Las torres de lecturas pendientes me han impedido leer este tebeo antes, pero a Dios pongo por testigo que estaba deseando que llegara este momento: ¡Hoy reseñamos el segundo y último tomo de Isabel, a la que apodaron La Loba de Francia (reseña del primer número AQUÍ)!
Si no recuerdo mal, puede que esta saga fuera de las primeras en la línea histórica de Yermo Ediciones tras sus Caminos del Señor (reseñado AQUÍ). Tras ella han llovida muchas otras (y las que estarán por llegar), algunas de una calidad soberbia: El Trono de Arcilla (reseñado AQUÍ y del cual esperamos en breves el segundo integral), Apóstata (reseñado AQUÍ) o Los Caminos de Malefosse. Sin embargo, hay algo con nombre propio con lo que cuenta este Isabel y Los Caminos del Señor y no el resto: ¡Jaime Calderón! Este artista catalán y sus pinceles preciosistas y cargados de dinamismo serían más que motivo suficiente como para hacerse con estos tebeos, pero afortunadamente para quienes siempre pedimos algo más, el avance de la historia a cargo del matrimonio Gloris no puede ser más acertado en tono y desarrollo.
Isabel, La loba de Francia 2 retoma el testigo en donde se quedó su predecesor con fuerza y ritmo y nos enseña a esa verdadera loba con piel de cordero. La que fuera hija de Felipe IV el Hermoso sufre en este volumen las humillaciones y vejaciones de su marido el rey de Inglaterra, visiblemente homosexual, llegando a tejer en la sombra una revuelta que acabará con la vida de más de uno y con el tremendo conflicto entre Inglaterra y Francia que se conoció como La guerra de los cien años. En este sentido, el plan editorial de Yermo obtiene un valor añadido, y es que El Trono de Arcilla nos cuenta este conflicto de manos de Jarry, Richemond y Theo, así que podemos continuar el avance de esta historia a través de otros "narradores", lo cual no deja de ser toda una experiencia positiva y una muesca más en el rifle de Carles Muñoz, su editor.
Esta segunda parte añade algunos personajes más a la ecuación, lo que hace que la lectura deba ser algo más pausada para no perdernos entre líneas sucesorias y demás juegos de tronos (amén de que deberás tener fresco el primer cómic o bien proceder a su relectura previa), pese a que el guión de Thierry y Marie Gloris es más que amable con todos los desconocedores del periodo, entre los que me incluyo.
Tras lecturas como esta es cuando uno se da cuenta que no volverá a ver la Historia igual: El matrimonio Gloris la hacen amena y entretenida, haciéndonos ver su importancia, y Jaime Calderón, como no podía ser de otra manera, la hace "preciosa". ¡Chapó!
¡La lectura enriquece el alma!
Isabel, La loba de Francia 2 retoma el testigo en donde se quedó su predecesor con fuerza y ritmo y nos enseña a esa verdadera loba con piel de cordero. La que fuera hija de Felipe IV el Hermoso sufre en este volumen las humillaciones y vejaciones de su marido el rey de Inglaterra, visiblemente homosexual, llegando a tejer en la sombra una revuelta que acabará con la vida de más de uno y con el tremendo conflicto entre Inglaterra y Francia que se conoció como La guerra de los cien años. En este sentido, el plan editorial de Yermo obtiene un valor añadido, y es que El Trono de Arcilla nos cuenta este conflicto de manos de Jarry, Richemond y Theo, así que podemos continuar el avance de esta historia a través de otros "narradores", lo cual no deja de ser toda una experiencia positiva y una muesca más en el rifle de Carles Muñoz, su editor.
Esta segunda parte añade algunos personajes más a la ecuación, lo que hace que la lectura deba ser algo más pausada para no perdernos entre líneas sucesorias y demás juegos de tronos (amén de que deberás tener fresco el primer cómic o bien proceder a su relectura previa), pese a que el guión de Thierry y Marie Gloris es más que amable con todos los desconocedores del periodo, entre los que me incluyo.
Tras lecturas como esta es cuando uno se da cuenta que no volverá a ver la Historia igual: El matrimonio Gloris la hacen amena y entretenida, haciéndonos ver su importancia, y Jaime Calderón, como no podía ser de otra manera, la hace "preciosa". ¡Chapó!
¡La lectura enriquece el alma!
