¡Reseñamos el Premio FNAC 2015 en Francia! Lupano y Panaccione firmaron una historia de amor y ecologismo que maravilló al público galo, y ahora la pregunta es: ¿Conseguirá el mismo resultado en nuestro país?
Al comenzar esta reseña me viene a la cabeza una canción de The Black Eyed Peas titulada "Where is the love?". Sí, me podrían haber venido mil más (o ninguna), pero lo cierto es que fue esta, y la razón de ser es bastante sencilla: Un océano de amor es un cómic que nos cuenta una historia de amor entre una pareja ya adulta, a través de un manifiesto que busca romper algo más que una lanza en favor de la protección de los océanos y la vida que albergan.
Se trata de un cómic mudo, con 232 páginas y una edición fascinante. Seguramente muchos de los que acabais de leer la palabra "mudo" habréis dejado ya de leer esta reseña o, tristemente, descartado el tebeo. Sin embargo, a todos esos que aún estáis ahí (al resto no podemos ayudarlos, por desgracia) y seguís leyendo, por favor, continuad hasta el final porque os juro (esto es Júralo por mí, no esperaríais una promesa, ¿no?) que merece la pena.
Nuestros protagonistas, Monsieur y María, son un matrimonio con más de unas bodas de plata a sus espaldas que viven en un pequeño pueblo pesquero. Una mañana, durante su rutinaria jornada, el barco de Monsieur es engullido por un gigantesco barco cisterna. Consternada, María, tras varios días protagonizando la famosa canción de Maná (sí, me han venido muchas canciones a la cabeza con este álbum, lo sé), decide partir en busca de su marido contra viento y marea.
En esta obra convergen una multitud de sentimientos y contextos: Por un lado, el amor (por supuesto), pero no uno "adolescente" y ardiente, sino ese más propio de los "abuelos", que te recuerda lo vacía que está la casa si no está la otra persona ahí, aunque solo fuera sentada en el salón, preparando la comida o viendo la tele... Aunque solo fuera haciendo "lo de siempre".
Por otro lado, esa voluntad que mueve montañas, esas amas de casa de armas tomar y que, sin embargo, lo más lejos que habían salido era para ir a comprar, una sociedad estupizada que se hace llamar "moderna" y, como gran hilo conductor de la obra, los terribles abusos que están sufriendo nuestros océanos en pos del despiadado progreso.
La labor que llevan a cabo Wilfrid Lupano y Grégory Panaccione con este tomo no tiene nombre. Hay que ser unos verdaderos maestros del medio para hacer entendible y mágico un cómic mudo, en mi opinión, y más aún uno de estas características, en el que nuestros protagonistas se enfrentan a mil y una situaciones dispares, llenas de matices, críticas y dobles lecturas.
El planteamiento de la historia es soberbio, pero es que el arte oscuro y digital de Panaccione no se queda atrás. La medida expresividad que destila cada viñeta y su narrativa visual actúan como un gigantesco faro, guiándonos sin posibilidad de perder detalle alguno por el camino que Lupano ha elegido mostrarnos.
Un cómic en el que, por una vez, los peligros del océano no los traen los piratas...
¡La lectura enriquece el alma!