Medusa Cómics nos traía en octubre de 2015 este cómic que aúna horror, locura y apocalipsis a tiempo completo, sin obviar el hecho de que, sin género de dudas, nos encontramos ante la portada más desagradable y llamativa del pasado año.
¿Qué te espera si te atreves a abrirlo?
"Demencia absoluta", así lo describe la web americana Comic Attack, y no podía estar más de acuerdo. Colder, obra de Paul Tobin y Juan Ferreyra, ha roto moldes en el mercado americano, en vista de las grandes críticas que ha cosechado y de esa nominación al Eisner por mejor serie limitada que tuvo en el año 2014 (finalmente lo ganó El resurgir, reseñado AQUÍ).
Colder nos sitúa en la confusa vida de Declan Thomas, un tipo que estuvo internado en varios manicomios antes de que el último al que fuera a parar quedara calcinado, arrasado por un misterioso incendio; pero Declan no es un "loco a secas", por así decirlo. Su temperatura corporal no deja de caer y tiene una extraña facultad: es capaz de adentrarse en la demencia de otras personas, siendo partícipe de sus pesadillescas visiones y, con suerte, consigue curarlas. Sin embargo, su tiempo se agota a medida que la temperatura de su cuerpo desciende, y necesita desesperadamente encontrar una cura para su propia locura, antes que le dé caza un asesino demoníaco que habita en esos mundos de paranoia.
Paul Tobin (El increíble Hulk, Spiderman. Secrets Wars, Bandette, reseñado AQUÍ, The Witcher) es un prolífico guionista americano que casi le ha dado a todos los palos, y con este Colder explora el género del thriller psicológico y paranormal. Que no os lleve a equívoco: pese a lo que pudiera aparentar con esa tremebunda portada, este cómic es bastante más esquizofrénico que gore. Sin embargo, y pese a la trayectoria de Tobin en estos de los cómics, Colder me ha dejado, nunca mejor dicho, un tanto frío. En primer lugar, por una narración bastante plana que, pese a gozar de algunos puntos más sorprendentes, no llega a salir de esa medianía en la que parece haber encontrado su sitio. Y, en segundo lugar, el antagonista de esta historia, como buen "señor de la locura", se hace bastante cargante en según qué momentos, a la par que los protagonistas no alcanzan el carisma suficiente como para lograr esa tan necesaria empatía.
Por su parte, Juan Ferreyra recoge un estilo que nos llega a recordar en estética a los viejos Silent Hill, aunque tampoco llega a destacar sobremanera en ninguna escena.
Por último, deciros que Colder es un cómic autoconclusivo, aunque parece que Medusa Cómics está dispuesta a traernos este mismo año un segundo arco argumental que promete más locura y horror. Solo queda una pregunta: ¿superará la portada la de este primer cómic?
La lectura enriquece el alma,
Por su parte, Juan Ferreyra recoge un estilo que nos llega a recordar en estética a los viejos Silent Hill, aunque tampoco llega a destacar sobremanera en ninguna escena.
Por último, deciros que Colder es un cómic autoconclusivo, aunque parece que Medusa Cómics está dispuesta a traernos este mismo año un segundo arco argumental que promete más locura y horror. Solo queda una pregunta: ¿superará la portada la de este primer cómic?
La lectura enriquece el alma,
