ECC publica con acierto este recopilatorio que plasma los pensamientos más macabros y retorcidos del famoso autor francés. En estas páginas Franquin realiza una aproximación un tanto morbosa a todos los temas que más preocupaban a la sociedad de los años 70 y que aún hoy muchos de ellos siguen vigentes.
André Franquin es conocido sobre todo por su magnífica etapa en Spirou, que elevó al personaje y le otorgó gran parte del éxito del que ha gozado a lo largo de las décadas; pero las inquietudes artísticas de Franquin iban más allá del entrañable botones, por lo que comenzó a publicar sus Ideas Negras en Le Trombone illustré (un suplemento de la revista Spirou destinado a un público más adulto). En aquella época el autor francés estaba más que consagrado y era conocido sobre todo por sus historias amables (aparte de consagrar la ya mencionada colección de Spirou y Fantasio, también es el creador de Tomás el Gafe)
Como ya le sucediera a otros grandes artistas, Franquin utiliza estas historias cortas con un tono oscuro como medio para alejarse de aquellas otras tiras que escribía más agradables y afables. De este modo, esta etapa de André es comparable a las pinturas negras de Goya o a la etapa oscura de Van Gogh, en tanto todos ellos rompieron con lo que venían haciendo hasta ahora para realizar algo opuesto y más acorde con la situación que vivía el mundo en aquella época y el pesar de la sociedad.
En estas Ideas Negras Franquin delibera sobre todos los miedos, preocupaciones y miserias de la sociedad contemporánea a través de un humor muy negro y sin concesiones. A través de las 65 historias que componen el cómic nos habla del egoísmo, la corrupción de los poderosos, la pena de muerte, la ambición y un sinfín más de temas en la que veremos que las cosas no han cambiado tanto en estos años; pero si hay un tema recurrente es el del miedo al holocausto nuclear tan de moda en aquellos años.
En cuanto al dibujo, es asombroso como a través de un trazo abocetado y el sólo uso de siluetas negras es capaz de expresar tanto, aunque bien es cierto que la edición que ha elegido ECC para la obra no es la más idónea para apreciar el magnífico dibujo. Esta es la única pega que se le puede poner al tebeo. ECC utiliza un formato reducido que lastra considerablemente la experiencia. Normalmente no soy detractor de estos formatos y lo único que me importa es que hayan publicado la obra y poder leerla, pero en este caso la calidad del cómic requería un formato acorde. Además, el precio también es bastante elevado (8,95€ por un cómic de 72 páginas que en realidad es el tamaño de una grapa de tres números es un poco abusivo). Además, la edición no contiene ni un sólo extra, lo que hubiera provocado algo más de complicidad con la misma.
En definitiva, Ideas Negras es una de las obras cumbre del cómic franco belga, en el que un Franquin inspirado desata todo su genio y nos ofrece una serie de historias cortas que son una maravilla. El problema es que esta obra requería y se merecía una edición en condiciones donde se pudiera apreciar la grandeza del trabajo de Franquin. Por lo tanto, no me atrevo a recomendar la compra de este cómic de ECC debido a todos estos errores en cuanto a la elección del formato, así que nos quedan dos opciones: o esperar a que se den cuenta de su error y lo reediten en el formato adecuado o buscar la edición antigua de Dolmen.
En definitiva, Ideas Negras es una de las obras cumbre del cómic franco belga, en el que un Franquin inspirado desata todo su genio y nos ofrece una serie de historias cortas que son una maravilla. El problema es que esta obra requería y se merecía una edición en condiciones donde se pudiera apreciar la grandeza del trabajo de Franquin. Por lo tanto, no me atrevo a recomendar la compra de este cómic de ECC debido a todos estos errores en cuanto a la elección del formato, así que nos quedan dos opciones: o esperar a que se den cuenta de su error y lo reediten en el formato adecuado o buscar la edición antigua de Dolmen.
