PETER, ESE ETERNO NIÑO QUE SIEMPRE VA ACOMPAÑADO POR SU HADA CAMPANILLA, TAMBIÉN TIENE UN PASADO. ¡DESCUBRE ESTA INTERESANTE HISTORIA QUE NOS NARRA LOISEL, Y PREPÁRATE PARA VOLAR JUNTO A PETER, LOS NIÑOS PERDIDOS Y DEMÁS PERSONAJES AL REINO DE NUNCA JAMÁS!
Este mes de diciembre quiero recomendaros el cómic de Peter Pan, de Loisel, aprovechando que son navidades y que algún que otro regalillo cae en nuestras manos (¡aunque en el caso de este cómic es regalazo!). ¡Así pues, me dispongo a haceros la reseña! ¡Allá va!
El mes pasado reseñé el cómic Integral de La Búsqueda del Pájaro del Tiempo (que podéis leer AQUÍ), cuyo dibujante es Regis Loisel, el mismo que nos trae esta recreación de la historia de Peter Pan, del increíble autor James Matthew Barrie. Loisel abordó este ambicioso proyecto de forma completa, ya que se ha encargado tanto del dibujo y color, como del guión. En un principio, la gran obra estaba compuesta por 6 álbumes, en los cuales el artista invirtió catorce años, aunque la editorial Glénat editó en su día un maravilloso integral que incluye abundantes contenidos extras.
Como dije anteriormente, Loisel trabajó para Heavy Metal, e incluso para Walt Disney Studios. Él mismo, en la entrevista que está incluida en el integral, nos reconoce su pasión por Peter Pan, la cual descubrió a través de la adaptación del relato original de J.M Barrie en la película de Disney. El curioso y extraño carácter de Peter le llevó a preguntarse por sus orígenes, las circunstancias en las que vivió para convertirse en un niño que no quiere crecer, cómo conoció a Campanilla y a los niños perdidos, e incluso esa enemistad con el Capitán Garfio. Como no encontró una respuesta en la obra de Barrie, Regis Loisel decidió recrear su propia historia y versión del origen de Peter Pan, profundizando en su psicología y explicando las razones que llevaron a Peter a convertirse en niño para siempre.
Esta historia comienza a finales del siglo XIX en Londres, donde Peter, un niño cuya madre le maltrata, sobrevive como buenamente puede gracias a su imaginación. El único adulto que se interesa por él es el señor Kundal, quien anima a Peter a conservar la inocencia de su infancia alimentada por su poderosa imaginación. Una noche, vagando por las calles, Peter se topa con Campanilla (o más bien al revés), y esta le lleva a una isla fantástica más allá del tiempo y del espacio, donde Peter podrá vivir sus aventuras soñadas. Sin embargo, no todo será aventura y diversión, puesto que la muerte, el dolor y el olvido le sobrecogerán en muchas ocasiones.
El carácter que Loisel le ha dado a todo el cómic nos hace ver desde un principio que se trata de una historia para adultos, lejana de ese Peter Pan infantil de las películas. Loisel no ha temido adentrarse en la parte oscura de la psique del protagonista, el cual es un niño que no quiere crecer, no porque es feliz siendo niño, sino por el odio que siente hacia las personas adultas. Y esto es así fundamentalmente por su figura materna, ya que le supone una fuente de dolor y sufrimiento. Aún con todo, el cómic es respetuoso hacia el original de Barrie, ya que Loisel ha construido una historia previa a la del autor original, sin alterarla ni haciendo aparecer elementos contradictorios en ella.
El guión se centra esencialmente en dar respuestas a todos los lugares y personajes que salen en el libro original, y en la evolución que sigue Peter hasta convertirse en lo que finalmente es. Al ser álbumes separados, se nota un poco el ritmo interrumpido, dando a entender que el autor no sabía muy bien hacia dónde conducir el relato. Esto se nota sobre todo en los dos últimos tomos, que salieron bastante más tarde que los anteriores. Sin embargo, a pesar de ello, la historia sigue teniendo cohesión y sentido, enfrascándonos cada vez más en ella.
Los personajes son muy, muy buenos, tanto en el rediseño, muy lejano al de Disney, como en la psicología y carácter de cada uno. Y para los que hayáis leído el cómic En busca del pájaro del tiempo, ¡os encontraréis criaturas familiares! Por otro lado, hago mención especial a “la pequeña madre” (ya la descubriréis si lo leéis), a Campanilla, y al Capitán Garfio. El estilo es muy personal y propio, y les dota a todos de un dinamismo y una personalidad muy fuerte. La dinámica de las viñetas es espléndida y el color, exquisito. El estilo de Loisel en cuanto a la línea y color es muy detallista, barroco, pero desde luego se funde perfectamente con el estilo de cómic y mensaje que nos quiere transmitir.
Personalmente, me leí los seis tomos en unos días, ya que son unos cómics que te atrapan rápidamente, pero que dan para mucho. Desde que era pequeña me fascinaba la historia de Peter Pan, los símbolos que tenía y la psicología de los personajes. Cuando me encontré con estos cómics en la biblioteca me engancharon tremendamente, ¡y no es para menos! Porque Loisel juntó una grandísima historia con un maravilloso dibujo. Y como siempre digo, hacer estos cómics lleva su tiempo y dedicación, y estos desde luego cuentan con el amor y cariño, perseverancia y un trozo personal del mismo artista. Y eso es lo que también me gusta sentir y ver al leer los cómics, no solo una calidad bestial en cuanto al tema del dibujo, color y guión, sino sentir una parte, un cachito del autor en ella. Eso quiere decir que le gustó hacerlo, que lo disfrutó, con sus más y sus menos, pero que vivió en ello. Aún con todo lo que he dicho (¡y ya siento si se os ha hecho pesado!), esta historia es para leerla y disfrutarla al completo, puesto que por mucho que la reseñe siempre quedará incompleta. Es una grandísima y valiosísima obra que, en lo que a mi acontece, me compraré en cuanto pueda.
Antes de despedirme, quería daros las gracias a todos aquellos amantes de los cómics, puesto que gracias a vosotros, y a nosotros, verdaderos artistas y cuenta historias pueden mandarnos un mensaje y dar rienda suelta a su imaginación. Gracias por hacerlo posible, porque gracias a vosotros se cumplen los sueños de muchas personas.
Ahora sí, me despido hasta el siguiente, ¡espero que lo disfrutéis! ¡Y felices fiestas a todos!
“Escucha, la esperanza tiene sus límites, el amor también… No esperes demasiado… Te quiero”.
