¡Nuestras últimas entradas!

jueves, 18 de febrero de 2016

NIOURK, UN COMIC DE OLIVIER VATINE PUBLICADO POR YERMO EDICIONES

Siendo una de las novedades de Yermo Ediciones para este pasado diciembre, Niourk nos devolvía esa línea postapocalíptica que la editorial catalana había iniciado ya con otros títulos, como Tierra de Vampiros (reseñado AQUÍ), World War Wolves (reseñado AQUÍ) o la tristemente abandonada Doomsday, de John Byrne (reseñado AQUÍ).

¿Ganará Niourk un sitio en nuestro Hall of fame apocalíptico?



Los que nos seguís desde hace ya tiempo sabéis de nuestro amor por las tramas catastróficas y postapocalípticas; no en vano, hace unos meses hablábamos en nuestro canal de youtube sobre "Cómics y Apocalipsis" (¡vedlo, aún podéis salvaros!) y, por ello, esta era una de las compras obligadas para un servidor.

Niourk nos cuenta, fraccionada por capítulos, la historia de un planeta Tierra asolado hace ya siglos por una serie de catástrofes ecológicas. Aún así, y como muchas otras obras y películas nos han enseñado, la naturaleza ha conseguido abrirse camino entre la destrucción y pequeños reductos de humanos, animales y plantas lograron sobrevivir y adaptarse a las nuevas condiciones de vida. Sin embargo, todo tiene un precio: la sociedad volvió a la edad de piedra, tanto a la hora de organizarse, como en lo que concierne a costumbres, creencias y roles, algo que, dicho sea de paso, es lo que más me ha chirriado en esta historia de Olivier Vatine por mi incredulidad.



En medio de esta "involución" es donde encontramos al verdadero protagonista de nuestra historia: "Niño negro", un chico marginado por su tribu, una que cree que es un augurio de mala suerte e infortunios por su color de piel. Pese al aciago futuro que parece le espera, Niño negro tratará de comprender el mundo que le ha tocado vivir y descubrir la oscura verdad que esconde este apocalipsis.

Olivier Vatine (Aquablue, reseñado AQUÍ, Cixi de Troy, reseñado AQUÍ) juega en Niourk con una trama post-crash en la que no faltan elementos y criaturas sobrenaturales, tecnologías futuristas y alguna que otra explicación "ligera de cascos". Se trata de un cómic basado en la famosa novela de Stefan Wul y que se mueve más dentro de una línea fantástica, alejándose de ese tono que suelen guardar los relatos de este tipo, en el que por regla general se pretende ser todo lo real y científicamente posible.



Personalmente, creo que la historia, sin ser asombrosa, tiene la suficiente fuerza e imaginación como para estimular al lector y mantenerlo en vilo. Dicho esto, y aunque la evolución de Niño negro es patente a lo largo del cómic, creo que el punto débil de Niourk se encuentra en la incapacidad de Vatine para hacer que el lector llegue a empatizar con los personajes y la brusquedad en el paso entre algunas escenas.

Lo que es innegable es el maravilloso apartado gráfico de Niourk, sobre todo hacia mitad del tomo, que es cuando podemos ver una mayor soltura del artista y una grandísima evolución respecto a su Aquablue. ¡Splash pages que dejan volar la imaginación, viñetas que parecen tener movimiento y ese Nueva York postapocalíptico que no tiene precio (¿Puedo empapelar mi cuarto con sus viñetas?)!



Niourk recoge los tres álbumes en los que se dividió la saga en el país galo, y lo hace, como de costumbre, ¡en una edición sin peros!

¡La lectura enriquece el alma!

Dani S.