Norma ha tardado relativamente poco en traernos este segundo volumen en el que el escritor Greg Rucka crea un futuro distópico rico y lleno de posibilidades, plasmado por el dibujante Michael Lark y coloreado por el español Santiago Arcas. Este segundo número extiende las ideas que se plantearon en el primer número y nos dan nuevos datos sobre el pasado de nuestra protagonista. Al ver este tomo, uno no puede dejar de preguntarse ¿estamos ante una de las mejores series de ciencia ficción de la actualidad?
En el primer volumen (reseñado AQUÍ) se sentaron las bases del mundo en el que se desarrolla la historia. Dicho mundo ya no está dividido por la política o la geografía, sino por las finanzas. El dinero es poder, y ese poder se encuentra en las manos de unas pocas familias. Aquellos que proveen servicios para una Familia gobernante tendrán sustento, elevados al rango de Siervo, con una vida cómoda garantizada para ellos y sus seres queridos. Los demás son Sobrantes. Joe y Bobbie Barret son Sobrantes, luchando por sobrevivir y educar a sus hijos en territorio Carlyle. Cuando pierden su casa en una inundación, su única esperanza de sobrevivir será la Elevación, que tendrá lugar en Denver, a 800 kilómetros de distancia. Mientras, Forever, el Lazarus de los Carlyle, deberá investigar una posible amenaza terrorista perpetrada por el grupo llamado Los Libres.
Visto lo anterior ya tenemos todos los ingredientes para disfrutar de un universo lleno de matices y bastante rico. Además de todo esto, Rucka aprovecha este arco para contarnos un poco más sobre el pasado de Forever, a través de flashbacks que va intercalando a lo largo de la historia y en la que observamos a nuestra protagonista en sus primeros años de entrenamiento.
Visto lo anterior ya tenemos todos los ingredientes para disfrutar de un universo lleno de matices y bastante rico. Además de todo esto, Rucka aprovecha este arco para contarnos un poco más sobre el pasado de Forever, a través de flashbacks que va intercalando a lo largo de la historia y en la que observamos a nuestra protagonista en sus primeros años de entrenamiento.
Por lo dicho hasta ahora la verdad es que da la sensación de que nos encontramos ante algo sobresaliente, pero la verdad es que para mi esta serie tiene un envoltorio sensacional y han creado un mundo particular y bastante interesante, pero las tramas no acompañan esa buena sensación. El primer tomo que publicó Norma recogía los primeros cuatro números de la serie y pecaban de ser demasiado introductorios. La historia no avanzaba demasiado y se dedicaban a presentarnos los personajes principales y la nueva sociedad que se ha creado. Me gustó, pero ví que le faltaba algo de chicha, cosa que esperaba se arreglara en este segundo tomo. El segundo volumen recoge los números de 5 a 9 de la serie y si bien es cierto que la trama tiene más consistencia y avanza de manera progresiva sin estancarse demasiado, aún así me ha dejado la sensación de que le falta algo.
Por otro lado, tanto el dibujo de Michael Lark como el color de Santiago Arcas son una gozada y los verdaderos artífices de la creación de este mundo distópico.
Por otro lado, tanto el dibujo de Michael Lark como el color de Santiago Arcas son una gozada y los verdaderos artífices de la creación de este mundo distópico.
En definitiva, este segundo volumen de Lazarus desarrolla las ideas que se plantearon en el primero y me ha gustado más que aquél. Aún así, creo que hay que exigir un poco más a Rucka (porque ha demostrado ser capaz de realizar trabajos sobresalientes) para que nos ofrezca una trama a la altura del magnífico envoltorio que han creado, porque hasta ahora la forma está por encima del fondo. Así las cosas, nos quedamos a la espera de cómo se va desarrollando la historia de Forever y los Carlyle, así como de los Sobrantes que se rebelan frente a este sistema.
