Queen & Country, Stumptown, Lazarus, Whiteout... Estos son solo algunos ejemplos de la extensa obra del guionista Greg Rucka, y hoy venimos a analizar una de las últimas muescas en su rifle: Veil, un cómic que, a través del arte de Toni Fejzula, nos mete de lleno en una trama sectaria y demoníaca.
Nuestra protagonista, Veil, aparece completamente desnuda en una estación de metro abandonada. Desorientada y amnésica, la joven deberá recomponer el puzle que es su cabeza al mismo tiempo que le encuentra sentido a una vida que parece no ser la suya.
Bajo esta atractiva premisa, Greg Rucka desarrolla una trama resultona y entretenida, sin salirse de una "zona de confort", en la que los rituales satánicos, el Inframundo y el ansía de poder del hombre acaban por acaparar las páginas de este Veil. No nos encontramos, ni mucho menos, ante otra obra de arte del guionista ganador del premio Eisner, pero si el objetivo del tebeo era el divertimento sin mayores pretensiones ni originalidades, lo cumple de sobra.
Donde el cómic sí da un buen golpe en la mesa es en el apartado gráfico, que corre a cargo de Toni Fejzula. Su estilo, realista pero exagerado, le sienta de maravilla a personajes y escenarios; estos últimos, en su amplia mayoría tremendamente bien detallados. Además, el tratamiento del color y las sombras hacen que este Veil gane en personalidad e impacto. Sin duda, es Fejzula, esta vez, el que hace que el viaje tenga esa "chispa".
La lectura enriquece el alma,
