Tras La Flecha y El enjambre (reseñados Aquí y Aquí, respectivamente), continuamos el periplo de nuestros colegiales espaciales por ese mundo primigenio y de pesadilla, pero la pregunta es, ¿consiguen James Tynion IV y Michael Dialynas mantenernos en vilo?
Bueno, lo cierto es que The Woods había sido hasta ahora "una de cal y otra de arena". Sin intención de extenderme en este punto, ya que podéis profundizar en las reseñas de los anteriores números en los enlaces que os he dejado más arriba, La flecha supuso un punto de partida bastante atractivo, pero con El enjambre se quebró el ritmo de la obra y gran parte de la originalidad que me había atrapado. Sin embargo, gracias a Dios me encuentro aquí reseñando Nuevo Londres y te puedo decir: "Charlie, no lo hemos perdido; el pájaro ha conseguido remontar el vuelo".
Este tercer tomo de The Woods recupera ese ritmo enigmático a la par que profético que tanto me había cautivado en La Flecha, y sin duda el punto más destacable de este ha sido la capacidad de los autores para volver a darle un giro de tuerca a una trama que ya se planteaba como algo gastado, repetitivo y sin chispa.
En ese sentido, el inesperado cliffhanger ejecutado por James Tynion IV y los pinceles de Michael Dialynas, el cual continúa en la misma línea que los números anteriores, me han devuelto la fe en esta saga que, sin ser la panacea, me está regalando momentos bastante entretenidos.
¡Que continúe así!
La lectura enriquece el alma,
