Si hace una semana hablábamos de Los hijos del Dux, primer tomo de esta saga (reseñado AQUÍ), esta vez le toca el turno a La profecía de Dante Aliguieri, nombre con el que Zidrou y Matteo bautizan al segundo álbum de la saga y en el que la trama acelera el ritmo y nos mete de lleno en esa aventura dividida en dos líneas temporales.
¿Es Marina una especie de anticristo enviada para asolar Venecia? ¿Es el ángel vengador? ¿Qué relación tiene con el descubrimiento de la Pantegana por el profesor Boccanegra? En este álbum Zidrou y compañía dan buena respuesta a gran parte de estos interrogantes…
Zidrou y Matteo continúan su travesía por la Venecia de la primera mitad del siglo XIV: A Marina, exiliada en el Convento de San Giacomo in Paludo, solo le motiva la idea de venganza, aunque en este álbum descubrirá la verdadera cara de todas sus desgracias; por su parte, el Dux de Venecia y el Consejo de los diez siguen obsesionados con la profecía de Dante Aliguieri, que anuncia la destrucción de Venecia tras siete pautas, de las cuales ya van cinco cumplidas…
Zidrou y Matteo continúan su travesía por la Venecia de la primera mitad del siglo XIV: A Marina, exiliada en el Convento de San Giacomo in Paludo, solo le motiva la idea de venganza, aunque en este álbum descubrirá la verdadera cara de todas sus desgracias; por su parte, el Dux de Venecia y el Consejo de los diez siguen obsesionados con la profecía de Dante Aliguieri, que anuncia la destrucción de Venecia tras siete pautas, de las cuales ya van cinco cumplidas…
Zidrou mete una marcha más a la trama de este segundo álbum, y es que al ritmo más pausado y, en cierto modo, introductorio de Los hijos del Dux le sucede ahora una narración que, por un lado, le da “armas” a Marina con las que empezar a planear su venganza y, por otro, acorrala a la Venecia del siglo XXI con una fuerza que a todas luces parece obra de “la mano de Dios”… Tal vez el único "gran pero" que le saco a este cómic es algún que otro sinsentido en las alianzas que se tejen, por así decirlo (esto lo hablamos en los comentarios si ya habéis leido el cómic y así no hacemos spoilers aquí).
Por su parte, Matteo mantiene la paleta aguada (nunca mejor dicho) que ya nos enseñó en el primer cómic y, aunque su trazo es un magnífico complemento a la historia del belga, en ningún momento se hace destacar ni nos regala viñetas espectaculares. En este sentido, no se sale de los esquemas “preconcebidos”, por así decirlo, y creo que es lo que le falta para brillar con luz propia. Me parece un buen dibujante, pero le falta arriesgar y sorprender… lucirse, vaya. Creo que la trama desarrollada en este segundo tebeo daba para ello y, bajo mi punto de vista, no ha sabido aprovecharlo.
En conclusión, este Marina. La profecía de Dante Alighieri nos pone las cartas sobre la mesa y Zidrou deja demostrado que su calidad no se limita solo a emocionarnos con historias de amor y de vida. Me quito el sombrero con este tipo, la verdad. ¡Qué ganas de saber cómo continua esta saga!
¡La lectura enriquece el alma!
