¿A que ya os venía apeteciendo una historia policíaca? Pues vuestros deseos son órdenes para una servidora. Y así, al más puro estilo del genio que sale de la lámpara, os traigo hoy el cómic de Julia, Las aventuras de una criminóloga volumen 11, editado por Sergio Bonelli Editore y traído a nuestro país por Aleta Ediciones.
Julia es una serie italiana de cómics de novela negra creados por Giancarlo Berardi y cuyo primer álbum salió a la venta en 1998. La joven protagonista, Julia Kendall, es una criminóloga de Garden City que trabaja como profesora en la Universidad y que en sus ratos libres, sirve como consultora independiente de la policía, ayudándoles a resolver los crímenes que atemorizan a la ciudad.
He de deciros que este tebeo cayó en mis manos por casualidad. Tenía ganas de leer algo policíaco, con trama de asesinos e investigadores de gabardina que pasean buscando un nuevo crimen por las calles de alguna gran ciudad y, de repente, descubrí esta serie a través de las novedades de Aleta. Así que, a pesar de ver que se trataba del volumen 11, me decidí a leerlo tras ojear por internet de qué iba la trama, y percatarme de que cada historia se podía leer de forma independiente sin mucho problema.
Así, en este álbum se recopilan dos historias: Exclusiva y Este grito que calla. Dos tramas muy entretenidas y que te permiten conocer además de a Julia, a otros personajes muy recurrentes en la serie como son el rudo teniente Alan Webb y al amigable sargento "Big", Ben Irving.
El primer capítulo, Exclusiva, trata sobre el asesinato de Shona Laszlo una bella actriz de éxito en horas bajas, cuya investigación se verá enrarecida por el “no es lo que parece” del mundo dorado y engañoso del cine. Mientras, en Este grito que calla, Julia deberá descubrir quién es el culpable de una serie de misteriosas muertes que atemorizan a los sintecho de la ciudad y cuya última pérdida ha sido la de Dick Gould, un vagabundo apodado “el poeta”. A pesar de morir al parecer de forma accidental, su autopsia desvelará datos que demuestran lo contrario y que pondrán en vilo a la policía de la ciudad.
En cuanto al dibujo, obra de Giancarlo Caracuzzo en la primera parte y de Roberto Zaghi en la segunda, es un blanco y negro muy vivo y expresivo, nada típico. Los ilustradores se centran mucho en las facciones de los personajes y en aportar detalles que hagan más realista cada viñeta.
Yo, aunque no soy una amante de los cómics monocromos, en el caso de Julia hice una excepción, y la verdad es que este tipo de ilustraciones van como anillo al dedo al estilo clásico y de novela negra del que su autor se inspira.
¡Que disfrutéis con la lectura!