Tras un primer integral escandaloso (reseñado AQUÍ), Andreas vuelve a la carga en este segundo integral que hace unos meses nos traía ECC, en donde se recopilan los últimos cuatro capítulos de su particular personaje: Luz de estrella, Capricornio, Descenso y Retorno.
¿Qué le espera a nuestro personaje o, mejor dicho, qué nos espera a nosotros? ¡Aquí va nuestra reseña!
En este segundo integral de Rork las concesiones que nos había regalado el artista alemán en los primeros álbumes se hacen añicos, prácticamente igual que algunas de las viñetas del tomo.
La ópera prima de Andreas se torna aquí bastante más compleja, adquiriendo un tono más abstracto y surrealista que el que se respiraba en aquellos primeros pasajes, en donde, en cierto modo, la aventura fantástica seguía imperando sobre el resto.
Además, este cambio no es algo que el artista lleve con "delicadeza", precisamente. Andreas continúa avanzando en la búsqueda de respuestas y en esa lucha interna que sobrelleva nuestro friolero protagonista, aunque casi parece que dicha búsqueda fuera como una inmensa hidra, que por cada incógnita que se despeja, aparecen dos nuevas dispuestas a partirnos el cráneo.
Sin duda, este es el juego del artista alemán; un juego del que debemos ser cómplices si pretendemos seguir el hilo conductor de la trama. Eso sí, requiere mucha atención. A medida que avanzamos en la lectura, la narrativa visual va siendo más abstracta y casi inverosímil, en consonancia con esa continua labor de experimentación que lleva a cabo Andreas en las viñetas, jugando con la verticalidad de las escenas, la profundidad de un descenso (llega a dar vértigo), la fragmentación de una página o el uso de rocambolescas (a la vez que brillantes) perspectivas.
Recuerdo como en la reseña del primer tomo, decía que el autor miraba por nosotros a la hora de desarrollar su trama. Esa "comprensión lectora" estaba siempre presente en la cabeza de Andreas, aunque algunas escenas fueran bastante perturbadoras e inquietantes. Sin embargo, este segundo integral me ha hecho tragarme parte de mis palabras, y es que muchas secuencias requieren de un sobre-esfuerzo considerable para poder interpretarlas (y no al 100%, por supuesto). Los elementos que permiten el entendimiento de la escena están ahí (creo), pero somos nosotros mismos los que debemos "recoger las piezas del puzzle" y ordenarlas para que cobren sentido, al más puro estilo de una "aventura gráfica".
En este segundo y último integral de Rork asistimos a un verdadero "estallido creativo". Como os comentaba antes, Andreas ya no tiene recelo alguno a la hora de explotar ese apartado más místico y ocultista de su personaje: los objetos arcanos, universos inalcanzables y traspasos en el espacio-tiempo se suceden sin anestesia, invirtiendo la lógica narrativa imperante en el cómic; ya no es el guión el fino hilo sobre el que caminamos, guiados por un apartado gráfico que se fusiona con el medio, sino que ahora es el dibujo surrealista y esas increíbles composiciones de página los que rigen el ritmo del álbum y su historia.
Si te llaman la atención este tipo de cómics, déjalo todo y coge su mano. Andreas te promete un viaje hacia todos y ningún sitio, repleto de aventuras, extraños personajes y objetos tan antiguos como el cosmos. Acércate a Rork libre de ataduras y olvida los cánones aceptables en la narrativa visual. Renuncia a esa "lógica" y acepta las reglas de su juego, un juego sugerente, interpretativo y muy sagaz, donde todo tiene su sitio... si eres capaz de encontrarlo. ¡Openminded!
La lectura enriquece el alma,
