Dolmen sigue trayéndonos regularmente las aventuras de nuestra azafata de vuelo preferida. En esta ocasión recopila en un tomo los álbumes 7, 8 y 9 originales además de un considerable número de extras. Por lo que, tanto el sello Fuera Borda en general como esta colección de Natacha en particular, se están convirtiendo poco a poco en una de las colecciones más destacadas de todo el panorama comiquero.
En esta ocasión el volumen contiene dos episodios cortos que sirven a modo de aperitivo y nos preparan para el plato fuerte: una aventura dividida en dos álbumes y que se convierte hasta la fecha en la historia más extensa de las protagonizadas por Natacha.
El tomo arranca con La azafata y la Mona Lisa, en la que Walthéry aprovecha para narrarnos una aventura sobre el primer encuentro entre la abuela de Natacha y el abuelo de Walter con la Belle Époque de fondo y mientras viven una aventura en la que el famoso cuadro de Da Vinci será el desencadenante de todo. En poco más de veinte páginas se nos presenta una historia llena de acción y de giros, que además cuenta con el aliciente de ver a los antepasados de nuestros protagonistas y que se desarrolle en otra época.
Natacha y la guerra de los Monigotes es la siguiente historia del tomo y mi favorita del mismo. En ella el autor se divierte creando una aventura protagonizada por los dibujantes de la revista Spirou. No voy a contar mucho sobre el argumento para que de ese modo podáis disfrutarlo de la misma forma que lo disfruté yo. Ver caricaturizados a artistas como Franquin o Peyo mientras hablan del medio y de sus creaciones es una auténtica delicia, y uno de los álbumes que más he disfrutado de la colección.
A partir de estas dos aventuras narradas en unas veinte páginas cada una se nos da paso a la historia más larga de la colección hasta ahora, contada a lo largo de dos álbumes: Instantáneas para Caltech y Las máquinas inseguras. En estos dos álbumes nuestra protagonista y su inseparable compañero cambian de género y nos regalan un episodio con toques de ciencia ficción. La aventura comienza con Walter haciendo fotos durante un viaje. Hasta aquí todo normal, pero en una de esas fotografías se observa un extraño resplandor en el cielo, por lo que se nos abre una aventura que nos recordará a un episodio de Expediente X. Este primer álbum (que contiene muchos ingredientes de la serie protagonizada por Mulder y Scully) dará lugar a un segundo número que nos recordará a las películas de Terminator (con viajes en el tiempo y las máquinas intentando dominarlo todo), por lo que somos testigos de una aventura de ciencia ficción muy amena y bien hilada.
Como es costumbre en el sello Fuera Borda, el tomo lo cierra una cantidad de extras considerable en la que se incluyen varias historias cortas y entrevistas de nuestros autores.
En definitiva, Natacha sigue siendo una de las colecciones que más disfruto ahora mismo, gracias en parte a contar con una de las ediciones más cuidadas que se pueden ver. Si bien es cierto que las historias de este tercer volumen me han parecido algo más flojas que las del segundo (por ahora mi tomo favorito), el dibujo de Walthéry sigue en ascenso y alcanza una cota de calidad superior incluso a lo visto hasta ahora. No me queda otra que seguir recomendando esta estupenda serie y, mientras espero a que llegue el cuarto tomo de la colección, creo que le voy a echar un vistazo a otra serie del sello que tiene una pinta espectacular: Bermudillo.