HISTORIAS DEL BARRIO ES UN CÓMIC QUE TE ACERCA AL PROTAGONISTA, GABI; A SU VIDA Y CIRCUNSTANCIAS EN SU BARRIO NATAL, JUNTO A SUS AMIGOS, FAMILIA, VECINOS… ¿CÓMO HABRÁ SIDO SU ETAPA ALLÍ? RETROCEDAMOS EN EL TIEMPO Y DESCUBRÁMOSLO.
Este mes toca volver al pasado, rememorar la adolescencia y la vida en el barrio. Esto no se hace tan complicado gracias a nuestro protagonista, Gabi, que nos cuenta varias historias increíbles, pero muy reales, durante el cómic.
Este cómic está basado en el guionista, Gabi Beltrán, que rememora su adolescencia, dando vida a los textos y poniendo color al cómic. Participa en revistas de cómic de prestigio como Strapazin o Nosotros Somos los Muertos. También cuenta con ilustraciones en diversas publicaciones estadounidenses, como pueden ser Veer o Portland Monthly Magazine. Además, colabora con El País y realiza diversas exposiciones en Barcelona, Mallorca, Madrid, etc.
Bartolomé Seguí, por otro lado, es un ilustrador y autor de cómics. Se inició profesionalmente publicando en la revista Metropol. Colabora con revistas como El Jueves, El Víbora, Nosotros Somos Los Muertos, o Esquitx. Y desde la salida de A salto que mata, ha publicado 10 cómics monográficos y una tira diaria en Última Hora, además de participaciones conjuntas con otros autores, e ilustraciones infantiles. Ambos han ganado con el cómic Historias de Barrio el I Premi Ciutat de Palma de Cómic (publicado en castellano y catalán).
Historias del barrio es un cómic serio y realista, más profundo y con más connotaciones de lo que podamos pensar a primera vista. En él, nuestro protagonista Gabi narra diez historias ocurridas en los humildes barrios de la ciudad de Palma, durante los años 80. El protagonista, dado su inestabilidad familiar, se ve obligado a deambular por las calles en busca de algo en lo que no pensar. Junto con sus amigos, se sumerge en el mundo de la supervivencia de la calle. El alcohol, las drogas, el sexo, o incluso simplemente mirar el horizonte en el mar eran algunos de sus estímulos para seguir adelante.
El guión tiene un dato curioso, y es que hay partes narradas a través de viñetas (la mayoría), que corresponden al pasado adolescente, mientras que hay otras en las que hacen uso de imágenes, y aunque sean del pasado, son más recientes (¡no os quiero contar nada más!). Por otro lado, los personajes son simples y a nivel visual funcionan muy bien, dado que te transmiten el tono y características de cada uno. Se nota que en ellos está encerrada una persona real, con sentimientos e historias propias. El color, de la mano del propio guionista, es el que termina de sumergirnos en el cómic, acercándonos todo lo posible a esos recuerdos. Todo ello se complementa a la perfección, haciéndonos sentir aquello que nos quieren transmitir.
El dibujo, por su parte, no despista a la narración, la cual por otro lado se nota sintetizada. Esto es algo positivo, puesto que no se andan por las ramas, ni hay florituras; es lo que es, y captas la esencia del momento.
El cómic es rápido de leer, ya que te engancha desde la primera hoja. Te puedes llegar a sentir parte del grupo, haciendo trastadas y estando allí compartiendo los momentos. Comprendes a Gabi y aprendes con él, ves cómo evoluciona su mentalidad y personalidad, notas cómo crece y cambia de pensamientos... es una vida llena de miseria y rutina que quiere cambiar, dar un giro existencial para lograr sus objetivos y encauzar su vida hacia lo que de verdad desea. También tiene detalles inmersivos, como la música de The Stranglers, además de expresiones como “estar en el balcón a la fresca”, que te sitúan en el lugar.
He de dar las gracias a mi pareja Pablo, puesto que de no haber sido por él, tal vez no hubiera llegado tanto a la esencia del cómic y de las historias que guarda. Tal vez aquí en el norte se vivan experiencias distintas, o tal vez yo no las viví y otros sí, pero en cualquier caso he acabado comprendiendo y sintiendo. Beltrán y Seguí han logrado un cómic impactante y rico en experiencia, distinto y fresco, interesante de leer y observar. Me quedo con el toque positivo, y la esperanza y tesón que tuvo el autor para lograr transformar su camino. ¡Enhorabuena a ambos!
Me despido hasta el siguiente, ¡espero que lo disfrutéis!
“Pensaba que todo lo bueno estaba más allá del horizonte”