumes) el guionista francés tan pronto nos invita a la reflexión como nos imprime un ritmo frenético en una escena de acción o nos hace sufrir junto a nuestro protagonista en medio de una turba enfurecida; al fin y al cabo, de eso trata este cómic: de emociones, y de distinguir a un robot capaz de sentir y actuar con plena autonomía de una persona de carne y hueso, en un mundo donde las alteraciones genéticas parecen estar a la orden del día.
Esta aventura bebe de grandes clásicos del cine como Blade Runner o I.A. Inteligencia Artificial, pero sin duda tiene su personalidad propia y un largo recorrido en el que asistimos a la propia evolución del personaje y a sus distintas interacciones con el mundo que le rodea, desde una "tierna" inocencia hasta la inevitable dosis de realidad y madurez. Entre tanto, un elenco de secundarios, unos bastante más desarrollados que otros (todo sea dicho), acompañan a Ian a lo largo de su "excursión" por la Tierra en una aventura maravillosamente equilibrada y adictiva, en donde Vehlmann (Solos, reseñado AQUÍ, Green Manor (una genialidad) o Preciosa Oscuridad, reseñado AQUÍ) se perfila como un gran guionista de nuestra época.
Ralph Meyer por su parte merece una mención aparte (o las que hagan falta). La fuerza de sus lápices, el trazo realista que le caracteriza y unos colores intensos hacen de este cómic una gozada visual. Este artista al que descubrimos con Asgard (reseñado AQUÍ) o Undertaker. Le Mangeur d'or (reseñado AQUÍ y del que Norma prepara su edición para finales de año) se desenvuelve a la perfección en todo tipo de escenas, y esta edición de Spaceman bastante más grande y a color eleva su nivel gráfico a la matrícula de honor. Para mi gusto, uno de los mejores ilustradores del momento.
Sin duda, una de las sagas europeas de ciencia ficción que merece estar en toda estantería del aficionado al género, tanto por sus pinceles como por su guión, y volviendo a la pregunta que planteaba al comienzo de la reseña, sin duda me quedo con esta edición: el arte de Meyer es tan grande que merece ser disfrutado a color y, cuanto más grande, mejor. Supone un gasto bastante más elevado, pero es que estamos hablando de un cómic totalmente diferente...¡Un must have con todas las letras!
¡La lectura enriquece el alma!
Sin duda, una de las sagas europeas de ciencia ficción que merece estar en toda estantería del aficionado al género, tanto por sus pinceles como por su guión, y volviendo a la pregunta que planteaba al comienzo de la reseña, sin duda me quedo con esta edición: el arte de Meyer es tan grande que merece ser disfrutado a color y, cuanto más grande, mejor. Supone un gasto bastante más elevado, pero es que estamos hablando de un cómic totalmente diferente...¡Un must have con todas las letras!
Edición de Dibbuks: 17x24cm y en blanco y negro |
¡La lectura enriquece el alma!