Si hace cosa de un mes hablábamos del primer volumen del que se autodenominaba "El héroe más grande de Gran Bretaña", hoy venimos a hablaros del segundo tomo a todo color (¡por fin!) que sigue recopilando las aventuras de Paul Grist y su Jack Staff, bajo el subtítulo de Soldados (que no de Invierno): ¡diálogos sagaces, personalidades en alza y una historia grandilocuente!
La verdad es que nuestro Héroe británico luce de maravilla a todo color, y es que para su autor siempre fue así dentro de su cabeza (aunque al principio el presupuesto no permitiera tal manifestación); de hecho, Paul confiesa entre los extras de este segundo volumen que al principio, cuando el dinero y la situación así lo permitía, solía incluir entre los números alguna página a color que "engañara" a su mente haciéndole creer que dibujaba un cómic "a color con un montón de blanco y negro", y es que la vistosidad y fuerza que cobran las viñetas de este Soldados con la paleta de Phil Elliott es más que evidente, sin olvidar los juegos de luces y sombras que sigue manteniendo la saga como uno de sus signos de identidad (y que no en vano le valieron a Paul Grist el calificativo de uno de los "maestros del blanco y negro", lo cual hace que me venga a la cabeza una vez más aquello de "Caprichoso destino"...).
Junto al mencionado antes, otro de los rasgos insignies de Jack Staff es su concepción como si de una película u obra de teatro se tratara, desde sus portadas y presentaciones tan del estilo de una cartelera de cine a su juego y cambio frenético entre varios escenarios como si de una función se tratara. Además, los diálogos y las formas de expresión a lo largo de todo el cómic buscan imprimir a la trama un ritmo impactante, espectacular y un tanto noir, ¡y vaya si lo consiguen! De hecho, esa narración que trata de situarnos casi en varios sitios a la vez puede que actúe tanto de gancho como de un buen copazo de whiskey a pelo, y me explico: Al principio, estos continuos cambios entre escenas (incluidos flashbacks) pueden hacernos perder un poco el norte y eje de la trama, pero afortunadamente es una situación que no llega (ni si quiera se aproxima) al mítico "¡Lo perdermos, Charlie, lo perdemos!", gracias a un Paul Grist que sabe reconocer cuando no se debe uno acercar más al león sin dar otra chuleta (por entendernos...espero).
Este Soldados toca el tema de los experimentos gubernamentales en busca de un súper soldado maleable e invencible en el campo de batalla, y pone de manifiesto las consecuencias del ya manido "experimento fallido". En este cómic, nuestro héroe tendrá que vérselas con aquel al que bautizaron como Proyecto Huracán y su enfrentamiento tendrá consecuencias que se extenderán a más de 20 años vista...A esta historia se unen, como no podía se de otra forma, nuestros ya conocidos secundarios de lujo: Beckey Burdock (la reportera vampiro), Tom Tom (El "hombre" robot), El comandante Hawkes, Shock (el amo de la electricidad), la Agencia Q y el inspector Maveryck. Toda una aventura superheróica totalmente diferente a cualquier otra cosa que hayas leido hasta la fecha, caracterizada por su espectacularidad y frescura y a caballo entre la gran pantalla y la historieta. Os lo recomienda alguien al que los superhéroes no le gustan lo más mínimo (salvo Batman, claro, porque Batman...es Batman).
¡La lectura enriquece el alma!
Pd. Aquí teneis la reseña del primer tomo: Jack Staff. Todo solía ser en blanco y negro.
