¡Nuestras últimas entradas!

miércoles, 7 de octubre de 2015

ALICIA EN SUSSEX, UN COMIC DE NICOLAS MAHLER QUE NOS TRAE SALAMANDRA GRAPHIC

La sección de cómic de Salamandra Editorial ha heredado gustosamente alguno de los autores más significativos de la extinta Sins Sentido, entre los que destacan sin duda Gipi y este singular Nicolas Mahler, un consolidado autor en su país, Alemania, y que edita su tercera obra en España: Alicia en Sussex.



Hola a todos. Me llamo Miguel y soy un padre de familia numerosa con tres hijos entre 6 y 10 años que se esconde en el baño para leer cómics en cuanto puede. Disfruto de esta afición desde muy pequeño y mis gustos van desde el cómic europeo, el humor gráfico, la novela gráfica y cualquier cosa que caiga en mis manos y tenga viñetas.

Como os iba diciendo, Nicolas Mahler es fundamentalmente un humorista, pero especial e inclasificable, y su Alicia en Sussex es un divertimento con pinceladas de filosofía y psicología que está “Inspirado” libremente en el clásico de Lewis Carroll, tal y como anuncia la portada.


Para empezar a situarnos, esta Alicia tiene un moño vertiginoso que a veces vuela y una nariz gigante, lo que nos aleja definitivamente de una mera versión en viñetas del famoso cuento.

A lo largo del cómic, se suceden sin detenimiento, un pasaje de Moby dick, el encuentro de Alicia con la criatura más famosa de Mary Shelley, Frankenstein en una conversación sin precedentes o la intervención estelar de una coqueta y hippie Madre Nieve que conduce una moto de diseño; sin que puedan faltar a la cita clásicos del cuento de Carroll como el conejo del reloj, el gato siniestro o la oruga que fuma en pipa. Eso sí, todos ellos debidamente transfigurados por obra y gracia del ingenio sin límites del autor.

No se trata de un cómic con un guión al uso, sino de un viaje surrealista que tiene como excusa a una Alicia horrenda, que entre citas solemnes y homenajes diversos, nos habla como quien no quiere la cosa, sin darse importancia, del sentido o sin sentido de la vida, de lo real e imaginado o de la educación que reciben nuestros hijos.


El dibujo tiene un sello personal y distintivo marca de la casa que en esta obra parece respirar cierta “influencia” del Krazy kat de George Herriman. El autor consigue representar mediante la caricatura todo lo que pretende para lograr que entremos de lleno en su mundo loco y atemporal. En este cómic, Mahler se luce con la composición de página, alterando los marcos de las viñetas, los globos de diálogo o la visión de las escenas, en lo que parece una lección de las infinitas posibilidades del género. No procede tratar de distinguir entre dibujo y guión porque son algo inseparable, e incluso la tipografía y rotulación son una parte esencial en la historia.

La edición, por su parte, es perfecta, con un papel de alto gramaje que huele de maravilla y es una gozada entre las manos.

En conclusión, una obra más que recomendable para lectores amantes de cómics singulares que te dejan una sonrisa en la cara.

Miguel.