Volvemos con uno de los autores con los que casi nació Júralo por mí, que no es otro que el belga conocido como Zidrou.
Este guionista lleva un saco cada vez más abultado de títulos a sus espaldas y, si bien hasta hace poco su carta de presentación eran la sensibilidad y emoción, sus últimos cómics están dando un giro de casi 180 grados, tal vez huyendo de un posible "encasillamiento"...
¡Hoy hablamos de Bufón, su última novedad junto al granadino Porcel!
En Bufón, Zidrou nos cuenta la triste y dramática historia de Lapo, un crío deformado y horrendo, criado en un oscuro calabozo por una perra y traido al mundo a golpe de una violación tras otra sufridas por su desconocida madre, menor de edad.
No penséis que os he hecho ningún spoiler en este párrafo, y tampoco penséis en mi falta de tacto a la hora de contaros esta "introducción". Ha sido así porque Zidrou ha querido que sea así, y porque creo que el artista culpable de grandísimos títulos como Lydie (reseñado AQUÍ) o La Mondaine (reseñado AQUÍ), últimamente, anda un tanto burned-out.
Me parece estupendo que un artista no quiera encasillarse en un género determinado, pero para ello hace falta una cosa, y no otra: Es necesario tener historias diferentes que contar, y no hace falta "escupirle" al género que hasta este momento poblaba tus tramas, el amor.
Quién le zurcía los calcetines al rey de Prusia mientras estaba en la guerra (reseñado AQUÍ), La piel del oso (reseñado AQUÍ), El cliente (reseñado AQUÍ)... todas son obras dramáticas en las que los sentimientos y emociones hacen de sus páginas algo que merece la pena. Sin embargo, siento admitir que los últimos álbumes del artista me están defraudando sobremanera.
Los tres frutos (reseñado AQUÍ) ya me dejó una sensación agridulce por ese final tan irregular, pero otras obras como El paseo de los sueños (reseñado AQUÍ) no han hecho sino corroborar lo que parece ser un secreto a voces: Alguien que en los últimos tiempos es raro no verle tres veces en las librerías al año, tarde o temprano, tenía que acusar la fatiga o, al menos, la calidad en sus ideas.
A mi modo de ver, creo que las últimas historias que nos ha contado el belga no eran merecedoras de un cómic al respecto, y en este saco, sin género de dudas, queda incluido Bufón.
La historia de Bufón, narrada en forma de cuento (muy del estilo de Los 3 frutos), no deja de ser una versión maravillosamente ilustrada del manido cuento del Príncipe Azul, eso sí, extremadamente cruel (tal vez, incluso desproporcionadamente cruel). Crueldad que deja de manifiesto ese afán por querer romper con lo hasta el momento establecido: nada de relaciones bellas, nada de amor, nada de buena gente, nada de "color de rosa".
Si alguien se salva en este cómic es, evidentemente, Francis Porcel, y ojo, no es porque sea granadino (¡olé!). El que ya firmara junto a Zidrou el premiado Les Folies Bergère se luce en estas 64 páginas, demostrando la sensibilidad que a Zidrou le falta para ahorrarnos (en la medida de lo posible) los malos tragos del preludio e introducción del tebeo.
Esta reseña no pretende ser un "Zidrou, me has defraudado", sino más bien un "Amigo, a veces menos es más". No digo que volvamos al Zidrou pasteloso y cautivador que nos ganó hace años, pero tampoco creo que la solución pase por "donde te hablaba de amor, ahora te hablo de odio".
La lectura enriquece el alma,
Dani S.
Pd. La portada me parece tremenda (de buena, claro).