REMEMORA CON NUESTROS PROTAGONISTAS LOS MOMENTOS DE NIÑEZ CON SU PADRE Y SUS HERMANOS EN SU SEGUNDA CASA. REFLEXIONEMOS ACERCA DE LOS RECUERDOS, EL PASADO, LO QUE REPRESENTA SER PADRE Y SER HIJO.
Esta vez la reseña trata del cómic del gran Paco Roca, La Casa, un cómic bastante profundo y sobrecogedor, y que a su vez contiene una belleza memorable. Elegido como Mejor Cómic Nacional de 2015, fue realizado espontáneamente tras acabar Los surcos del azar, en un momento importante de su vida, donde esta daría un giro y pasaría al mismo tiempo de ser padre a dejar de tener uno.
Francisco Martínez Roca es ilustrador e historietista, y cuenta con varias obras galardonadas. Comenzó como historietista publicando en la revista Kiss Comix, donde dibujó historietas eróticas. Más tarde pasaría a publicar para El Víbora; y con el tiempo moldearía la obra de El juego lúgubre, que fue editado en Francia, Italia y Holanda. Otra de sus obras es Arrugas (editada en Francia por primera vez, y en España por la editorial Astiberri, y reseñado AQUÍ), la cual ha ganado multitud de premios y reconocimiento en varios países (¡y no es para menos!), e incluso podéis ver la película basada en el cómic. El invierno del dibujante, El faro (reseñado AQUÍ) y Los surcos del azar (reseñado AQUÍ) son otras dos grandes y recientes obras que merecen ser mencionadas. Actualmente, compagina la creación de cómics e ilustraciones con la ilustración publicitaria. Como dato, podéis encontrar un curso suyo con muy buena pinta sobre cómo elaborar cómics en la web de Domestika. Os recomiendo que investiguéis sobre éste hombre, puesto que es muy interesante y sus obras tienen mucha calidad. ¡Os dejo el enlace de su blog, por si queréis echarle medio ojo!
Un año después de la muerte de su padre, los tres hermanos protagonistas deciden vender la casa familiar en la que crecieron. Sin embargo, algo cambia cuando llegan allí, y es que con cada objeto que encuentran recuerdan el pasado y se enfrentan a los recuerdos, reflexionando acerca de si tirar los trastos viejos es deshacerse de su pasado, del recuerdo de su padre y de la etapa de su niñez.
A pesar de que el cómic está teñido de dolor por la pérdida del ser querido, es emocionante el cuidado y cariño con el que da un giro. El cómic trata de cómo sucede la vida, de que el tiempo avanza y al final solo nos van quedando los recuerdos vividos. Es doloroso, y tiene momentos realmente crudos, pero me ha gustado especialmente la esperanza que encierra en él. Cuando alguien se va, no te queda otra que apoyarte en tus seres queridos, y apoyarlos de igual modo. Es un cómic que te invita a reflexionar.
Los personajes son tres hermanos, con mucha personalidad cada uno, y sus familias. Se puede notar en la narración cómo cada uno ha tomado un camino diferente en su vida, así como su relación familiar. Las disposición de las viñetas son muy al estilo de Roca, simples y prácticas, lo que hace que el cómic sea muy legible y absorbente. El dibujo y el color son los que acaban por meterte en la historia de lleno, y el guión es el que te sorprende todo el tiempo y hace que el cómic acabe siendo fantástico.
Un día estaba en la biblioteca y vi el cómic de pasada en la sección. No suele ser uno de esos cómics (por la temática) que me atraigan, pero el dibujo y color y la resolución de la portada me atrajo muchísimo, y decidí leerlo. Personalmente he aprendido, de nuevo, que los cómics te pueden sorprender, sea cual sea. No todos somos iguales, pero a veces cambiar de temática significa abrirse a otro mundo y a otras historias enriquecedoras. Leí el cómic del tirón, puesto que me enganchó desde el principio y me ha emocionado entera. Desde luego, reflexionas acerca de la vida y el paso del tiempo.
Hay que vivir el presente, disfrutar de lo que se hace, aprovechar lo máximo a nuestros seres queridos y cercanos; y ser feliz. Valorar todo lo positivo que hay. También me ha gustado conocer parte de la historia de Paco Roca, un autor con muchísima calidad en sus trabajos, que nos acerca unas temáticas e historias complejas y delicadas de una forma excelente. Dar las gracias a la editorial Astiberri por acercarnos este pedacito de cultura a nuestras casas, al autor por la valentía de expresar esta historia tan intensa de una forma tan especial y, por supuesto, ¡a vosotros por leerlo!
Me despido hasta el siguiente, ¡espero que lo disfrutéis!
"¡Leche cervera, alegra la vida entera!"